Sería una
inelegancia por mi parte que desde mi blog personal no agradeciera el Premio
Diego Bernal 2013 que me acaba de conceder la Asociación de Periodistas de
Galicia. Es un galardón de un sonado prestigio que da categoría a lo que yo
considero y consideré siempre una modesta trayectoria. No obstante, no soy yo
quien para juzgarme, no sería imparcial, incluso estaría feo. Esta honrosísima distinción
viene a sumarse a otros actos de reconocimiento que llevo muy interiorizados,
muy dentro de los adentros, que diría el "padre" de Ferrolterra, el médico
escritor, poeta y columnista Álvaro
Paradela. Fueron los que se rindieron a mi jubilación en Ferrol, mi querida ciudad
natal de la que no me he movido a lo largo de toda mi carrera profesional. Aquellos premios como ahora el Diego Bernal quedan ya grabados con
letras de oro en el libro de la vida. Me
siento desbordado por la emoción y por las muestras de adhesión y afecto que
entonces como ahora, desde que ayer circuló la noticia por las redes sociales,
estoy recibiendo. Queda tiempo a serenarme, hasta el 24 de enero, festividad de
San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, en que, de nuevo, en esta
ocasión en Santiago de Compostela, se me empañará la voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.