miércoles, 27 de febrero de 2013

Chisco Naval y "A noite branca", con la División Azul de fondo


Ayer, tarde sargadeliana. Chisco Naval presentaba su última novela "A noite branca". Literatura e historia de la mano, con la División Azul de fondo. En la mesa, invitados de lujo. A tal señor, tal honor. Manuel Bragado, director de Xerais, que edita la obra, el periodista de Diario de Ferrol Nicolás Vidal y el historiador Bernardo Máiz, amigos del autor. Las intervenciones, cada cual más interesante. Y además, se dio una circunstancia que no siempre ocurre, los turnos no solo no se solapaban sino que se complementaban. Tras una referencia genérica del editor Bragado, Nico Vidal realizó una amena critica literaria y Máiz la documentó con su erudición histórica. Por su parte, el narrador explicó que la idea había nacido tras el hallazgo de una caja de membrillo que contenía en su interior fotos y cartas enviadas por un voluntario de la División Azul. Con la ayuda de su madre, Chisco inicia un proceso de investigación y de recuperación de la memoria que lo lleva desde la Habana de la emigración gallega hasta el frente del río Volchov y el cerco de Leningrado, "atravesando a Europa sacudida pola II Guerra Mundial". En el auditorio de la galería Sargadelos, amigos y seguidores del novelista, nacido en Ourense pero muy querido en Ferrol en donde mantuvo y ocasionalmente mantiene una estrecha colaboración con el suplemento de cultura Nordesía de Diario de Ferrol.  Para la anécdota queda que el autor sorteó entre los presentes, a los que luego invitó a un pincho, unos estuches de buen vino, obsequio de un amigo suyo que Francisco Fernández Naval quiso compartir. Lo que es la vida y no sé si la crisis que agudiza el ingenio, pero hace unas semanas el propietario del restaurante O Castro, de Pantín, anunciaba que regalaría libros a los clientes y mira por donde en la presentación del libro regalaban vino de marca. El libro ¿especie a extinguir? ¿Tal vez por eso? Parabienes y éxito al escritor que tiene ya una amplia obra publicada, que domina todos los géneros: narrativa, poesía, literatura infantil, crónica de viajes ...que es autor muy lauredado y que, un motivo más para la afinidad, quiso estudiar periodismo, aunque acabó siendo funcionario de la Administración

martes, 26 de febrero de 2013

La reflexión del día después


Todavía quedaba otro tanto por la espalda del fotógrafo que lanzó el objetivo
 hacia el horizonte de la calle del Sol por la que discurría la gran movilización
Ferrol y su comarcan ha demostrado que quien tuvo retuvo. Me refiero a la capacidad de movilización ciudadana puesta de manifiesto el pasado domingo. Uno, que ya es "veterano de guerra", al ver la ingente columna de personas de este día, revivió manifestaciones multitudinarias de los tiempos del desmantelamiento industrial, cuando las heridas estaban frescas, cuando el drama de la pérdida de miles de puestos de trabajo estaba caliente. Sabía que el carácter unitario daba caché a la convocatoria del domingo, pero aún así no me imaginaba que podrían asistir decenas de miles de convecinos como he visto con mis propios ojos. Y no me lo imaginaba porque Ferrolterra ha venido sufriendo un severo desgaste desde hace tres décadas, que se dice pronto. Han sido muchas huelgas generales, comarcales, concentraciones, manifestaciones, encierros...y si se hace balance de los resultados de tantas y tantas protestas no puede sino dibujarse un rictus de tristeza y desazón. Algunas conquistas puntuales y poco más. Pues, a pesar de eso, la gente respondió masivamente a la convocatoria y ese es un signo evidente de que, de nuevo, tenemos el agua al cuello. Es una vuelta de tuerca más de una larga y profunda crisis que remonta sus orígenes a los años ochenta. Toda una generación que lleva a cuestas el estigma de la mal llamada Reconversión. En la antigua Astano crece la hierba desde tiempo atrás y en la antigua Bazán no tardará en germinar porque se acabó la carga de trabajo. Como es habitual, la pregunta surge el día después de una gran marcha ciudadana como la del domingo. ¿Ahora qué? Los ciudadanos han puesto su grano de arena. Y de manera bien visible. Solo falta que esta acción reivindicativa se rentabilice, obtenga su fruto, que no caiga en saco roto. Parece que los alcaldes de la comarca se disponen a desplazarse a Madrid y hacerse oír en la SEPI (Sociedad de Participaciones Industriales). Pero, claro, si esos señores ya nos han dicho que no hay nada que hacer, aunque al ministro Montoro le han debido de decir otra cosa porque anunció que pronto se estaría cortando chapa en los astilleros ferrolanos, no sabe uno  qué expectativas pueden cernirse sobre este golpe de efecto de los regidores. Lo normal es que a los ejecutivos de la SEPI ya los hubieran destituido por ineptos. Y esa es la gran contradicción que se le presenta al alcalde ferrolano que convoca y se mete en la manifestación cuando los destinatarios de la protesta son los políticos gobernantes de su propio partido. Es de valorar el gesto, todo hay que decirlo, pero ya que se trata de un "gobierno amigo", es insuficiente y habrá que dar un puñetazo en la mesa y enseñar más los dientes, de lo contrario el viaje a Madrid puede acabar, una vez más, en frustración colectiva.

domingo, 24 de febrero de 2013

Aquellas aguadoras de los años veinte del siglo pasado


Aunque con dificultad, en la foto se aprecian
algunas aguadoras con las sellas en la cabeza
En más de una ocasión desfilaron ante mi vista fotografías diversas de la antigua plaza de Armas, con el obelisco de Churruca y las aguadoras. Y de esto, de las aguadoras -ya que esta sección se subtitula "Pasado y presente"-  quería ocuparme en el afán de recuperar para la memoria colectiva, aquel viejo oficio. Se trataba ni más ni menos que de aquellas mujeres -el Cronista Oficial de la Ciudad, Ricardo Nores, subrayaba en Ferrol Diario(1974) que sólo había un hombre- que suministraban el líquido elemento, de primera necesidad, para el alivio de la sed y mantenimiento de la higiene de los vecinos. Subían escaleras, portaban sellas en sus cabezas en una sufrida actividad que les permitía obtener una siempre modesta ayuda para su supervivencia. La plaza de Armas era el principal centro de distribución, que disponía de dos caños. Otra fuente famosa era la de San Amaro, y había más todavía, como la del Dique, "La Mina" y la de las Palomas. Las aguadoras eran mujeres curtidas, muchas de ellas con gran temperamento que se ponían a prueba en lo que era la greña diaria, que comenzaba con las primeras luces del día. "Daban bastante que hacer a los viejos guardias municipales que se las veían y deseaban para contenerlas y raro era el día que alguna de ellas no visitara el "cagarrón" (depósito municipal) de la calle del Olvido", narra Nores Castro. Pero así como eran aguerridas y peleonas, también mostraban su lado humano y solidario a la primera ocasión que se plantease. Por ejemplo eran las primeras en acudir con sus sellas y toda clase de recipientes a sofocar un incendio colaborando eficazmente con los bomberos "llenando las cubas que arrastradas por caballerías alimentaban una bomba que, accionada manualmente, daba presión al agua". Al amparo de las casetas que circundaban la plaza de Armas dejaban a sus tiernas criaturas "mal vestidas, descalzas y peor alimentadas". Retomando la descripción del carácter batallador y conflictivo, a raíz de los escándalos que protagonizaban en la fuente, la autoridad local se vio obligada en un momento determinado a "legislar" obligando a aquellas aguadoras a solicitar permiso, para, de esta manera, tenerlas controladas, advirtiéndoseles que "los aguadores que suministren a sus parroquianos agua de distinta fuente a la que se hallan inscriptos, la autoridad local los condenará a la pérdida de la plaza. El oficio de las aguadoras se extinguió al llevarse a cabo la traída municipal, sobre los años veinte del siglo pasado.

viernes, 22 de febrero de 2013

El Club de Prensa de Ferrol en busca del relevo generacional



Un grupo de socias y socios fundadores en foto
tomada en el Ateneo en el año 1987
El Club de Prensa de Ferrol quiere dar el relevo generacional, veintiséis años después de su fundación. Hoy la entidad celebra asamblea general en la que a buen seguro saldrá elegida presidenta María Ares Sanmartín, actual jefa del departamento de comunicación de la Universidad de A Coruña. Joven periodista nacida al oficio en el Diario de Ferrol, relevará a Xan Morales que desempeñó la máxima representación del Club en los últimos años. Uno, que conoce el paño por haber sido el presidente desde su fundación y durante muchos años, sabe que no es fácil que los jóvenes periodistas se integren, aun cuando para el acto de mañana, que incluye también la celebración del patrón alrededor de mesa y mantel, se ha invitado a todos los que ejercen en la plaza de Ferrol con la esperanza de que dichos profesionales reaccionen y  tomen interés por el futuro del Club de Prensa. Y no es fácil porque los que vienen pisando fuerte detrás no han llegado a interiorizar como propio este patrimonio, aunque fueran otras las personas que dirigiesen hasta ahora los designios de la sociedad. Tal vez porque muchos de ellos han visto el fenómeno siempre a cierta distancia. Lo deseable sería que hoy hubiese una buena asistencia y que naciese el compromiso de no abandonar a su suerte la obra en la que se ha invertido mucho esfuerzo y muchas horas robadas al ocio. El legado vale la pena: Galicia en Foco, FerrolAnalisis, Curso Gurméndez, Revista Oral, Premio Couso y otras muchas actividades, casi todas en vigor todavía. Fue la primera entidad de estas características creada en España y aún hoy pocos casos habrá, si es que hay alguno, que puedan parangonarse. El Club de Prensa simboliza el compromiso de los periodistas ferrolanos con el hecho cultural vinculado a los medios de comunicación. Las nuevas generaciones tienen la facultad de revisar los estatutos y ver de adaptarlos a las nuevas circunstancias, si es que lo estiman procedente. Yo les emplazaría a que intenten una aproximación y a que arropen en esta nueva singladura a María Ares. Vamos a ver.

jueves, 21 de febrero de 2013

Cita en la Universidad


Una de las sesiones del Foro Ferrol Futuro
He visto nacer el campus universitario de Ferrol. Los periodistas, algunos por lo menos, cuando hacíamos de "notarios" de una inauguración, luego, a tiempo pasado, solíamos arrogarnos el evento llevándolo a la primera persona de singular. Según ese estrambótico criterio, puedo referirme al campus de Ferrol que yo inauguré. Acostumbro también a afirmar que la transformación del viejo hospital militar de Esteiro en instalación universitaria ha sido la mejor y la única reconversión que se ha dado en Ferrol en las últimas décadas. De la misma manera que subrayo la importancia de la infraestructura académica critico a los sucesivos gobiernos, empezando por el que decretó el desmantelamiento industrial, el PSOE de Felipe González, que han favorecido que la memoria colectiva interiorizase eso de la reconversión como que aquí se había reconvertido algo, en compensación a la crisis de la construcción naval, cuando realmente no se hizo nada. Pasaron la ZUR, la ZID, la ZPE y el sursum corda y Ferrol quedó con una mano delante y otra detrás, no así otras ciudades homólogas en el proceso como Sagunto o País Vasco, por citar dos ejemplos. Por eso que el hecho de que el barrio de Esteiro, nacido a la sombra de la creación de los astilleros de la antigua Bazán, se haya erigido en un referente del "emporio" del saber, es decir, en un campus de la Universidad de A Coruña es iniciativa laudable que siempre recuerdo cuando echo una ojeada a nuestra pretérita intrahistoria. Traigo el asunto a colación porque esta tarde vuelvo a la Universidad ferrolana. Atrás queda el Foro Ferrol Futuro que había puesto en marcha en colaboración con la autoridad académica, siendo director de Diario de Ferrol, que nos permitió programar algunas actividades, y unas cuantas visitas más, ora en ejercicio de mi profesión, ora para ocupar un espacio en la tribuna, dicho sea con toda la modestia. Hoy retorno, invitado por la Asociación de Alumnos y Ex-alumnos de la Universidad Senior que quieren celebrar conmigo la reciente entrega del Premio Diego Bernal 2013 con que me distinguió la Asociación de Periodistas de Galicia y, al paso, me han pedido que les haga un relato de mi experiencia profesional. Agradecido y muy contento.

martes, 19 de febrero de 2013

Sexo en la Catedral


En el mes de julio del pasado año, con motivo de la celebración del Curso Guméndez que organiza el Club de Prensa de Ferrol con carácter anual, en una reunión informal en la que comparecían varios ponentes, una de las asistentes, comentando el  "affaire" del Códice Calixtino dijo que la cosa no paraba en el hurto de dineros y documentos sino que por medio había también sexo. Casi todos los que participábamos en ese encuentro nos echamos a reír en la creencia de que la profesora se sacaba de la manga el dato para poner sobre la mesa más elementos en el contexto de una conversación que discurría entre broma y veras. Recuerdo que esta persona abandonó antes que nadie la tertulia porque había de regresar a Santiago debido a ocupaciones profesionales, advirtiéndonos a los que allí quedábamos haciendo chistes y chascarrillos con el asunto del Códice y el sexo que no olvidásemos su exclusiva aportación al relato y que no lo tomásemos a coña. Hoy, siete meses después, habrá que reconocerle a la ponente del Curso Gurméndez que no era una frivolidad suya y, por supuesto, felicitarle por las fuentes que ella tenía, además de pedirle disculpas por el choteo que tuvo que soportar. Hoy en las redes sociales se comenta con profusión la novedad de "Sexo en la Catedral" que lo entre comillo porque bien podría ser el título de una novela o película. El electricista tardó algún tiempo en descubrir este nuevo elemento que, sin duda, aporta un material peculiar al relato. En twitter, el que fuera presidente de Cantabria, el televisivo Miguel Ángel Revilla, se preguntaba si se referiría el electricista al sexo de los ángeles. El tema tercia bien en estos momentos para aliviar el chorreo de la corrupción que, incluso, se ha superpuesto al de la crisis económica, aunque, vete tú a saber, sexo, corrupción, crisis y peineta de Bárcenas tal vez son todas caras de la misma moneda.

domingo, 17 de febrero de 2013

Histórico apoyo solidario de Ferrol a sus vecinos coruñeses




Un recorte de El Correo Gallego en el que se hacía
referencia al conficto surgido con la restricción
de los vapores trasatlánticos  en el puerto coruñés
La semana pasada entrábamos en ese capítulo, siempre controvertido, de las relaciones entre ciudades vecinas. Decíamos que en el caso de Coruña-Ferrol o Ferrol-Coruña, que tanto monta, la cosas se quedaban más en las rivalidades futbolísticas, pero que había episodios a lo largo de la historia que abordaban otros aspectos más bien relacionados con los pulsos políticos. El ejemplo que poníamos era el de la Refinería de Petróleos del Noroeste a cuya licitación en tiempos de la dictadura concurría también Ferrol con la exposición de unos argumentos más contundentes que los que podrían ofrecer las autoridades coruñesas, aunque con escaso fruto, como quedó subrayado. Pues bien, hoy me quiero detener en otro hito en el que los ferrolanos mostramos una solidaridad sin límites con los moradores de la urbe vecina. Por una Real Orden de 14 de mayo de 1889, hace un siglo largo, se restringía la escala de vapores trastlánticos en el puerto coruñés. Inmediatamente, en aquella ciudad se produjo un movimiento popular espontáneo de contestación, ya que se consideraba que se lesionaban seriamente los intereses no sólo de A Coruña sino incluso de Galicia, tal como argüían en un afán de involucrar en la la lucha a las cuatro provincias y ganar así fuerza en la reivindicación. Ferrol reaccionó inmediatamente con ¡la dimisión de la corporación local! "Esta corporación se pone incondicionalmente al lado de La Coruña para todo aquello que afecta a la dignidad de Galicia", razonaban los ediles ferrolanos. La medida iba en provecho de Santander y "trátase de un bofetón lanzado a Galicia entera". Una comisión representativa de la corporación local se desplazó en barco a la ciudad vecina para presentar la dimisión al Gobernador y fue recibida en el puerto con vítores al pueblo de Ferrol y enormes muestras de cariño, desfilando por las calles coruñesas para, a la hora del mediodía, ser invitados sus miembros a "un suculento almuerzo" en el local de la sociedad La Tertulia de Confianza. Previamente, el Gobernador había intentado  que la corporación revocase su acuerdo, pero los comisionados ferrolanos se mantuvieron en todo momento firmes en su decisión. Es un hermoso episodio de hermandad y solidaridad que refleja que las rivalidades se aparcan cuando se atenta contra los intereses generales. En tiempo récord, aquellas movilizaciones dieron sus frutos y los representantes coruñeses lograron satisfactorias compensaciones.

viernes, 15 de febrero de 2013

Haciendo camino al pensar



El tempranero árbol florido, en la carretera de Papoi

He recuperado las caminatas diarias después de un período inmovilizado por la pereza.  Estas caminatas cubren dos objetivos: el primero, como cualquier mortal intuirá, mover el esqueleto y pelearme con las "goteras" y en segundo término hacer una tregua en lo que son mis ocupaciones habituales para dedicarme exclusivamente a pensar. Sí, sí, mientras camino, durante una hora y cuarto (si hago la caminata corta) con música de fondo que me trae y lleva el mp3 inalámbrico, suelo dejar aclaradas algunas cuestiones, exploro en argumentos para cargarme de razones, trazo las líneas de una inminente intervención, reviso criterios para un futuro trabajo, maduro posibles iniciativas...es decir, tampoco caminando pongo en reposo las neuronas que, por otro lado, todos los facultativos aconsejan mantener en actividad, llegados a determinadas edades, como es mi caso. Parafraseando al poeta, hago camino al pensar. Hoy rompió mi "línea de trabajo", un árbol que a mediados de febrero anuncia la primavera. Es un árbol que acaba de florecer. El único que localicé en el trayecto. "Ipso facto" le disparé un par de fotos, una de las cuales ilustra esta serena reflexión. Me dio una gran alegría. La primavera, época del año en la que, como todo el mundo sabe, la naturaleza se manifiesta en su apoteósico esplendor, es mi estación preferida: Pero, con mucha distancia de cualquier otra. Pues, iba yo recreándome imaginariamente en un bucolismo, siempre presente en la zona rural en la que habito, y en el milagro de la naturaleza regenerada cuando el propio vocablo -regeneración- se instaló en mi pensamiento causando el efecto de una imagen en movimiento que, de repetente, se congela. Claro, suelo salir  encima de comer y después de ver toda la panoplia de sinvergüencerías que, como es su deber,  relatan los informativos. Resulta inevitable la asociación de ideas.  Al pie del árbol florido, opté por entonar una oración laica, invocando la regeneración, acariciando la primavera de las ideas, soñando con el amanecer de una sociedad limpia y el fin de la democracia del pelotazo, de los recortes, de los endemoniados desahucios y de las injusticias sociales. Reza el refranero popular que la primavera la sangre altera. Pues a ver si es verdad. A ver si el árbol florido que ayer descubrí es el preludio de un tiempo diferente, de un tiempo mejor. Amén.   


 

martes, 12 de febrero de 2013

En el décimo aniversario de la muerte de Mario Couceiro

Mario Couceiro con Torrente Ballester en el ciclo inaugural del Club de Prensa
de Ferrol que tuvo lugar en el mes de octubre del año 1987
Hay episodios que deberían de ser rememorados puntualmente, pero falla la memoria y aunque los papeles contienen la referencia estos no se miran y así pasa lo que pasa. El 6 de enero se cumplieron diez años del fallecimiento del periodista, escritor y poeta, Mario Couceiro (Marius). Ocurrió en el 2003. Tenía entonces 83 años y era a la sazón Cronista Oficial de la Ciudad. Había sido compañero mío en el Ferrol Diario. Ahora que estoy revisando este histórico periódico local para ver de editar un libro con mis modestas memorias vuelvo a los años setenta y me encuentro con el amigo Mario que durante un tiempo alimentó la sección de "Feitos". Procedo a acopiar todos los artículos. Quien sabe, a lo mejor algún día podíamos publicarlos. Sería una nueva oportunidad de honrar su memoria. "Carta de algunas islas y varios ríos" (Ediciós do Castro, 1982) es el único poemario salido de imprenta. En su faceta de prosista llegó a ver la luz "Primeira fase e outras narracións" (Tambre 1996) de relatos breves. Su trayectoria periodística se mueve entre El Correo Gallego de los años cincuenta y Ferrol Diario (1969-1981). Fue uno de los animadores de la revista poética Aturuxo, de los años cincuenta. El último acto al que asistió en público fue la presentación del libro de mi autoría "Diálogos con Álvaro Paradela", el 7 de agosto de 2002, ocupando mesa con la presidenta entonces del Club de Prensa de Ferrol (editor del opúsculo) Julia Díaz Sixto y un servidor. Simplemente quería con este post recordar a esta interesante figura a la que, a su muerte, dediqué un texto ¿prosa poética? del que entresaco este fragmento. 

Tal vez porque te movías en las honduras del presentimiento, quizás porque palpabas la proximidad, acaso porque era hora de romper barreras, de desnudar el alma, de eliminar pudores y prejuicios, quizás por eso habías aceptado el brindis. Pero el destino, por decir algo, puso puertas a tu vida. Las circunstancias, irreversibles, nos han obligado a cambiar el verbo, y el tono. Y el semblante se nos tornó sombrío. No hay más remedio que echar mano de ese hierático adjetivo (que no escribiré), que pesa como una losa, que hiere las emociones, que etiqueta la existencia, que nos sitúa frente al después, al más allá, en el hecho metafísico y "metahumano", que acuñaría nuestro común Amaro Orzán. ¿Recuerdas que cada vez que la conversación nos conducía a la reflexión sobre el tránsito final nos mirábamos y al unísono elevábamos la voz: Por qué no hablamos de otra cosa?...Entre incómodos y exasperados poníamos proa a las islas del silencio, a ese mundo azul en el que la muerte es menos muerte, que tú decías. Y dejábamos a popa la realidad de lo intangible, la evidencia de lo inexplicable, la lógica de lo ilógico.¿Para qué introducirnos en la espesura del bosque si éste ni siquiera existe? ¿Para qué edificar el puente si falta el río? ¿Para qué sumergirnos si no hay profundidad? Y abandonábamos lo trascendente  para recuperar el escenario habitual, aquel que olía a plomo fundido, a aceites y grasas, a periódicos, a tintas, a papeles usados, a imprenta antigua...
 

domingo, 10 de febrero de 2013

Ferrol disputó con la vecina ciudad de A Coruña la "Refinería de Petróleo del Noroeste", hace cincuenta y cinco años

En lugar de la Refinería, en Ferrol se instalaron
unos depósitos de combustible
Hace cincuenta y cinco años, Ferrol pugnó con A Coruña por la Refinería de Petróleo del Noroeste. El episodio que entra dentro de las rivalidades como ciudades vecinas o próximas, historia que también está tejida de apoyos recíprocos en determinados momentos,  surgió para el que escribe al ver esa foto que ilustra precisamente este post. Yo recordaba haber leído algo al respecto y sabía que lo había guardado y, en efecto, tras una búsqueda paciente apareció el documento. Se trata de un acta de la sesión plenaria el 21 de agosto de 1958 en la que se hacía referencia a un comentario aparecido en La Voz de Galicia en el que se exponían las aspiraciones y méritos de la urbe coruñesa. El documento señala "sin entrar en el fondo de la cuestión, en lo que a ventajas e inconvenientes se refiere no cabe la menor duda que el puerto ferrolano reúne mejores condiciones que el de La Coruña, ya que contando con análoga situación geográfica en relación con las rutas comerciales de navegación, posee una seguridad y abrigo del que naturalmente carece el puerto coruñés". El argumentario continuaba esgrimiento el hecho de que, además, los principales consumidores de dicho combustible "se encuentran en El Ferrol del Caudillo" y matizaba no sólo en cuanto hace referencia con la Marina de Guerra, sino por necesidades derivadas de las factorías navales "dado el considerable volumen de construcciones y reparaciones que en buques de las flotas militar y mercante se realizan en nuestros astilleros y arsenales". Hasta aquí las razones parecían poderosas a favor del emplazamiento ferrolano, pero aún se añadía que existía el precedente de la instalación de otra refinería en el departamento marítimo de Cartagena. La redacción de la propuesta se hizo en términos muy respetuosos al subrayar que constituía una vieja aspiración local "pero entendiendo que por tratarse de una industria de tipo nacional, correspondía a las entidades estatales y en definitiva al Gobierno decidir el lugar de asentamiento". Apostillaba finalmente el redactor que si las autoridades coruñesas habían hecho ver sus méritos, era necesario que también se conociesen las pretensiones ferrolanas. Al final, la pugna se saldó a favor de la vecina ciudad y a Ferrol se vinieron esos depósitos que aparecen en la foto y que hoy ya no existen.

viernes, 8 de febrero de 2013

Acuerdos estériles


Una de las históricas manifestaciones por el empleo
Leo hoy en los periódicos que la Xunta tomó el acuerdo unánime de apoyar el dique flotante para Ferrol. Obviamente, es mejor que haya apoyos que lo contrario, pero estamos acostumbrados los ferrolanos a que ni siquiera con respaldos unánimes se logren objetivos y se consiga ahuyentar de esta comarca el mal fario que parece perseguirla desde los años setenta del siglo pasado, que ya es decir. Las grandes contradicciones y la frivolidad de las formaciones políticas marcan este largo período de depresión socioeconómica en el que se haya sumida la comarca ferrolana. Por un lado resulta paradójico que tanto el Concello como la Xunta, en cuanto que gobernados por el Partido Popular no destituyan a las cúpulas de Navantia o de la SEPI, o ambas, que están puestas a dedo por el Gobierno central que, mientras no se demuestre lo contrario responde al mismo color político. Si existe desidia, negligencia o inoperancia por parte de los ejecutivos de dichos entes ¿a qué esperan para promover el recambio? Ese debe de ser el primer "acuerdo unánime" del PP. Lo de la frivolidad viene a colación por lo que ya he escrito en ocasiones anteriores, y no me cansaré de reiterar, acerca del doble lenguaje que utilizan a menudo los partidos PP/PSOE cuando en campañas electorales hacen bandera de las necesidades de Ferrolterra  y una vez que alcanzan el poder si te he visto no me acuerdo. Al respecto traigo la anécdota. Un significado dirigente del socialismo gallego, creo recordar que era Miguel Cortizo, hace ya bastantes años, a raíz de perder el gobierno de la Xunta, que presidía Fernando González Laxe, giró una visita a Ferrol para poner a caldo a los "populares" y decir que la comarca estaba totalmente olvidada. Esas acusaciones las hacía a los pocos días de dejar ellos, los socialistas, las riendas de la Administración autonómica, que nada había hecho tampoco por modificar la situación de esta zona. Pero lo mismo se puede decir del PP porque este ejercicio de cinismo fue moneda común del bipartidismo. Acabo como empecé. Están bien los apoyos unánimes, pero si Navantia y la SEPI no responden, la primera decisión será remodelar las cúpulas y acto seguido ejecutar. No perdamos más tiempo en debates y acuerdos que a priori se sabe que serán estériles y únicamente sirven para dar titulares a la prensa.  

 

jueves, 7 de febrero de 2013

Luis Mera será homenajeado



En foto retrospectiva, Luis Mera, a la derecha, con Carlos Gurméndez y Hermengildo Franco
Un grupo de personas ha decidido organizar un homenaje a Luis Mera, dinamizador cultural, investigador y crítico musical, secretario del Club de Prensa de Ferrol y miembro del Consello da Cultura Galega. Forman esta comisión el profesor José A. Ponte Far, el dibujante, caricaturista y escritor, Siro López, el pintor y escultor Manuel Patinha, la profesora e historiadora Ana Romero Masiá y el periodista Germán Castro. Actualmente, preparan la edición de un libro que recogerá testimonios  de numerosas y destacadas personalidades de los campos de la ciencias, las artes y las letras. Este será el presente que le será entregado en el curso de un acto abierto que se celebrará posiblemente en la primera quincena del mes de abril en lugar, día y hora que oportunamente se anunciarán. Luis Mera Naveiras, que ya fuera distinguido con el Premio Diario de Ferrol, une a su condición de luchador antifranquista en los tiempos difíciles, la entrega incondicional al mundo de la cultura en diversos frentes: el ateneista de los años setenta, más tarde el institucional como asesor cultural municipal siendo concejala del área la exparlamentaria Nona Inés Vilariño y como miembro del Consejo de Redacción de la revista FerrolAnalisis y secretario del Club de Prensa en la época más reciente y todavía en vigor. En su faceta de crítico e investigador musical cabe destacar la labor realizada en la recuperación de la obra de Pepito Arriola como compositor y el haber sido impulsor de la creación del Grupo de Metales Santa Cecilia, entre otras actividades.  En alguna ocasión escribí que nuestra particular historia tendrá que dar testimonio y reconocer el trabajo de este ferrolano. Pues bien, este es el momento de dar un paso al frente en la seguridad de que los sectores más sensibles y vinculados con el mundo cultural habrán de responder. Mera no es amigo de homenajes. Es un asiduo del segundo plano del que no es fácil despegarlo. No obstante, la insistencia y persuasión de leales amigos ha dado sus frutos y hoy tiene asumido el salto al protagonismo de primera fila, al menos para recibir los laureles y el afecto que en justicia merece. Volveré sobre la figura de Luis Mera. De momento quede este testimonio, uniéndome a las reseñas de prensa que hoy se ocupan del anunciado homenaje.

 

 

martes, 5 de febrero de 2013

Los periodistas ferrolanos: del altruismo a lo lúdico-cultural


Suelto publicado en El Correo Gallego
el 11-05-1912
Estoy preparando una breve historia del Club de Prensa de Ferrol con motivo de haberse cumplido, el año que finalizó, el 25 aniversario de su fundación. En el afán de contextualizar un poco mi testimonio investigué posibles antecedentes. Y lo hice porque en una de esas guías antiguas de la ciudad había visto en un recopilatorio de sociedades el nombre de la Asociación de la Prensa de Ferrol. Allá me sumergí en El Correo Gallego, entonces periódico ferrolano y, por fin, se dio el hallazgo. Justo acaba también de cumplirse un  siglo, en el año 1912, cuando se fundaba y  sus estatutos obtenían la debida autorización. Se hace mención a la "Caja de Ahorros de la Asociación de la Prensa Local" que tiene la altruista misión de "amparar al compañero que los dolores físicos o el peso de la edad lo imposibilitan para el ejercicio de esta ardua y escabrosa profesión del periodismo", rezan los documentos. El primer presidente fue José Lapique y Adrio que era precisamente el director de El Correo Gallego. Tengo recogidas algunas reseñas anecdóticas como que a poco de fundarse el presidente obsequia con un banquete a los socios fundadores "en un comedor especial del Hotel Suizo" y los socios a su vez regalan una pluma de oro a Lapique. Por cierto, el presidente invadido por la melancolía dijo "pocos gozaremos de lo que hemos construido ya que la mayor parte somos viejos, pero ahí queda la obra para que futuras generaciones de periodistas ferrolanos puedan cobijarse a su abrigo". Esta asociación debió de prolongar su existencia hasta los años treinta, porque luego le pierdo la pista, prueba de que acabaría disolviéndose. De todas maneras no pueden aplicarse paralelismos debido a las circunstancias en que nacen una y otra, en este caso el Club de Prensa de Ferrol. La diferencia está en sus fines, la primera pretendía ser una especie de mutualidad para cubrir necesidades de los plumillas de la época y el Club de Prensa nace, tras intensos debates, como ya conté en esta misma sección, con la finalidad lúdico-cultural. En suma, como indicaba al inicio de estas líneas, estoy ocupado en hacer un relato del nacimiento y evolución de la actual entidad periodística, que ya tiene algunos hitos en su historial, tejido durante un cuarto de siglo. Seguro que volveré sobre el tema cuando ya todo esté a punto de salir de la imprenta, que no debe de tardar o al menos eso me propongo.

domingo, 3 de febrero de 2013

La timba del Casino Ferrolano


Reproducción parcial de la columna
de Ricardo Nores publicada en el
desaparecido Ferrol Diario
En este afán o avidez mía de hurgar en papeles y hemerotecas hallé hace ya algún tiempo un suelto en el periódico ABC de fecha 15-12-1926 que decía "Se clausura el Casino Ferrolano por tiempo indefinido a causa de haberse comprobado que en él se jugaba a los prohibidos". Desconocía yo, seguro que no así por parte de los historiadores locales, este lunar en la historia de esta entidad de imagen acrisolada frecuentada por lo que podíamos llamar las elites de la sociedad ferrolana. El caso es que recientemente en el "barrido" que estoy haciendo del desaparecido rotativo Ferrol Diario, sin buscarlo me encontré con una de las colaboraciones de Ricardo Nores que ejercía de Cronista Oficial de la Ciudad allá por los años setenta. Dice Nores Castro, contextualizando su aportación, que hasta el año 1923 el juego estaba arraigado en la sociedad española hasta que la dictadura del general Primo de Rivera tomó cartas -nunca mejor dicho con aire irónico- en este tibio asunto. El caso es que un buen día el juez de instrucción, acompañado de fuerzas de la Guardia Civil, se personó en el Casino para sorprender "la magna partida de timba". Relata el Cronista que previamente para poder sorprender a los jugadores mandó entrar a un alguacil en el local y so pretexto de hacer éste una pregunta a uno de los camareros, se colocó delante precisamente del botón del timbre de dar el aviso de alarma a la sala de juego. Entretenido así el camarero citado, cuando advirtió la entrada del juez y sus acompañantes no pudo dar la señal convenida pues aun cuando lo intentó lo impidieron los agentes de la Benemérita. Cuenta asimismo que entre las personas detenidas que fueron diez o doce figuraban algunas  de destacada distinción y una que días antes censuraba públicamente el juego recomendando a la policía que extremara la vigilancia. En el transcurso de la redada uno de los "puntos sorprendidos", oficial de la Armada, hizo cuadrar a uno de los guardias civiles que trataba de detenerle (muy propio de una extinguida y rancia sociedad local que se prodigaba en "no sabe usted con quien está hablando"), terciando entonces el juez y mandando a uno de los agentes de vigilancia que prendiese al marino. "A presencia del juez se destruyó aquella noche el timbre de alarma y la mesa de juego".

sábado, 2 de febrero de 2013

En el quince aniversario


                                                    Fotos: José Mouriz
Casi pasó sin pena ni gloria el quince aniversario del "trompazo" que se dio una noche de violento temporal el Discoverer Enterprise contra el puente de As Pías, dejando a Ferrol incomunicado. Fue en la madrugada del 13 de enero de 1998. El vial quedó partido en dos, noticia que, por su espectacularidad, dio la vuelta al mundo. Con independencia de los daños materiales ocasionados en el propio buque, el siniestro me produce un par de reflexiones. Por una parte la inexplicable circunstancia de que un buque suelte amarras y navegue a la deriva por la ría hasta colisionar con el puente. Los temporales en esta zona suelen preverse y los avezados hombres de mar que operan en un astillero del poderío y prestigio de la antigua Astano saben muy bien a qué fuerza del viento nos podemos enfrentar. Es verdad que nunca sucedió y que por consiguiente podemos situar el incidente en lo casual o fortuito, pero aún así no resulta fácil justificarlo. Recuerdo que por aquel entonces trabajaba yo en La Voz de Galicia y en una columna de opinión dejé escrito que el aparatoso accidente de la plataforma de prospección petrolífera se daba en un momento en que Astano había perdido por la crisis de la construcción naval (prejubilaciones, bajas incentivadas) personal muy cualificado. La generación que podía impartir maestría se había replegado y quedaba gente joven, en muchos casos inexperta. Ahí podía radicar la causa de aquel trágico percance. Otra consideración tiene que ver con el sentido del refranero que reza que no hay mal que por bien no venga. A raíz de haberse estrellado el Discoverer Enterprise no solo se arregló en tiempo récord el vial, ampliando el ancho del carril, sino que el tramo de autopista Pontedeume-Ferrol que llevaba catorce años de retraso cobró celeridad y, por fin, alcanzó su punto final.