sábado, 30 de noviembre de 2013

La difícil papeleta de Cándido Méndez


El líder ugetista conversa con la periodista
Ana Pastor, de la Sexta TV.
En este panorama convulso en el que nos movemos, en el que la perversión, de palabra y obra, campa a sus anchas, uno, que es así de ingenuo cree, tiene que creer, que aún quedan espacios y personas en los que anida la honestidad, la coherencia y, en definitiva, esos valores y principios que dan cuerpo de naturaleza al que debiera ser el noble ejercicio de la política, de la acción institucional, de la sana convivencia en sana libertad y democracia. Pero cada día que pasa ves que son menos las tablas de salvación, que los recursos a los que uno puede asirse menudean, que, a la postre, hemos montado una sociedad sobre arenas movedizas, falsos techos, paredes de pladur, cristales tintados... Leo unas declaraciones del líder de UGT Cándido Méndez en las que pone de manifiesto que en su sindicato habrá dimisiones, pero no la suya. (Justo cuando esto escribía se anunciaba la dimisión del secretario general de UGT de Andalucía). Precisamente porque, al menos hasta ahora, estaba convencido de la integridad moral y cívica de este significado sindicalista, creo que pierde una oportunidad de oro de salir por la puerta grande si en este momento, tal vez antes, incluso, presentara su dimisión. Pienso que no debe justificar el hecho de que él no haya intervenido directamente en el escándalo de las facturas falsas y demás fechorías, o que las federaciones territoriales tienen personalidad propia con el resultado de que el aparato central del sindicato no se entera de lo que sucede en la periferia. Méndez es el responsable primero y último de la pirámide organizativa de la central obrera que lidera. En el programa "el objetivo" de la Sexta Tv llegó a sincerarse cuando dijo que en algún momento había pensado en dimitir. He ahí la vacilación y, a mi modo de ver, tal vez la debilidad frente a la grandeza de asumir sin ambages su responsabilidad. Ya que de las otras nada se puede esperar, hay, no obstante, determinadas personas en las que presumes ese arranque de ética y coherencia. Marcando diferencias. Sin embargo, tampoco.

jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Entregará Rajoy la cabeza de la SEPI a Rey Varela?


El alcalde de Ferrol y cargos públicos del PP, entre ellos el presidente de la Diputación Provincial, Diego Calvo, viajan hoy a Madrid para concentrarse delante de la SEPI en señal de protesta por la funesta gestión de los astilleros de la ría ferrolana. Podrá decirse que la dirección de tiro no es la adecuada, que tal vez tendrían que mirar a Génova, que es donde reside la facultad de quitar y poner ejecutivos en las organismos públicos, o que el desplazamiento busca más la fotografía de una supuesta "rebelión" del PP ferrolano y/o de Ferrolterra que un resultado positivo. Habrá también quien piense que es una manera de desviar la atención y sacar del punto de mira a Núñez Feijóo, al que el pasado martes fueron a "visitar" los trabajadores del naval ferrolano. Vaya por delante que todas las opiniones son respetables, pero, he de añadir que, personalmente, valoro el gesto.  Cualquier acción que se realice en evitación de nuevos despidos, cualquier movilización que tenga como objetivo frenar la sangría del desempleo en esta comarca, tan castigada en las últimas décadas, debe de ser saludada, con independencia del color con que se mire. Iniciativas como la presente , aunque lleven más carga testimonial que otra cosa, contribuyen a mantener el motor en marcha. Tiempo habrá en días sucesivos para ver qué  consecuencias se derivan de la concentración de los cargos públicos del PP hoy en Madrid. Porque ese es el gran riesgo que corren los "díscolos" populares. El riesgo de quedarse en ridículo, de retornar con las manos vacías, de que, en suma, la dirección del Partido Popular en Madrid los ignore. Es seguro que todo eso lo ha sopesado la expedición capitaneada por Rey Varela  y Diego Calvo y que antes de llegar a la capital de España habrán mandado el recado y se supone que hablarían incluso de una posible salida con brillo de esta "protesta". Lo que está claro es que van a por la cúpula de la SEPI, ahora falta por ver si Rajoy les entrega la cabeza. Lo que me resulta impensable es que se hayan embarcado en el viaje a Madrid sin haber negociado previamente condición alguna.

martes, 26 de noviembre de 2013

El grito de la desesperación




La movilización, ayer
Foto de Jorge Meis (Diario de Ferrol)
Los trabajadores de los astilleros de la ría se manifestaron ayer en Santiago. El personal del sector se subió al tren de la movilización allá por los años ochenta y no solo no se ha apeado desde entonces sino que, de nuevo, ha de apretar el acelerador de la protesta como "eterno" recurso ante la carencia de pedidos debido a la inutilidad de los gestores. La brillante ingeniería, la mano de obra cualificada, la principal, las auxiliares, lo que quedaba de todo esto después de varias reconversiones va a entrar, en corto espacio de tiempo, en vida contemplativa, mirando al cielo a ver si la Providencia obra el milagro y suple la incapacidad de aquellos que en teoría tienen la obligación de vender lo que mejor sabemos hacer en Ferrol, que son los barcos. Lo escribíamos el otro día. Hasta aquí se ha venido hablando de los floteles para Pemex, los gaseros para Repsol, la continuidad de las fragatas para la Marina, el dique flotante para el gran centro de reparaciones... Humareda y solo humareda. Claro, quienes tendrían que estar apoyando con el ejercicio de alta política operaciones de la envergadura de contratos de grandes y sofisticadas unidades navales, han de estar, sin embargo, deshaciendo un día sí y otro también la madeja de la corrupción, de las donaciones ilegales, de las dobles contabilidades, etecé. En otros países es el propio presidente del gobierno de la nación el que media y apoya gestiones de gran factura porque no solo hay que presentar una buena oferta sino que hay trabajarla desde la diplomacia y la acción institucional. Por arriba, nadie se mueve y en todo caso cuando alguien habla, como el ministro Soria este día, la caga, con perdón. No sabe ni de lo que va la historia. Si descendemos un peldaño en la Administración y nos quedamos en el gobierno autonómico habrá que decir que a Núñez Feijóo le doraron un día la pildora con los cacareados contratos de Pemex, con fotos para la posteridad, manos entrelazadas simbolizando el pacto, declaraciones ilusionantes, pero hasta el momento, y el tiempo pasa y pesa para las familias que se ven a las puertas del paro, el resultado es de cero patatero. Por eso, al presidente gallego le ha tenido que llegar el clamor de los trabajadores de Navantia. Es el grito de la desesperación. El personal del Naval no va a explorar sobre las causas: si a Feijóo lo engañaron o si el Presidente se lanzó a la piscina en su día para sacar de delante la presión. El personal lo que sabe es que no existe carga de trabajo y así lo han puesto de manifiesto en su viaje-protesta a Compostela.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Periodistas


Revisando periódicos de Ferrol Diario encontré la fotografía que ilustra este texto. Lástima no tener el original en favor de una mayor calidad. Aunque luego coincidí con algunos de ellos, a estos "plumillas", un poco mayores que yo, siempre los he visto  y valorado con gran respeto. Los tenía como referentes, incluso de culto, en la proximidad y bajo el prisma de mi juventud. La fotografía data del 29 de mayo de 1971 y fue hecha en el curso de una rueda de prensa convocada por el alcalde de Ferrol, a la sazón Rogelio Cenalmor Ramos, que es el primero por la derecha. A su lado, en segundo lugar, aparece Andrés París Rico, compañero con el que coincidiría en Ferrol Diario. Acabamos siendo además de compañeros, grandes amigos, aunque el primer día que yo salí a la calle me llevé un susto porque casualmente me encontré con la presidenta de amas de casa a la que abordé con algunas preguntas y cuando regresé a carretera Alta del Puerto, en donde estaba la sede del periódico, al ver las notas y entrevista que yo, muy ufano, rendía me espetó "¿oye, Man, como te metes en ese campo?, esa parcela de las amas de casa es mía". Pronto quedaron aclaradas las "fronteras", los dos pateábamos la calle y, como digo,  acabamos fraguando una estrecha relación amistosa. Compartimos muchas vivencias y experiencias. El siguiente, de derecha a izquierda, es Francisco Valle Romero, delegado de La Voz de Galicia en Ferrol, que fue quien me introdujo en el periodismo amateur, nombrándome corresponsal de dicho rotativo cuando yo todavía estudiaba. Un hombre- era también Oficial Mayor del Ayuntamiento- que marca, por consiguiente, el punto de partida de mi trayectoria. A continuación el gran reportero "todoterreno" Rafael Permuy. Aunque nunca nos perdimos de vista, ahora somos amigos en Facebook: Ya le pasé alguna de las fotos que he ido recortando del Ferrol Diario. Permuy, que luego siguió la carrera de la milicia, sin abandonar el periodismo, en este caso especializado en publicaciones y revistas del área castrense  (actualmente es director de Publicaciones de la Editorial Galland Books y director adjunto de la Revista de Historia y Actualidad Militar Ares Enalyus) desbordaba dinamismo y para él los géneros periodísticos no tenían secretos. La persona que está a su lado creo identificarla como el director entonces de Radio Popular, José Miguel de Paz, con el que apenas he tenido trato. El segundo por la izquierda es Eduardo Gómez Bellón, que firmaba con el pseudónimo de "Baltar", otro periodista de los que marcaron época en los años setenta y posteriores. Trabajaba en El Ideal Gallego, atesoraba ya una gran experiencia cuando yo me incorporé al FD y era un colega que correspondía con generosidad si en algún momento se le pedía ayuda, además de caracterizarse por una osadía sin límites. Llegó a disfrazarse para conseguir alguna información, ponía el oído en las puertas y paredes de los despachos y salas de reuniones del Ayuntamiento y en una ocasión llegó a colarse por la ventana de un desván en una casa rural en donde se decía que yacía una persona muerta. Él narró el hallazgo en primera persona.Y al periodista que está de espaldas, "Jovalo" (José Varela Losada) le dediqué ya una de mis acotaciones no hace mucho tiempo, concretamente el 27 de agosto pasado. La trayectoria de cada uno de estos colegas podían ser objeto de un "monográfico". Lo contado es pura y simple anécdota. Valle Romero, Andrés París, "Jovalo" y "Baltar" fallecieron. Los tengo en el recuerdo.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Hace 130 años: Ferrol, a "dos velas" y cien faroles



(rcrtecnoblog.blogspot.com)
Se cumplen ciento treinta años de la entrada en funcionamiento del alumbrado de gas en Ferrol. "Ha llegado el deseado momento...pero nos vemos condenados a celebrarlo sin ostentación alguna porque el suceso no es nuevo y empezamos nosotros a disfrutar de los beneficios de tan intensa luz cuando en las demás poblaciones se discurre ya sobre el proyecto de alumbrado de vías públicas por el moderno sistema de electricidad". De esta manera era recibida la mejora, según narra El Correo Gallego de la época. Parece, dicho sea entre paréntesis, que es una constante histórica que Ferrol se incorpore a los adelantos con un notorio retraso en relación con otras ciudades. Podemos poner algún ejemplo reciente, como la autopista que tardó 14 años sobre lo previsto, no digamos, en tiempos pretéritos, las comunicaciones por ferrocarril, tanto la línea Betanzos-Ferrol como el de vía estrecha Ferrol-Gijón. Veremos a ver lo que tardamos ahora en disponer del tren al puerto exterior, tan necesario para dar sentido a los servicios que esa gran instalación puede desarrollar. Volviendo a lo del gas, cabe añadir que el proyecto se había iniciado veinte años atrás y señalar que hasta la fecha antes indicada, la ciudad se alumbraba con unos cien faroles de petróleo o de aceite de oliva. La situación económica no era buena debido al declive de los arsenales, aunque muy pronto, a mediados de ese siglo, tendría una recuperación, según consta en el estudio "Gas de Ferrol 1833-1898) de la autoría de Mercedes Arroyo, Universidad de Barcelona. Bien, pues una vez inaugurada la nueva fórmula ya se empezaron a producir las primeras quejas "porque el gas no producía la claridad de los primeros días". De hecho, muchos comercios de la ciudad se seguían alumbrando con el petróleo y, dato más curioso y paradójico, el propio edificio del Ayuntamiento se iluminaba con ese mismo combustible. El asunto dio para la controversia, con acusaciones a la autoridad municipal que se mostraba reacia a exigir un mejor servicio. Doce años más tarde (1895), Ferrol celebraba la llegada de la luz eléctrica, también con retraso, por variar. Recuerdo de pequeño en mi querida tierra de Esmelle, alumbrarnos con luz de vela, de carburo , de aceite, etc. El día que llegó la luz eléctrica, ¡cincuenta y siete años más tarde que a Ferrol, estando sólo a unos 8 kilómetros! las viviendas rurales esperaron al anochecer para abrir todas sus ventanas y así mostrar con gran regocijo el encendido general. Capítulos para nuestra particular historia.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El "coletilla", único maestro nacional en una época del Ferrol decimonónico castigado por la pobreza


Leyendo "historias" de un tiempo pretérito siempre se encuentran episodios que sin cobrar mayor relevancia son indicadoras de una situación concreta en un momento determinado. Me llamó la atención una de aquellas crónicas del "Ferrol de ayer" que firmaba Ricardo Nores Castro, Cronista Oficial de la Ciudad en los años setenta del siglo pasado. Comentaba el articulista las dificultades que  afrontaba la población ferrolana en los distintos campos de la hacienda, la beneficencia y la instrucción pública hace 190 años años, en el 1823. A la sazón había una sola escuela pública  regida por el maestro Jacobo Violán al que apodaban el "coletilla", por lucir coleta muchos años después de que pasara la moda. Su designación databa de finales del siglo XVIII "una vez comprobada su limpieza de sangre y sufrido examen de suficiencia". Tenía unos tres mil reales de sueldo por educar a un centenar de alumnos, auxiliado por un ayudante que percibía la mitad de la remuneración del titular. "El coletilla" llegó a sufrir una sanción de dos meses de sueldo por negarse a conducir a sus alumnos a las "letanías, rogativas o procesiones" protestando de que tal obligación le fuese impuesta no solo a él sino también los maestros de la privada. Alegaba que al dársele posesión nada se le había prevenido de asistir a actos religiosos. Aquel benemérito maestro nacional, único en su clase en Ferrol, que había comenzado a impartir la docencia en 1774 fallecería en 1825 pobre pero querido por todos. Para completar la fotografía del estado de la enseñanza en aquella época ha de añadirse que en Ferrol existían nueve escuelas privadas de niños y treinta y dos de niñas, atendidas por "personas carentes de la debida garantía y aún de moralidad". Narraba Nores Castro, remitiéndose a la información del siglo XIX, que, incluso, llegó a dar clase un expresidiario. El censo escolar  era de 777 alumnos, 334 niños y 443 niñas. "No se enseñaba otra cosa que el catecismo y la lectura y calceta y lectura a las niñas".  La escritura y la aritmética eran consideradas enseñanzas superiores.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Personajes para recordar: Leonardo Freijomil




A la izquierda en un homenaje en vida (1970), al centro con un grupo de periodistas: Valle Romero, Álvaro Paradela, Mario Couceiro, Ángel Padín, entre otros. Él es el tercero por la derecha, de pie. A la derecha con un premio en la mano en un acto público.
(Ferrol Diario y archivo del autor)


No hace mucho me enteré  de que la asociación vecinal de San Xoán de Piñeiro, en el vecino ayuntamiento de Mugardos, había organizado un homenaje in memoriam de Leonardo Freijomil Bellón, marino, amigo de las motos, ornitólogo, columnista habitual de El Ideal Gallego  y animador en prensa y radio de cuantos eventos se reclamaba su colaboración. El acto al que me refiero se celebró el pasado mes de agosto y fue el artista y escritor, Siro López, precisamente uno de los conferenciantes, junto con el veterano médico y exalcalde ferrolano Couce Doce, el que me lo comentó en el curso de una tertulia en casa de nuestro común amigo Luis Mera, en Santa Icía. Según el testimonio de Siro, fue una actividad enmarcada en un entrañable ambiente de barrio, en la que el anecdotario que inunda la figura y vida de Freixo (era su firma como articulista) cobró especial relieve.  "Couce recordou anécdotas que viviu con Freixo, co mago Lorente e con outros amigos. Eu falei do meu amigo, que me acompañaba ás incontabeis conferencias que din por todos os antigos teleclubes da provincia...Tamé falei do seu amor polos animais, que contrastaba coa súa condición de cazador; de como adestraba os xílgaros, que cantaban misas, etc.", me contó Siro en sucinto resumen.Recuerdo a Leonardo Freijomil ganando premios en carreras de motos de veteranos, hasta muy avanzada edad, próximo a los 80 años. También escribía la crónica de los concursos de aves canoras como pluma experta y conocedora de la materia. Obra en las hemerotecas que el primer concurso de pájaros silvestres celebrado en la comarca ferrolana fue en Narón, en el año 1959, organizado por nuestro recordado Freixo. También le gustaba la fotografía y en la retina tengo fotos de Leonardo freijomil encaramado en un palco de la música de cualquier parroquia o aldea de la redonda para hacer de maestro de ceremonias de alguna actividad cultural o popular, o "alineándose" con la plantilla de periodistas ferrolanos que asistíamos al "Día de los Medios de Comunicación" en la Feria de Muestras... Un hombre que derrochó actividad, generosidad y un espíritu humano digno del mayor reconocimiento. Me alegro de que lo hayan recordado en su terruño mugardés y quede también en las redes sociales mi particular tributo.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Ni gaseros, ni floteles, ni fragatas



Realmente, si hacemos caso a las informaciones que circulan, lo de Navantia es patético. Se mueve entre los desaciertos y un hipotético maleficio para los menos críticos y acaso màs supersticiosos, los de ¡qué mala suerte!Veamos. Los gestores de la compañía naval llegan tarde a las adjudicaciones, caso de los gaseros de Repsol, que allá se van para Japón y Corea. Los contratos de Pemex, aunque creo que me repito, parecen responder al guión del cuento de la buena pipa, que un día le contaron  las petroleras mexicanas al presidente gallego Núñez Feijóo, quien ahora, lógicamente, carga con las consecuencias de la alegría que le transmitieron en su día los ejecutivos de aquel país. La Armada que, por razones de crisis, no puede encargar más barcos. (Por cierto, dicho sea entre paréntesis, esta es la gran paradoja o la contradicción existencial de un pueblo que defiende la paz, pero construye barcos para la guerra. El acero y el gris naval son señas de identidad históricas. Los buques, civiles y militares son los que nos han dado de comer desde que los Borbones se fijaron en nuestra privilegiada ría). Retomando la cuestión, de ser ciertas las noticias que ayer cobraban titulares en algunos medios digitales, la cúpula de Navantia debería de caer fulminantemente por no dar palo al agua. Feijóo alguna penitencia ha de pagar. Cada vez que le hablan de Pemex le salen ronchas ya que sobre él pesa la responsabilidad política y el, hasta ahora al menos, fracaso de la gestión de los dichosos floteles. Y la Marina, que de buena gana seguiría con el plan de modernización de las fragatas, pero que ha de limitarse a la cristiana resignación, porque la situación es la que es. Y así como en Ferrol tiraríamos cohetes con la adjudicación de contratos para la Armada, otros sectores de la ciudadanía, más allá de Pedrafita, protestarían por el empleo de millones de euros en Defensa cuando hay un 20% de españoles en situación de exclusión social. Mientras tanto, a los trabajadores de los astilleros los entendemos y nos sumamos en su indignada reacción de movilizarse por calles y plazas, ante el riesgo que corren miles de familias de engrosar las escandalosas listas del paro.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Bernardo Castelo Álvarez (1950-2006)


A la izquierda, Bernardo Castelo en la mesa directiva durante una asamblea de socios del Club de Prensa de Ferrol, junto con Julia Díaz Sixto, vicepresidentay el que suscribe, entonces presidente, y a la derecha Castelo entrevista en la "Revista Oral" al profesor Juan José Moralejo
(Fotos del archivo del Club de Prensa de Ferrol)
Estos días muevo muchos papeles, actas, recortes de periódicos, documentos audiovisuales y sobre todo fotografías, porque pronto saldrá a la luz  la "Historia gráfica del Club de Prensa de Ferrol 1987-2012", con motivo del 25 aniversario de la entidad. Al manejar este material, ante mi han pasado numerosos compañeros y compañeras, colaboradores, columnistas, críticos literarios, como no podía ser de otra manera. Con independencia de que a lo mejor en otra ocasión lo haga con mayor detenimiento porque, sin duda, el personaje lo requiere, voy a referirme sucintamente a un socio fundador que ya no está entre nosotros. Se murió demasiado pronto, a los 56 años, en agosto de 2006. Se trata de Bernardo Castelo Álvarez, al que pedí en el momento de la puesta en marcha de la publicación que formase parte del Consejo de Redacción de FerrolAnalisis. Por su manera de ser no le resultaba fácil granjearse simpatías. Actuaba bajo criterios y razones selectivas. No solo rehuía de los lugares comunes sino que radiografiaba con exquisita exigencia a sus posibles amigos. Era una persona culta, informada, que esgrimía un discurso de rigor y una ética esmerada. No menos cuidadoso era en su estética personal. Su presencia física era impoluta, combinaba con estudiado gusto su vestimenta, era un tipo alto, erguido en su mirada y pose, en fin, puede afirmarse que respondía a un hombre de acusando acento dandy. Tenía una trayectoria de mucho mérito: estudiaba mientras prestaba servicios en el despacho de una notaría de la ciudad. Con su esfuerzo personal, sacando horas a su tiempo libre y ocio, se licenció y doctoró en Historia del Arte, especializándose en arquitectura y urbanismo. Era profesor titular de la Universidade da Coruña.  Precisamente su tesis doctoral dio lugar a un documentado trabajo que editó la UDC "Ferrol. Morfología urbana y arquitectura civil 1900-1940". En la revista FerrolAnalisis dejó publicados interesantísimos trabajos "Con las huellas de la historia sobre la piel urbana" (FerrolAnalisis nº 1) y "Desde el Santo Hospital de Caridad al Centro Cultural Carlos III" (FerrolAnalisis nº 2). Es autor también de uno de los "Cuadernos FerrolAnalisis" sobre "Pasado y futuro del teatro Jofre". Castelo y un servidor hemos discutido y debatido largo y tendido sobre temas culturales, el propio concepto de la cultura, asuntos sociales, políticos, etc. A mi modo de ver, de ahí mi llamada al fundarse la entidad, era un pilar fundamental en la salida del Club de Prensa y nunca las diferencias empañaron una amistad y reconocimiento mutuos. En sus columnas periodísticas, Bernardo Castelo Álvarez firmaba siempre como vocal de la directiva fundadora del Club de Prensa de Ferrol, una actitud que le honraba. Andando el tiempo, por tener que dedicarse a los estudios y más adelante optar a la docencia en la Universidad, se produjo cierto distanciamiento con las actividades del Club de los periodistas ferrolanos.

martes, 12 de noviembre de 2013

José Alonso López y Nobal, el liberal ferrolano de las Cortes de Cádiz que murió perseguido y arruinado


La calle que lleva su nombre en el barrio de
Canido en donde vivía y por el que al fallecer
decían que vagaba su alma en pena
El pasado día 2 se cumplió el 250 aniversario del nacimiento de un ilustre ferrolano, José Alonso López, diputado en las Cortes de Cádiz y autor de un estudio de seis tomos titulado "Consideraciones generales sobre varios puntos históricos, políticos y económicos, a favor de la libertad y fomento de los pueblos y noticias particulares de esta clase, relativos al Ferrol y su comarca". Debido a la represión de la época editó en el extranjero bajo seudónimo y con sus ahorros. El estudio fue retirado en 1823 de las librerías y la mayoría de las ediciones fue vendida a su muerte por la viuda como papel al peso para envolver. Al morir -cuenta Isaac Otero en "Crónicas de la emigración"-  se corrió el rumor de que su alma vagaba por las sombras nocturnas en forma de fantasma por los aledaños de su casa, muy próxima al Crucero de Canido, por donde actualmente discurre una calle que lleva su nombre. Resultó ser un ayudante de plaza ferrolana, un "oscurantista" furibundo que caminaba sobre zancos, con una luz en la cabeza y una campana en la mano, lanzando gritos desesperados. Fue detenido como miembro de la reacción clerical que, de esta manera,  tomaba venganza del espíritu liberal del marino e ingeniero. Se cuenta también que su biblioteca fue saqueada y destruida en parte por por el fanatismo del cura de la villa que se presentó en la casa mortuoria conminando a la hermana política a que se la franquease "quemando en el patio de la casa muchas obras científicas escritas en francés e inglés", añade Isaac Otero. El recordado se decía que tocaba con gusto y perfección seis o siete instrumentos musicales. Llegó a ser segundo alcalde de Ferrol. Toda una figura del liberalismo que padeció en sus carnes la represión por sus convicciones. José Alonso López y Nobal nace en 1763 en Ferrol (A Coruña). En 1787 ingresa en la Armada, primero como piloto y posteriormente como profesor de matemáticas en la Academia de Guardiamarinas de Ferrol. Desarrolla también numerosas actividades como cartógrafo, astrónomo, ingeniero, etc. En 1808 forma parte de la junta de defensa de Ferrol en el levantamiento contra los franceses. En 1810 es elegido diputado por Galicia en las cortes de Cádiz, labor que desarrollará hasta 1814 participando activamente en la elaboración de la Constitución liberal. Al retorno de Fernando VII se exilia a Francia. En 1820 regresa a España y participa en el levantamiento liberal. De nuevo es elegido miembro de las Cortes durante el trienio liberal. Muere en 1824 en Ferrol, perseguido y arruinado, como queda dicho.

domingo, 10 de noviembre de 2013

María Victoria Fernández Paredes

María Victoria Fernández Paredes
vista por Siro (1976), que empezaba a publicar
sus viñetas humorísticas en Ferrol Diario
María Victoria Fernández Paredes fue enterrada ayer, sábado. Aunque no he visto referencia alguna en medios digitales locales, con independencia de la necrológica en la página reservada a las esquelas, la finada fue concejal en los estertores del viejo régimen por el tercio familiar. La recuerdo en la corporación que presidía el ingeniero naval Joaquín González-Llanos, en la que formaban veteranos como Justo Bedoya, Tanín (Cagiao Jarel), Caamaño González, Camilo Ces y otros más jóvenes como Santos Gilabert, Pedro Sanz y Jaime López, además de Elisa Montañés, que luego, ya en democracia, se alinearía en el grupo municipal de Unidade Galega. Como digo, estábamos en los prolegómenos de la democracia, con la dictadura dando los últimos coletazos y, de hecho, los ediles acusaban ese estado anímico de interinidad, conscientes de que la historia de España escribía el fin de ciclo. Me sitúo en los años 1974 y siguientes hasta la celebración de las primeras elecciones locales democráticas. María Victoria Fernández Paredes -viuda de Carmelo Teijeiro Menéndez, que ejerció su compromiso en los frentes sindical y socialista así como, en los últimos años,  en la lucha contra el emplazamiento de la planta de gas en Mugardos- ostentaba en la etapa a que aludo la delegación de mercados. Era una de la voces críticas denunciando una especie de poder en la sombra que denominaba como el fenómeno "X", que movía los hilos del Ayuntamiento. Decía que "X" eran  "ese o esos personajes grises que, pertenecientes y, o relacionados con la Corporación o maquinaria municipal gobiernan por detrás el Ayuntamiento". También se mostraba  crítica con el sistema que relegaba al tercio familiar "el menos representado en la Comisión Municipal Permanente". María Victoria ya no retornaría a la política, tras el advenimiento de la democracia. Descanse en paz


viernes, 8 de noviembre de 2013

Serafín Lorenzo: un fotógrafo cuya obra a punto estuvo de ir a parar a un contenedor de escombros

El fotógrafo Serafín Lorenzo, con su esposa, uno de los documentos
 salvados por la iniciativa de Paulino Gasalla.
Una de esas fotos de grupo recuperadas en las que
se encuentra el que suscribe, segundo por la
izquierda, con una piña de amigos, entre ellos
mi hermano mayor, segundo por la derecha.
(Del archivo de Serafín Lorenzo)
Serafín Lorenzo, conocido popularmente como "Cazolitos", era uno de esos fotógrafos de pueblo que fue salvado del olvido por un hombre sensible y culto, Paulino Gasalla, actual responsable de la Sociedade Galega de Historia Natural. Paulino, muerto ya Serafín, se decidió a adquirir a los herederos la casa en la que el fotógrafo vivió en Esmelle. Al iniciarse las obras de restauración del inmueble se encontraron centenares y centenares de negativos que, abandonados a su suerte, podían acabar en el contenedor de escombros si no se produjera la sabia actuación del nuevo propietario que dio valor al hallazgo y puso en marcha medidas de recuperación de dicho material. Muchos negativos se positivaron -hoy recogidos en álbumes en la asociación de vecinos Valle de Esmelle, en cuyo local se llegó a hacer una exposición- y otros muchos presentaban un estado de deterioro tal que fue imposible su salvación. Los directivos vecinales esmudienses, particularmente Rafa Beceiro, han tenido la gentileza de permitirme el acceso a muchos de ellos, entre los que, curiosamente, me encontré yo, de joven, en varias fotografías de grupo de los años sesenta. Particularmente emotivo para mi fue recuperar retratos de mis padres, él maestro de escuela durante 30 años en dicha parroquia. Yo recuerdo a Serafín Lorenzo, siempre trajeado, pateando las playas de la zona, las verbenas de las fiestas patronales, las merendolas de las romerías, bodas, bautizos...Recuerdo también que las fotos, ya reveladas, quedaban metidas en sobres en las dos o tres tiendas de la zona por donde en teoría podrían pasar los destinatarios y recogerlas, previo pago de su importe. Muchos de esos documentos son hoy valioso testimonio de un tiempo pretérito que atesora la entidad vecinal, tan involucrada en la recuperación del patrimonio material e inmaterial, "Proyecto Esmelle" laureado internacionalmente. (Los interesados pueden entrar a la web http://www.valledeesmelle.com/ ). Se ha salvado buena parte de la documentación gráfica y se ha salvado también el nombre de uno de esos fotógrafos que, muchas veces desde el anonimato, porque el territorio que dominaban limitaba con las fronteras urbanas, han captado toda una época de un espacio rural, con sus usos y costumbres, tradiciones y leyendas, paisajes y personajes. Serafín Lorenzo, el entrañable "Cazolitos", también se salvó de caer en un inmerecido olvido.

martes, 5 de noviembre de 2013

José María Cabado (1940-2013)


A la izquierda, Cabado Martínez ejerciendo el derecho al voto y a la derecha, el primero por la izquierda
en la fila delantera del salón de plenos. (Archivo del autor)
José María Cabado Martínez acaba de dejarnos. Tenía 73 años. Fue un luchador antifranquista, activo sindicalista de CCOO de la antigua Empresa Nacional Bazán, en la que trabajaba como soldador. A raíz de los sucesos del 10 de marzo del 72 en los que perdieron la vida los obreros Amador y Daniel, abatidos por las balas de la policía del viejo régimen, Cabado Martínez tuvo que exiliarse en Francia. A su regreso, fue readmitido en Bazán y este hombre mantuvo su compromiso con las libertades y la democracia, tanto desde el movimiento vecinal como en la órbita política, habiendo sido concejal de la primera corporación democrática, en las filas del Partido Comunista de Galicia (PCG). Por razones de mi oficio he conversado con él muchas veces, como es lógico, y la imagen que me queda es la de un convencido defensor de los derechos y libertades, persona muy dialogante, muy racionalista, identificado por consiguiente con el sello de la ciudad, y políticamente honesto y noble. Llegó a gobernar con bastante acierto la hacienda municipal cuando esta atravesaba por momentos de serias dificultades. De aquella corporación salida de las urnas en plena transición democrática ya han fallecido unos cuantos ediles, entre ellos el primer alcalde Jaime Quintanilla Ulla, hijo del que también fuera alcalde en la República, Jaime Quintanilla Martínez, que murió fusilado en el año 1936. Para el año que viene se cumplirán 35 años de ayuntamientos democráticos y oportunidad tendremos de recordar aquel hito de elecciones locales libres tras un período de cuarenta años de dictadura. Mientras tanto, quede el recuerdo para José María Cabado Martínez que ayer, lunes, era enterrado en el cementerio municipal de Catabois.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Gregorio Baudot, músico y compositor (1884-1938)

En la foto de la izquierda un Gregorio Baudot joven, director de la Banda de Música de
Infantería de Marina, y a la derecha (Mundo Gráfico) el homenaje popular que le rindieron en Colmenar
Viejo, poco después de estrenar la ópera "Cantuxa" en el teatro de la Zarzuela en Madrid
Hoy, 4 de noviembre, se cumple el 75 aniversario del fallecimiento del músico y compositor Gregorio Baudot Puente, nacido en Colmenar Viejo, pero ferrolano de adopción. En el año 1928, cuando acudía a Madrid a estrenar la ópera Cantuxa de neto sabor gallego, respondía así a las preguntas de un periodista "Soy de Colmenar Viejo, pero llevo 18 años en Galicia recogiendo folclore. He recorrido aquello palmo a palmo".  Es preciso recordar al efecto que Baudot Puente vino a Ferrol para dirigir la Banda de Música de Infantería de Marina y aquí se quedó, aunque hacía incursiones a la Villa y Corte para mostrar su arte y talento. De hecho, en nuestra ciudad se le ha dado el nombre a una calle y la Sociedad Artística Ferrolana creó un premio que también lleva el nombre de compositor del pasodoble Lugo-Ferrol. Gregorio Baudot nació el 14 de marzo de 1884 y realizó sus estudios musicales en el Conservatorio Madrileño alcanzando las máximas calificaciones, con premios en solfeo, armonía, flauta y composición. Tras titularse en 1906 inicia una carrera como flautista con el Quinteto de Instrumentos de Viento de Pérez Casas, con el que realiza una gira americana. Al casarse en 1909 se presenta a las oposiciones para la plaza de director de la Banda de Música del Segundo Regimiento de Infantería de Marina en Ferrol de la que toma posesión en 1910, a donde llegó para quedarse, aunque según cuenta Juan José Rodríguez de los Ríos en una documentada biografía que hizo del músico (Gregorio Baudot, el músico, el hombre, 1911), Baudot llegó en algún momento a acusar cierto desánimo al no poder marchar a Madrid, aunque lo intentó, en el convencimiento que la gran metrópoli sería la mejor caja de resonancia para su talento creativo. En su producción tiene dos óperas, seis zarzuelas, tres escenas dramáticas, cuatro poemas sinfónicos, cuatro composiciones para solista y orquesta, quince obras para banda civil y diez para banda militar, una gran misa y siete piezas religiosas, entre otras que evito citar para no cansar. Del éxito de la ópera Cantuxa, con letra del coruñés Adolfo Torrado, daban cuenta, con críticas generosas en calificativos, los periódicos de Madrid de la época. Por su parte la colonia gallega -el estreno tenía lugar en los primeros días de junio de 1928 en el teatro de la Zarzuela- organizaba una comida en homenaje a ambos protagonistas. Termino con una aportación parcial del escritor Gonzalo Torrente Ballester, leída por el hijo del músico en el centenario del nacimiento de su padre, el 12-03-1984, en Colmenar Viejo y publicada en el número 24 de la revista FerrolAnalisis, que edita el Club de Prensa de Ferrol. "Lo evoco principalmente al frente de su Banda de Infantería de Marina, con la batuta como arma suficiente, dueño y señor del viento, de la madera y del metal, dominador de los ruidos de los bombos y los platillos...también lo recuerdo centrando el corro de sus maestros en los conciertos de Capitanía los jueves por la tarde...en los entierros solemnes de marinos ilustres...fue el maestro musical de todo un pueblo (se refería a Ferrol) y de muchas de sus generaciones". Gregorio Baudot Puente, todo un artista que vino a Ferrol para quedarse en Ferrol y con Ferrol.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Agnóstico del sistema


No es que no esté deseando la recuperación, la deseo fervientemente, como todo el mundo, sin duda, pero tengo la sensación estos días de que estoy viendo la sesión de fuegos artificiales que se lanza al aire en mi pueblo en la noche del 31 de agosto. Montoro que vamos a asombrar el mundo, las exportaciones que se duplican, una agencia que deja de ponernos el suspenso, la prima que baja, el precio del bono a 10 años que se sitúa a niveles del 2010, algunos parados menos, "aterrizaje"en nuestra propia ciudad  ferrolana de grandes áreas comerciales, como ya comenté, que levantan la paletilla a quinientos convecinos...en fin, qué queréis que os diga, amigas y amigos, que todo está muy bien, o regular, o como sea, pero la incredulidad me tiene maniatado y en tanto no vea realmente, con signos claros, bajar los índices del desempleo y erradicar con datos convincentes las estadísticas de pobreza severa y mientras no dejen de apretar las tuercas de la desdichada austeridad y hasta que reactiven las prestaciones sociales para los más desfavorecidos, el I+D, la sanidad, la educación, la cultura...yo no celebro nada. Además, también lo confieso, mientras no vea que los partidos políticos y las organizaciones sindicales se regeneran y rompen con el pasado, de palabra y obra, y que la Justicia deja de dar la imagen patética -afortunadamente hay excepciones-de jueces y fiscales que actúan de correa de transmisión del poder establecido y mientras no vea a todos los "chorizos" que nos han estado robando y presumen de ello, metidos entre rejas... pues va a ser que no voy a celebrar nada. A pesar de que se extingue la luz del final del túnel, que incluso el túnel ya no existe, que el periscopio de los gobernantes avista tierra firme y horizontes despejados...no tengo ganas de celebrar nada. Veo un país decadente económica, social y moralmente, con el fenómeno de corrupción metido hasta las entrañas del propio Estado, sin distinción de colores, haciendo bandera de la mentira de la manera más reprobable y descarada... Es que aquí y ahora no puedo celebrar nada. Ah, pero nadie me va a arrancar la esperanza de que vamos a salir de este lodazal, pagando, eso sí,  un alto precio, pero saldremos porque creo en el papel corrector de la sociedad y en la recuperación de valores perdidos, imprescindibles para una convivencia democráticamente sana. Actualmente, soy un agnóstico del sistema, pero me aferro a la esperanza. Vuelo en las alas de la utopía.