jueves, 31 de octubre de 2013

De beatos y mártires de la Guerra Civil



Hace unos días se llevaba a cabo una beatificación masiva (522) de religiosos muertos en la Guerra Civil. Ayer saltaba a los titulares de la prensa una propuesta del PSOE de  trasladar las cenizas del dictador Francisco Franco a otro lugar para que el Valle de los Caídos  se convierta en un emblema de la reconciliación. La beatificación y la propuesta de los socialistas no guardan relación directa, pero sí tienen algo en común, las consecuencias de una contienda fratricida. El caso es que ambos episodios me hicieron recordar a un militar que llegó a ser ministro de Marina y que fue condenado a muerte por ..."un delito de abandono de destino del Jefe del Arsenal ante rebeldes y sediciosos, inhibiéndose en sus funciones, retirándose a sus habitaciones particulares y oponiéndose a que se declarase el estado de guerra en esta plaza". Él señaló en el juicio sumarísimo ..."consideraciones de carácter militar me impedían en absoluto el sumarme a un acto que consideraba sedicioso". Antonio Azarola Gresillón (Tafalla 1874, Ferrol 1936) era un ferviente católico que pidió confesar y comulgar poco antes de que lo pasasen por las armas, un 4 de agosto de 1936. El pelotón de la muerte lo asesinó en la parte de atrás del cuartel ferrolano de Dolores. La sangre que trató de evitar, manteniéndose al margen de las consignas, provocó que corriera la suya por el empedrado suelo del citado acuartelamiento. Azarola Gresillón, tras ser ministro de Marina, aceptó destino en el Arsenal de Ferrol en donde lo pilló el golpe. ¿Que calificación le asignaríamos a este ejemplar creyente: mártir, beato, santo? Quiero con este caso recordar que beatos y mártires los hubo en ambos bandos y que ese reconocimiento sigue siendo, paradójicamente, una asignatura pendiente de la llamada reconciliación nacional . Hay todavía un sector de la sociedad española que no abandonó la dialéctica de vencedores y vencidos y que no es capaz de objetivar lo ocurrido. Se quiere ignorar que hubo muchos otros beatos y mártires que todavía hoy, setenta y siete años después, parecen condenados a la condición de vencidos y, además, olvidados. Un artista (pintor) y columnista ferrolano ya fallecido, Camilo Pena Casal publicó en el número 11 de  FerrolAnalisis (Julio de 1997) un corto ensayo sobre la figura de Azarola, que terminaba así "No me gustaría que nadie intentase ver "fantasmas" en todo lo aquí narrado, pues es solo el producto de la lectura de unas dos docenas de libros sobre estudios de distintas épocas de nuestra historia y la aportación personal, que me facilitó destinos, medallas, cursos, etc. llamándome la atención, a pesar de haber sido ministro, que no figure una breve reseña biográfica en nuestra mejor enciclopedia Espasa Calpe ¿por qué?". Añadiré que el Ayuntamiento de Ferrol, en febrero de 2011, con gobierno socialista, le dió el nombre de un espacio público a este militar en un acto al que acudieron familiares del marino.

martes, 29 de octubre de 2013

Recordando a Ramiro Fonte




Cuando el alcalde de Pontedeume dijo a una representación del Club de Prensa de Ferrol que abandonaba el curso Gurméndez, después de 14 años de abanderar la sede de esta actividad, argumentó que en su lugar pretendía promover un curso que recordara a un ilustre hijo de la villa, el poeta y escritor Ramiro Fonte.  De vuelta a casa, los comisionados comentaron que la razón era de peso y que no había nada que objetar, además de que la decisión, con independencia de los criterios que esgrimiese el primer edil eumés, merecía el mayor respeto, como no podía ser de otra manera. Hoy el curso tiene su sede en Ferrol. Pero lo que me sorprende es que algo debió de ocurrir cuando el Ayuntamiento no organiza el curso en memoria del poeta y sí le rinde memoria todos los años (acaba celebrarse la tercera edición) un grupo de amigos. Tampoco hay nada que reprochar, simplemente, que no deja de causar cierta perplejidad habida cuenta del interés que había mostrado el alcalde cuando determinó descolgarse del Gurméndez. Por otro lado, elogiamos y valoramos la iniciativa de estos amigos, porque, en suma, lo importante es que al profesor, escritor y poeta, de cuyo fallecimiento se cumple un lustro, se le recuerde y se divulgue debidamente su obra. Me quedaré en estos últimos párrafos con el hecho anecdótico. Lo conocí y conversé con él en bastantes ocasiones, aunque nunca llegué a trabar una estrecha relación de amistad. Por el contrario, a su viuda Elsa la conozco desde muy niña. Ramiro participó precisamente en alguno de los cursos que honran la memoria del pensador Gurméndez, que organiza el Club de Prensa de Ferrol con la Universidad de A Coruña; dejó algunos de sus poemas en la revista FerrolAnalisis, que edita dicha entidad periodística, colaboró siempre que se lo pedí con Diario de Ferrol -recuerdo su participación en un especial dedicado a José Hierro- en la etapa en que ostenté la dirección del rotativo local. Cuando se murió estaba pendiente una visita del matrimonio Elsa-Ramiro/Ramiro-Elsa a mi casa actual de Papoi.
Para mis lectores del exterior que pudieran no conocerlo, añadiré un brevísimo resumen curricular.
Ramiro Fonte Crespo (1957-2008), nacido en Pontedeume, era Licenciado en Filosofía y Letras y profesor de Lengua y Literatura gallegas. Era poeta, narrador, ensayista y critico literario. Tiene mucha obra poética publicada y laureada, desde As Cidades de nada (1983) hasta Xardín do pasatempo (2008), quedando en ese período que media once publicaciones más, todas en gallego. Lo mismo que la narrativa en la que destaca Catro novelas sentimentais (1988) hasta As Pontes do ceo (2007). No hay que olvidar el relato O retornado, con el que arrancó en 1986. Fue miembro correspondiente de la Real Academia Gallega y, en los últimos años, director del Instituto Cervantes en Lisboa.

domingo, 27 de octubre de 2013

Frutos Saavedra Meneses: un escritor, militar y político, en el 190 aniversario de su nacimiento



El alcalde Ares, Julio Iglesias, con la fotografía
de Frutos Saavedra Meneses.
El documento fue publicado en el digital
Galicia Ártabra 
Tal vez uno de los personajes ferrolanos menos divulgados sea Frutos Saavedra Meneses, del que se acaba de cumplir el pasado día 25 el 190 aniversario de su nacimiento. Falleció a una edad muy temprana, a los 45 años, cuando ya había sido nombrado miembro de la Real Academia Española. El honroso trámite del ingreso en la citada institución no llegó a cumplirse debido precisamente a su óbito. Este hombre era militar ilustrado, escritor y ejerció también la política, siendo elegido diputado por el distrito electoral de Pontedeume en 1860.  Fue un tenaz impulsor del ferrocarril a Galicia, en el tramo Palencia-A Coruña y Betanzos-Ferrol y, en efecto, el arranque de esta obra fue publicada en una Real Orden de 1864 siendo Frutos Saavdra director general de Obras Públicas. Se preocupó, asimismo, de algunas mejoras para Pontedeume, Ayuntamiento que le dedicó una calle, lo mismo que el de Ferrol. Muchos ferrolanos jóvenes es posible que no sepan que una arteria urbana muy frecuentada llevaba su nombre aunque ahora se le conoce como la calle María. Ferrol tomó la decisión en 1911 como reconocimiento a su labor por la ciudad y la comarca. También en Ares se le recuerda porque apoyó la construcción del malecón  "con una parte de la indemnización de la guerra de Marruecos 1859-1860 ...Su retrato se conserva en el Ayuntamiento y una calle lleva igualmente su nombre" reza un pasaje de la Geografía General del Reino de Galicia. Entre las publicaciones de su autoría señalaremos Descripción de algunos instrumentos de Geodesia y Topografía (1853), Apuntes para la historia de los sucesos de julio de 1854, Progreso de la Geodesia, Estudio de fortificaciones. Atrincheramientos de campaña (1864), utilizado como libro de texto en las academias militares y Base de Madridejos. Base Central de la triangulación geodésica de España (1865). Fue miembro de la Sociedad Geográfica de París y de la Meteorológica de Francia. El historiador Guillermo LLorca en "Ferroláns" (Edicións embora) subraya que fue miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y que merced a su gestión se construyeron los puertos de Ares, como antes se decia,  Mugardos, O Seixo y Pontedeume. En un viaje que realizó a la ciudad ferrolana, A Coruña aprovechó para nombrarlo hijo adoptivo por los esfuerzos realizados en pro del ferrocarril a Galicia.

viernes, 25 de octubre de 2013

En medio de una crisis que ahoga, aterrizan en Ferrol grandes cadenas multinacionales



Media Markt abrió ayer sus puertas en el polígono de O Boial. La foto fue publicada por Diario de
Ferrol y va firmada por Luis Polo
¿Ferrol, la tierra prometida? Durante cerca de treinta años -más recientes son en el área del bricolaje Aki y Brico King-ha estado Alcampo solo, haciendo, según se dijo en su momento, las mejores recaudaciones de las tiendas de su grupo en España sin que durante ese largo período ninguna otra multinacional osara sentar sus reales. Únicamente llegó a hablarse de El Corte Inglés, que optaría al espacio dejado por el acuartelamiento de Sánchez Aguilera, lo que apenas pasó de la categoría de rumor, quedándose esta firma con el Supercor de la calle Dolores, en donde antiguamente se estableció Simago. Pues bien, ahora, cuando estamos en lo peor de la crisis (declaraciones a bombo y platillo del fin de la recesión a un lado) desde el pasado mes de mayo no paran de aterrizar grandes firmas en el denominado Parque Ferrol, en el polígono de O Boial, que parece haberse convertido de la noche a la mañana en el gran bulevar comercial, en la manzana de grandes e importantes negocios. Recordemos que en el mes antes citado abrió Brico Depot, días atrás lo hizo el Burguer King más grande de Galicia, hoy está de estreno Media Markt, pronto lo hará Carrefour, entre otras tal vez de menor entidad, pero que diversifican el abanico de la oferta y contribuyen al reclamo de una potencial clientela. Mencionemos también a Lorenzo López que recupera la marca San Luis, en este caso en el polígono de A Gándara, además de reinstalarse en otras ciudades de Galicia. Es obvio que estas iniciativas generan no pocos puestos de trabajo (las empresas en proceso de selección fomentarán 500 empleos directos) en una comarca castigada por la crisis naval y ahora por la de la burbuja inmobiliaria, con un índice de desempleo del 28%, el más alto de las ciudades importantes Galicia. No es menos cierto que acaban de dar el puntillazo al pequeño comercio, motivando por ello pérdida de empleo. A nadie se le ocultará que estas grandes multinacionales hacen buenos estudios de mercado y actúan en el momento oportuno y esto es lo que no deja de sorprender. No obstante, el consejero delegado de Carrefour para España hacía ayer unas declaraciones en las que señalaba que la bajada de salarios había provocado la espantada de sus mejores clientes. Contradicción que el propio capital abandera ya que por una parte presiona con las medidas de austeridad y por el otro se quejan de que merma el consumo. Pero esto es harina de otro costal. Pues si estos grandes negocios se han plantado aquí y ahora por algo será. Razones que se nos escapan, estrategias que no alcanzamos a ver, el caso es que Ferrol parece ejercer, con esta explosión de las grandes cadenas, el papel de tierra prometida, valga la metáfora bíblica.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Adiós a Paco, mi peluquero

La foto de la izquierda corresponde a un reportaje que salió publicado en Diario de Ferrol el 17 de
marzo de 2006, con motivo de la jubilación de Francisco Muíño. En ella aparece flanqueado por sus
dos hijos, el de la izquierda, Fran, es el que tomó el relevo del negocio, con el que se cumple la tercera generación, ya que el padre de Paco también fue peluquero. En la foto de la derecha, el fallecido 
al fondo, en las instalaciones de la "peluquería Novo" que existió en la confluencia de las calles
Tierra y Magdalena.



Cuando uno ha acudido al mismo peluquero durante más de cuarenta años, es evidente que la relación entre ese profesional y su cliente no se queda en una mera visita rutinaria. En mi caso han sido unos dos mil encuentros, o más, cálculo aproximado, en los que hemos hablado largo y tendido, hemos cambiado impresiones sobre todos los temas habidos y por haber, hemos "arreglado el mundo", eso sí, con escasa fortuna, nos hemos explayado en el relato de nuestras respectivas aficiones y gustos, en definitiva, inevitablemente hemos tendido lazos de amistad y afecto sostenidos en el tiempo. Paco ha fallecido. Siento un gran pesar y, he de confesarlo, al mismo tiempo una rabia enorme porque me enteré cuando ha transcurrido un mes y medio largo de su óbito. Sabía que estaba enfermo porque me lo había contado su hijo, a cuyas manos y arte encomiendo ahora el lucido de mi cada vez más escasa cabellera. El otrora peluquero titular ha "transferido" a su hijo este cliente, o dicho de otra manera, el hijo ha heredado de su padre a este fiel cliente, como sé que ha heredado a otros muchos ferrolanos y ferrolterranos: cargos públicos, periodistas, comerciantes y numerosos ciudadanos de toda condición. Se había jubilado hace siete años, entregando el testigo a su hijo Fran. Me consta que aun después de "colgar las tijeras", atendía a algún cliente suyo que tenía problemas de salud o de movilidad para desplazarse. Paco mantenía el gusanillo del oficio al tiempo que solidariamente cumplía con el servicio a domicilio. Además del profesional, uno de los rasgos que brillaban en su perfil era su afición a la pesca. No había río truchero en Galicia y fuera de Galicia que este hombre no conociera. También frecuentaba la pesca en el mar. Entre los hitos de nuestra larga relación, recuerdo que me cortó el pelo unos días antes de mi boda. Estaba entonces (1968) en la peluquería Novo, calle de la Tierra (en donde hoy está el "café Bordón"). Andando el tiempo, Paco llegaría a independizarse convirtiéndose en autónomo e instalando su negocio en la plaza de Canido en donde rindió, hasta el retiro, más de treinta años. Desde entonces, en Novo, hasta que se jubiló, (a los 72 años y 56 en el oficio), en Canido, nunca le he fallado. Me gustaba como trabajaba, como llevaba sus relaciones con los clientes, pero, sobre todo, me admiraba su talla humana. Lo recordaré. 
 

lunes, 21 de octubre de 2013

Ferrol recupera a Imeldo Corral (1889-1976),


Hace unos días se inauguraba en el Centro sociocultural de Novacaixagalicia una exposición del paisajista ferrolano Imeldo Corral (Ferrol, 1889-1976). Aunque no llegué a tener relación directa con él, la imagen que me ha quedado en la retina es la de un hombre enjuto, patillas largas, sombrero de ala ancha, pajarita, pipa larga, paseando por la calle Real o sentado en el Casino Ferrolano. También acudía al café Suizo al que llamaba el "garaje". Leyra Domínguez en "Pintura Ferrolana"  (Edita Sociedad Artística Ferrolana, 1987) lo describía también más o menos así, aunque con más detalles: "nariz gibosa, andar menudo, ligero como una burbuja"...Imeldo Corral fue un pintor autodidacta. Solía decir, cuando le entrevistaban, que no había tenido maestro, que su maestra había sido la naturaleza. En los tiempos de plena producción se levantaba a las tres de la madrugada, cogía los bártulos y se marchaba andando hacia la zona zona de Valdoviño o Covas. No en vano decía que se había hecho a si mismo con mucho sacrificio "sin que nadie me ayudara, aunque yo tampoco nunca lo pedí" (Entrevista firmada por Carlos Barcón en Ferrol Diario 12-06-1974). En alguna ocasión le aconsejaron que diera clases y él declinó la recomendación "hubiera perdido mi libertad y esa no la cambio por nada". Entre las anécdotas contaba que un día se fue a pintar al Retiro madrileño (en un período en el que vivió con su hermano y su madre en la capital de España) y hacía mucho frío. Los vigilantes le advirtieron que podía quedarse helado. Imeldo siguió pintando y cuando se levantó se desplomó. Los gardias lo recuperaron con un café y una copa. También dijo que fuera el primer pintor gallego que había colgado en Madrid y fue en el año 1916, en la Casa de Galicia. Otra anécdota que de él se narra es que fue quien dio nombre de Puerta del Sol al cruce de Valdoviño en la carretera principal. Fue en una época en la que vivió allí y unas señoras de una tienda que había en el bajo de su piso le preguntaron qué nombre le pondría a la encrucijada, él respondió proponiendo el nombre que ya le quedaría para siempre. El intelectual y también pintor, además de abogado y profesor, Leyra Domínguez decía que aunque había hecho de la soledad la razón de su vida (no abandonó nunca la soltería) llegó a tener relaciones de camaradería con Sotomayor, Castelao, Máximo Ramos, Vicente Díaz y Bello Piñeiro. Sus paisajes recorrieron toda Galicia, además de Madrid, Bilbao, Barcelona, Cuba, EEUU, México... Imeldo Corral, cuya obra se puede admirar hasta enero en la sala antes mencionada, vivió de la pintura. De muy joven, a los 15 años, empezó a preparar oposiciones a Correos, "pero los estudios me afectaban a la salud y los médico recomendaron a mi madre que dejara de estudiar". El mes que viene se cumplirán treinta y siete años de su fallecimiento.

sábado, 19 de octubre de 2013

Ferrol 1861: un servicio de limpieza de "campanillas"

Medios actuales de limpieza viaria
En Ferrol se empezó a echar el polvo en las calles (expresión muy al uso de los ferrolanos a la que se le atribuye con picaresca un doble sentido) en el año 1861. Había entonces una población de hecho de algo más de veinte mil habitantes, de acuerdo con el censo por municipios del INE. Fue, precisamente por estas fechas, el 19 de septiembre del citado año, cuando entró en vigor el servicio de limpieza, según se desprende de mis rastreos en los periódicos y legajos antiguos. Las autoridades locales dispusieron que se adjudicasen tres carros, uno para Esteiro, otro para la zona centro de la Magdalena y un tercero para el barrio de Ferrol Vello. Deberían de estar operativos desde las 9 de la mañana en invierno y desde las 8 en verano "circulando por todas las calles" de las tres áreas urbanas mencionadas con anterioridad. A esa hora "los moradores de las casas procurarán tener barridas las aceras y frente de las suyas" dicta la norma, y añade "los vecinos, al anunciarse los carros haciendo sonar unas campanillas, dispondrán que se depositen en los mismos las barreduras, quedando absolutamente prohibido depositarlas en ninguna hora de la noche ni del día, como igualmente entregar las inmundicias que se reúnan en las casas a los traficantes de estiércoles, por considerarlo nocivo para la salud del vecindario". Concluía la norma con la amenaza de multa cuando dice que los contraventores serán castigados con una multa de diez a ochenta reales, "sin perjuicio de otras más serias en caso de reincidencia". Todo un hito para la "historia doméstica", la de andar por casa. La limpieza y el estado del pavimento de las calles ha sido desde siempre prioridad para los ciudadanos y objeto, por esa razón, de múltiples quejas y demandas. Ferrol estrenó su servicio de limpieza con los tres carros hasta llegar hoy a los sistemas de barrido manual, mecánico, mixto y limpieza con agua. Por descontado, "in illo tempore" no se estimulaba el aseo de las ciudades con los premios "Escoba de oro y plata", tal como sucede en la actualidad. Es lo que va de ayer a hoy, mediando ciento cincuenta y tres años.

jueves, 17 de octubre de 2013

Víctor Jara, en el 40 aniversario de su asesinato


Anteanoche me acosté después de haber visto un documental sobre la vida del cantautor, actor, dramaturgo, Víctor Jara. Te retiras con el cuerpo mal, claro, porque el final de la historia en este caso es sumamente trágico. Acribillado a balazos después de haber sido sometido a viles torturas, con graves hematomas por todo el cuerpo. La dictadura, recién atacado el Palacio de la Moneda, mostraba el terror, el desprecio a la vida, la abolición de las libertades y de los derechos humanos. El dictador dejaba ver sus señas de identidad.  Contaban algunos testigos que les costaba trabajo identificarlo en la morgue. Qué decir del emotivo y desgarrador testimonio de su mujer. Pero dejemos la parte más dramática a un lado. Aunque los rasgos esenciales de esta personalidad los conocía, el documento audiovisual me permitió adentrarme en particulares aspectos de su vida, de su talante, de sus orígenes, de su orfandad materna prematura y de su perfil de hombre comprometido con unos ideales y, sobre todo, de su gran talla humana y del sentido de la disciplina como método de trabajo. Desde luego, el paso por un seminario en el que se formaba a los futuros sacerdotes imprime carácter, aunque él solo estuvo dos años, período breve, pero que marca. No obstante hay que subrayar que, de retorno, muchos exseminaristas, como es su caso, llegan a dar un vuelco a su vida intelectual y profesional y acaban en el ateísmo, o agnosticismo, eligiendo una hoja de ruta que nada tiene que ver con todo aquel caudal de sello religioso aprehendido en los ambientes claustrales, intramuros. El sentido del compromiso, de la lucha por un mundo mejor, de la solidaridad con los más necesitados, el concepto del apostolado en su expresión laica parecen ser reflejos de aquella incipiente formación humanística inculcada en el par de años que pasó preparándose para cura. Sea o no ese episodio un referente a tener en cuenta, a mi modo de ver Víctor Jara era, realmente, eso, un apóstol que creía encontrar en las filas del partido comunista chileno la herramienta precisa para canalizar sus inquietudes sociales, sus esperanzas y su lucha por un mundo mejor. Era un hombre que, por encima de su militancia partidaria o ideológica, transmitía humildad, honestidad, coherencia, valores, hoy en desuso, lamentablemente. Víctor Lidio Jara Martínez (1932-1973), en la memoria.

martes, 15 de octubre de 2013

En el 45 aniversario de la inauguración del acceso por As Pías





El 16 de octubre de 1968, hace cuarenta y cinco años, se inauguraba el acceso de As Pías, . Las obras se habían llevado a cabo entre marzo de 1966 y octubre de 1968. Sin embargo, la iniciativa nació de una comisión interministerial constituida en 1949 para estudiar las posibilidades de la ría ferrolana. En ese momento se pensó en la necesidad  de enlazar Ferrol con la península de Ares-Mugardos, con empalme en Fene a la carretera N-VI de Madrid-Coruña y ramal a Ferrol. El primer planeamiento se proyecto por la Dirección General de Carreteras en 1952 y después que estudios detenidos del fondo de la ría de Xubia y de las necesidades de alejarse de las zonas de botaduras y del Montón permitieron puntualizar el trazado, se redactaron los proyectos definitivos de la carretera, como variante de la N-VI en la que se produce un acortamiento de 7,5 kilómetros, además de descongestionar el único acceso de que se disponía por la antigua carretera de Castilla, con la longitud de 13 kilómetros, bordeada por edificaciones que impiden su ampliación. Se consideraron tres trozos: Fene al borde de la ría en As Pías, de 600 metros (6 millones de pesetas); travesía de la ría al Montón, 2.100 metros (200 millones de pesetas) y acceso desde el Montón a Ferrol, 2.500 metros (40 millones de pesetas), total 5.200 metros y coste de 246 millones de pesetas. Ferrol Diario, que no había salido a la calle, cosa que hizo en 1969, conmemoraba el segundo aniversario "arteria grande por la que está llamado a circular el progreso de la ciudad y Perlío-Fene". El rotativo ferrolano no abdicaba del punto crítico cuando señala que dos años después no contaba con iluminación "dos años en la oscuridad son muchos años". Será preciso recordar que a raíz del accidente del Discoverer Enterprise (1998), que partió en dos el puente, el acceso se dotó de doble carril en ambos sentidos, haciendo mucho más fluida la circulación.

domingo, 13 de octubre de 2013

Paco Balón: lección dada


Paco Balón, otro luchador ferrolano que se ha ido a los 84 años de edad. Forjado en la resistencia antifranquista "dentro" de las murallas de la antigua Empresa Nacional Bazán, junto con líderes como Julio Aneiros, Paco Filgueira, Rafael Pillado y tantos otros que pusieron en riesgo su libertad e integridad física,nos dejó su testimonio desgarrador de la Guerra Civil en un libro titulado "Paco Balón: memorias de un comunista ferrolano" (Ediciós do Castro). Es la visión de un niño (en el 1936 tenía siete años), recuperada ya en su madurez, de una guerra fratricida sin sentido que nunca debiera suceder. Francisco González Vidal, que ese era su nombre, al que conocí a lo largo y ancho del ejercicio de mi profesión, se puede afirmar que era de los buenos y generosos. De una gran talla humana, entendía la libertad como un derecho inalienable y la política como el instrumento necesario para entregarse a la tarea del servicio a los demás, con un afán noble, honesto y desinteresado. En esos principios creímos también otros muchos y, sin embargo, que mal los hemos debido transmitir a la vista de todo lo que está ocurriendo. Desde mi retiro no he vuelto a ver a Paco Balón, pero estoy seguro que habrá vivido los últimos años de su ciclo vital asombrado de la inmoralidad, la indecencia y la perversión que han tomado carta de naturaleza en el sistema imperante. Mal sabor para afrontar el ocaso y final de una vida ejemplar que creía en otros valores y derechos, ahora en baja cotización, por no decir pisoteados y denigrados por quienes paradójicamente tienen el deber de respetarlos y defenderlos. El mundo al revés, querido Paco, aunque seguro estoy también que en medio de esta debacle te habrás ido con la esperanza de que más pronto que tarde se le echará el freno a tanto desmán. Es la esperanza de los que, como tú, se curtieron en las adversidades, militantes de la utopía, sin perder nunca el horizonte de la solidaridad, la justicia social, la igualdad...Lección dada. Descanse en paz.

sábado, 12 de octubre de 2013

¿Quién desmanteló la mina de oro de Covas? (Y II)


Con la Guerra Mundial se cerraron las minas que la sociedad francesa tenía en Covas (Ferrol), pero la cosa no quedó ahí, porque la compañía pidió indemnización por los daños ocasionados durante la contienda. El diputado M. Dessin preguntó al ministro de Negocios Extranjeros de Francia qué disposiciones pensaba tomar el gobierno galo para lograr de España que la Sociedad de Minas de Cobre de Ferrol (se llamaba así porque inicialmente trató de explotar dicho mineral, pero la iniciativa fracasó optando entonces los franceses por probar con la mina de oro de Covas) fuera indemnizada de la destrucción durante la guerra de sus minas y fábricas. Se le contestó que había sido emprendida una acción diplomática, tal como refleja Revista Ilustrada de Vías Férreas, con fecha 25-03-1922. No obstante, parece que no estaba claro si el desmantelamiento de las minas guardaba relación con el conflicto mundial o había sido objeto de pillaje. En Madrid Científico, nº 1005, páginas 8 y 9 del año 1919 se informa de que en una sesión de la Junta General de accionistas se dijo que la "la causa de la anomalía se relaciona con una execrable hazaña que se atribuye a los encargados de las instalaciones de la sociedad, que radicaban en el término de Cobas, de quienes se dice que fueron los autores de la destrucción de aquellas con dinamita y que se apoderaron de cuanto allí había de cierto valor material, mercancías, etc". El Consejo de Administración llegó a reclamar del Gobierno español una indemnización de cuatro millones y medio de pesetas. De como los frances se pasaron de la mina de cobre a la de oro da cuenta también Madrid Científico, nº 722 del año 1911. Fracasadas las tentativas de explotar la mina de cobre "luchando con el grave problema de los transportes" hizo pensar en la proximidad de una liquidación, sin embargo el Consejo (de Administración) ha creído que era su deber intentar una última prueba: aceptar el ofrecimiento de los señores Barran de Montrichard de la opción que tienen sobre una mina de oro situado en las proximidades del Ferrol y a poca distancia de las minas de cobre. Las condiciones en que se ha realizado la venta son las siguientes: pago de una suma de 125.000 francos en metálico y concesión de 3.000 partes de fundador de las 15.000 que la sociedad tenía en caja..." En esta segunda y última aportación dejamos expuesta una presunta polémica en torno al aniquilamiento de las instalaciones de las minas de oro de Covas y el episodio empresarial de la sociedad francesa que desiste de la explotación con anterioridad de una mina de cobre para dedicarse a la de oro.

viernes, 11 de octubre de 2013

La mina de oro de Covas, un filón


Vestigios de la mina de oro de Covas que
todavía se conservan.
(La foto fue publicada por Diario de Ferrol
y va firmada por Luis Polo)
La mina de oro de Covas se convierte también de cuando en vez en filón para los reporteros. El asunto fue tratado en unas cuantas ocasiones a lo largo de las últimas décadas. No resulta extraño, porque el tema reúne los ingredientes para animar la leyenda, fomentar la creación y hacer algo de investigación. A principios de los 90 se interesó una compañía inglesa y posteriormente la firma "Río Narcea Gold Mines". Hace cuatro años, trataba la mina de Covas el periódico La Voz de Galicia, recogiendo el testimonio de un vecino que contaba algunas historias que había escuchado a miembros de la familia de la generación anterior. Más recientemente, el Diario de Ferrol, en el 2011 entrevista al representante en ese momento del Instituto Geológico de España, delegación de Galicia, quien  precisaba algunos detalles relacionados con la investigación llevada a cabo por las empresas antes señaladas y negaba que la explotación pudiese causar impacto por la proximidad de las dunas y playa porque, según el experto, no era invasiva. Para los lectores que no están impuestos en la materia diré que la mina fue explotada por los franceses entre el 1910 y 1914. Al declararse la primera Guerra Mundial se cerró. Un periodista, que firmaba como Verdoy, escribía hace un siglo en El Correo Gallego.  "Los braceros hicieron varias galerías provistas de unos rieles que terminan en la fábrica instalada en la playa a donde conducen el mineral para lavarlo y molerlo". Al referirse a la compañía "Minas de cobre de Ferrol" que, como queda dicho, era de capital galo, subrayaba "se activan las obras para acabarlas antes de que llegue la época de lluvias. No repara en gastos...Ha montado también una fábrica de sierra y los camiones automóviles conducen los materiales hasta la fábrica". Con respeto a la plantilla de productores, señalaba el periodista "Tiene el personal idóneo y muy en breve aumentará a medida que se vayan engrandeciendo las obras". Es verdad que la explotación de la mina dio lugar en la localidad ferrolana de Covas a un inusual movimiento de trabajadores que procedían de diversos puntos de Galicia e incluso Asturias, además de Francia, personal que organizaba sus fiestas, frecuentemente rodeadas de graves altercados, protagonizaba episodios con tintes de tragedia, además de los conflictos laborales. Veamos lo que relataba El Globo (22-12-1913) "En el pueblo de Cobas varios mineros festejaban una boda. Terminada la ceremonia quemaron unos fuegos de artificio y discutiendo sobre quien fue el que los había disparado, se promovió una riña sangrienta en la que resultó gravemente herido de una cuchillada en la espalda uno de los contendientes llamado Santos Grande". Sobre los problemas de índole laboral esto decía La Correspondencia (7-03-1914): "Para resolver el conflicto obrero de los mineros de Cobas, se espera la llegada del presidente de la sociedad de las minas. Ha regresado de éstas, a las que fue enviado, por el gobernador civil, el ingeniero D. Antonio Trimó. Ordenó inmediatamente que se suspendieran los trabajos. Esto parece indicar que, efectivamente, había algún peligro en los trabajos de explotación. Se espera que el conflicto quedará solucionado pronto". Finalmente, vemos como llega el fin de la explotación con la contienda mundial El País (11-08-1914) "Por consecuencia de la guerra, se han paralizado los trabajos de las importantes minas de oro que en Cobas  -hasta hace poco el topónimo se escribió siempre con "b") venía explotando una sociedad francesa. Los obreros marchan a incorporarse". Y El Imparcial , (1-08-1914) "Han recibido orden de incorporarse al Ejército francés muchos de los obreros que trabajan en las minas de oro de Cobas. Uno de ellos llamado Anselmo Marsand, que también debía incorporarse, se ahogó bañándose en el mar". Los últimos cuatro periódicos citados eran madrileños. Como puede apreciarse, estas minas, además de algunas pepitas de oro, han dado mucho que hablar en su día y todavía los periódicos vuelven sobre el asunto con relativa frecuencia.

 

 

 

miércoles, 9 de octubre de 2013

Un libro, un capricho


En el año 1986, la entonces Caixa Galicia editó un volumen que contenía todas las ponencias del histórico ciclo "Ferrol: su historia, sus gentes", que se desarrolló de enero a junio de 1985. No memorizo si ese libro lo tuve y lo presté para nunca recuperarlo, o si no lo llegué a adquirir, posibilidad esta última que me extraña porque siempre tuve la inquietud de ir guardando lo que se publicaba y, a mi modesto entender, tenía interés. El caso es que hace muchos años se lo comenté a la entonces responsable del aula de cultura de Caixa Galicia, mi querida amiga, Elena Cardona por si en algún cajón o anaquel de la entidad pudiera quedar algún ejemplar. No se dio tal posibilidad. El libro se había agotado. La siempre sensible y amabilísima Elena encontró la alternativa: una fotocopia. Naturalmente que me dio una gran alegría. A partir de esa gentileza transcurrieron bastantes años en los que eché mano de ese documento que con relativa frecuencia utilizo en plan consulta, sin abrigar ya la esperanza de poder tener algún día el libro, ya que lo básico estaba cubierto. Pero recientemente -los tauro ya se sabe como somos- me levanté con el asunto entre ceja y ceja y verifiqué una consulta en Iberlibro (Internet), ese gran almacén virtual que atesora millones de volúmenes, y hete aquí que solamente había catalogado ¡un ejemplar! Este será para mi pensé. Del dicho al hecho. Era una librería de Valladolid. Gestión inmediata. Ya lo tengo conmigo y para dar testimonio, ilustro la acotación con la fotografía de la capa. El libro contiene diecisiete ponencias en las que se hace repaso a la historia, la literatura, el costumbrismo (el habla ferrolano), las artes, el medio ambiente, el deporte, urbanismo, etc, etc., materias todas ellas focalizadas en Ferrol, a través de aportaciones de autores tan interesantes como  Ricardo Carvalho Calero, Mario Couceiro,Vigo Trasancos, Rodríguez-Villasante, Guillermo Llorca, Ponte Far, Siro, José Luis Comellas...Todo esto, como digo, lo tenía en fotocopia, pero surgió el chapricho. Tenía que encontrarlo aunque fuera debajo de las piedras. A poco más, ni debajo de los pedruscos. Pues mira que recurrí yo veces a esa fuente en busca de otros títulos, pero nunca se me ocurrió buscar "Ferrol: su historia, sus gentes". Sin duda porque, reitero, no era necesidad perentoria. Realmente, para qué nos vamos a engañar, era cumplir un capricho. Y algo más, tiene muy buenas fotos de edificios de corte decomonónico y modernista, gráficas que me seducían y que, obviamente, perdían calidad en la fotocopia. Puede que ahí resida en buna parte la clave de mi antojo.  

lunes, 7 de octubre de 2013

De la "Peña del Desengaño" a la vigía del Segaño.


La boya del Segaño
Hace algún tiempo hallé en El Album Ibero Americano, digitalizado por la Biblioteca Nacional de España, una leyenda muy romántica, especie de melodrama, escrita por José Luis de León, que la fecha en "Ferrol, julio de 1891", si bien es publicado el 22-09-1892. La titula como "La Peña del desengaño". No la ubica en el tiempo, quedándose con la generalidad de que sucedió "hace muchos años". Bien, pues el fantástico relato nos sitúa ante dos jóvenes, Juan Almeida, 25 años, "mozo robusto como un pino, valiente como los hurones y un habilidísimo gaitero solicitado en todas las romerías...nacido en una casita muy modesta situada al borde de la playa de Coitelada, cerca de la iglesia de Chanteiro....creció pescando mariscos entre las grietas de las rocas..." y María de la Purificación, 18 años, "tenía los ojos azules como los horizontes de Monteventoso en los esplendorosos días de primavera. Sus rubios cabellos caían en finísimas guedejas sobre su frente...La linda rapaza era, pues, un conjunto de líneas y contornos capaces de hacer perder los estribos al mismo Rafael si la hubiese conocido antes que a Fornarina..." Dice el autor que estos jóvenes se encontraban todas las tardes en el monte y un buen día "sobre la cumbre del cabo Prior apareció una nube de forma caprichosa, cuyos matices violáceos presagiaban algo siniestro...En la playa de Cobas se atropellaba el oleaje con espantosa furia, formando, al estrellarse en aquel inmenso cinturón de arena, montañas altísimas de espuma...María de la Purificación temblaba entre los brazos de su amante...Juan Almeida tendía su mirada al horizonte con la esperanza de ser héroe una vez más, salvando a un náufrago en presencia de su amada". El fabulador narra la presencia de un barco en medio de aquel temporal que describe con todo tipo de detalles y repentinamente Juan Almeida vio asido a un frágil madero como un marinero luchaba con la muerte. Se lanzó al mar y y nadó hasta el centro de la ría de Ares, asió con los dientes el cuerpo casi inanimado del marino y después de grandes esfuerzos lo depositó en la arena. Pero el bravo salvador no contaba con una inmensa ola que lo envolvió y tras largas horas, calmado el mar, tocó tierra en la costa de enfrente, herido y agotado. Cerró la noche y María de la Purificación, desesperada, descendió a la playa en busca de su amante. Vio un cuerpo tendido en la arena, creyó ver a su prometido, apretó con ambas manos su corazón y cayó desplomada sobre él, "inundándole de besos y volviéndole a la vida con el calor de su seno ansioso, palpitante".. Al amanecer, la guapa moza, se encontró en brazos de un marino extranjero...seis días después embocaba el Canal de la Mancha con rumbo a Inglaterra, una barca holandesa de tres palos conduciendo a María de la Purificación, "que prefirió abandonar por siempre su nido de amores a presentarse de nuevo al rudo marinero, llevando sobre su frente el estigma de la deshonra". Juan Almeida pasaba los días y las noches esperándola en lo más alto de la roca donde la abrazó por última vez "dejadme morir aquí, en la cúspide de esta montaña-dijo a unos vecinos que le traían ropa y alimentos- añadiendo "si fue para vuestro pobre Juan paraíso de venturas y atalaya de impulsos generosos, será en adelante para su corazón la Peña del Desengaño." Terminaba José Luis de León su historia "en la cima de aquella peña y en el mismo lugar en que se alzaba la desierta morada de la linda pastora, construyeron los marinos, andando el tiempo, esa vigía situada al extremo sur de la desembocadura de la ría de Ferrol y que, por corrupción, figura hoy en las cartas oficiales con el nombre de Vigía del Segaño".

sábado, 5 de octubre de 2013

La ría ferrolana: un poderoso banco marisquero que se extingue


Labores de marisqueo
Un grupo de eurodiputados cursaron en mayo una visita a Ferrol y a su término manifestaron que veían en nuestra ría el caso más evidente de contaminación. Recientemente se daba cuenta de los atrasos que sufría el debate en la eurocámara para tratar las rías de O Burgo y Vigo, además de la de Ferrol.  Si echamos la vista atrás, unas cuantas décadas, claro, nos daremos cuenta de la riqueza que hemos ido perdiendo.  Hacia los años 40 del siglo pasado, cuando uno daba con sus tiernos huesos en este mundo, había en la ribera de Maniños y Barallobre ocho motoras que de mayo a septiembre iban a la langosta. Pasaban en el mar varios días entre Prioriño Grande y Punta Candelaria. Estos marineros hacían los descansos en A Cova, mar de Covas (por aquellos acantilados fui yo a pescar en muchas ocasiones). Terminada la campaña de la langosta se dedicaban al jurel para seguidamente ocuparse del besugo. Cuenta el profesor José Graña Carrodeguas que en la playa de Maniños existía un gran criadero de mariscos: almejas, berberecho, ostra, navaja, etc. En el mismo muelle se largaba el boliche y se recogía: pancho, jurel y xardas. Muy cerca de las instalaciones de la antigua Astano estaba la Ostreira. Se recogía ostra y almeja. Cuentan los mariscadores de la época que podían recogerse en diciembre unas 6 toneladas durante muchos días. Entre el puente de As Pías y del ffcc había chocos, jibia y panchos. En la ensenada de A Gándara, anguilas; en la punta del Montón, un criadero de almeja, desde allí hasta la iglesia de Caranza con el boliche se recogía la parrocha y sardina. Los vecinos de Caranza, que no eran marineros, colaboraban las mañanas de los domingos, tirando "á cazola", que consistía en ayudar a tirar de los cabos a cambio de un cesto de peces. Vieira, ostra y zamburiña eran entonces muy abundantes en zonas como Punta del Vispón, Punta de Caranza, muelle de Maniños, etc. La ensenada de Santa Lucía era en los años 50 vivero de chocos, jibia, faneca y otras especies. La ensenada de A Barca también fue criadero de almeja, longueirón, jibia, choco y berberecho. Personalmente, recuerdo, años setenta, que entre el muelle de Ferrol y A Graña había una boya en la que me amarraba y cuando de "fuera" (O Pieiro y proximidades) venía de vacío, amarraba en la boya y cargaba de panchos. Hoy no hay ni boya ni panchos, ni agua. Se ganó terreno al mar.

jueves, 3 de octubre de 2013

Del asociacionismo actual a la Sociedad de los sastres de Ferrol de principios del siglo pasado


En más de una ocasión se ha dicho o escrito que Ferrol es la ciudad de Galicia que registra un mayor índice de asociacionismo en proporción al número de habitantes. No me atrevería a afirmarlo porque no tengo datos para poder hacer una comparativa y si alguien lo hizo será porque estaba documentado, pero sí se puede comprobar en la web del Concello que existen inscritas 365 asociaciones en total, llevando la palmita, como no podía ser de otra manera, las de carácter deportivo con 161. Le siguen las entidades de signo cultural en número de 73 y ya a distancia tenemos las sociosanitarias y de diversidad funcional (39), vecinales (33), benéficas (19), de jóvenes (18), de mujeres (12), ecologistas (7) y otras (3). Este dinamismo cultural, social, deportivo, solidario, de todo tipo, en suma, mantiene el vigor a pesar de la gran merma que sufre el número de habitantes, actualmente en algo más de 72.000, cuando en los años ochenta superábamos ligeramente los 90.000. Se me ocurrió sacar a colación este tema y de paso refrescar la memoria con la situación actual del asociacionismo, después de leer en El Correo Gallego un suelto fechado en la primera década del siglo pasado en el que se daba cuenta de la creación de La Sociedad de sastres de Ferrol. Inmediatamente relacioné esa impresión que circula entre la sociedad ferrolana y que, por tanto, yo también tengo, de que somos muy participativos y enseguida nos organizamos. Pero he aquí que seguí leyendo y observé -ahora viene lo anecdótico- que la sociedad de sastres en cuestión se ponía en marcha porque ni quisque  pagaba los trajes, permítaseme la hipérbole. Veamos una nota que emite la entidad: "Se ha establecido en Ferrol una Sociedad de sastres con el fin de defender los intereses de esta clase, abandonada por los mismos industriales que la profesan (no faltaba la autocrítica) y en su Reglamento, artículo 1 se dice que llevarán un "libro negro" en el que consten los nombres de los malos pagadores para evitar engaños a sus colegas de fuera de la localidad". Paralelismos encontrados si pensamos, en tono jocoso, que en el Ferrol de los años veinte no se pagaban los trajes como tampoco se pagaban, al menos hasta hace poco, en Valencia, con la diferencia de que allí se los regalaban al ex presidente Camps y amigolos de gabinete y aquí se quedaban a deber. Los sastres ferrolanos querían acabar con la "peste" recurriendo a las listas negras de los morosos o los libros negros de los "malos pagadores". Vean ustedes por donde, en todas las épocas se cuecen habas.

martes, 1 de octubre de 2013

En el bicentenario de la independencia municipal de A Graña


A la izquierda, la villa de A Graña, en foto antigua, y a la
derecha las obras de construcción del túnel que lleva a las
dependencias de Marina (Archivo del autor)
 
Estamos en el año del bicentenario de la independencia municipal de A Graña. En el 1813 se constituyó por primera vez en ayuntamiento, si bien al año siguiente se integró en el de Ferrol, pero, ojo, que los "anhelos secesionistas" no se perdieron y desde 1820 a 1825 volvió a tener la villa su propio concello, al que pertenecían las parroquias de Cabana, Brión, Martín, San Cristóbal y San Felipe. En total unas quinientas casas. De nuevo volvería a asociarse a Ferrol, conservando sus viejas y tradicionales características "que le hacen ser uno de los barrios ferrolanos más prestigiados". Así se expresaba el que fuera Cronista Oficial de la Ciudad, Ricardo Nores en un artículo publicado en Ferrol Diario bajo el título "La Graña data de 1158" con fecha 15 de agosto de 1974. Y abundaba "Fue la Graña con la Cabana lugar residencial de veraneo de distinguidas familias ferrolanas que mucho ayudaron a darle a la villa una vida social que destacó siempre entre su vecindario". La fundación de la Graña está acreditada por un privilegio del rey Fernando II que tiene fecha de febrero del año 1158. Un hito decisivo en su historia se registra al ser elegida su ribera para el emplazamiento de los primeros astilleros de la ría ferrolana en el lugar de "La Casería" de donde salieron los tres primeros barcos de importancia naval "Hermione", "Galicia" y "León", fragata el primero y navíos los otros dos. Sucedió que, ordenada la construcción de las gradas de Esteiro, pierde A Graña su importancia "por lo que a construcciones navales se refiere", matiza Nores Castro, aun cuando se quedan en el lugar las principales instalaciones y dependencias de la Marina, incluso la Capitanía General del Departamento "que había de dar un ambiente social destacado a la villa". En el 1915 con la Ley de Miranda se crean las bases navales, entre ellas la de A Graña. Por cierto, recuerda el Cronista Oficial de la Ciudad que la villa perdió "una de las más hermosas alamedas de Galicia en la que se celebraba la fiesta del 15 de agosto", al habilitarse la citada dependencia. Y para finalizar, otro dato que tomé de una relación de legajos que apunta a que no se hallaron privilegios en virtud de los cuales se denomina villa tanto A Graña como Ferrol, aunque los reyes en sus cédulas y órdenes les daban el nombre de villas a ambas.