Labores de marisqueo |
Un grupo de eurodiputados cursaron en mayo una visita a
Ferrol y a su término manifestaron que veían en nuestra ría el caso más
evidente de contaminación. Recientemente se daba cuenta de los atrasos que
sufría el debate en la eurocámara para tratar las rías de O Burgo y Vigo,
además de la de Ferrol. Si echamos la
vista atrás, unas cuantas décadas, claro, nos daremos cuenta de la riqueza que
hemos ido perdiendo. Hacia los años 40
del siglo pasado, cuando uno daba con sus tiernos huesos en este mundo, había
en la ribera de Maniños y Barallobre ocho motoras que de mayo a septiembre iban
a la langosta. Pasaban en el mar varios días entre Prioriño Grande y Punta
Candelaria. Estos marineros hacían los descansos en A Cova, mar de Covas (por
aquellos acantilados fui yo a pescar en muchas ocasiones). Terminada la campaña
de la langosta se dedicaban al jurel para seguidamente ocuparse del besugo.
Cuenta el profesor José Graña Carrodeguas que en la playa de Maniños existía un
gran criadero de mariscos: almejas, berberecho, ostra, navaja, etc. En el mismo
muelle se largaba el boliche y se recogía: pancho, jurel y xardas. Muy cerca de
las instalaciones de la antigua Astano estaba la Ostreira. Se recogía ostra y
almeja. Cuentan los mariscadores de la época que podían recogerse en diciembre
unas 6 toneladas durante muchos días. Entre el puente de As Pías y del ffcc
había chocos, jibia y panchos. En la ensenada de A Gándara, anguilas; en la
punta del Montón, un criadero de almeja, desde allí hasta la iglesia de Caranza
con el boliche se recogía la parrocha y sardina. Los vecinos de Caranza, que no
eran marineros, colaboraban las mañanas de los domingos, tirando "á
cazola", que consistía en ayudar a tirar de los cabos a cambio de un cesto
de peces. Vieira, ostra y zamburiña eran entonces muy abundantes en zonas como
Punta del Vispón, Punta de Caranza, muelle de Maniños, etc. La ensenada de
Santa Lucía era en los años 50 vivero de chocos, jibia, faneca y otras
especies. La ensenada de A Barca también fue criadero de almeja, longueirón,
jibia, choco y berberecho. Personalmente, recuerdo, años setenta, que entre el
muelle de Ferrol y A Graña había una boya en la que me amarraba y cuando de
"fuera" (O Pieiro y proximidades) venía de vacío, amarraba en la boya y cargaba de panchos. Hoy
no hay ni boya ni panchos, ni agua. Se ganó terreno al mar.
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