martes, 26 de junio de 2018

El "Dia de la Comarca", cincuenta y seis años después

En este apunte trato de recordar una fecha histórica, el "Día de la Comarca" celebrada en Ferrol el 2 de septiembre de 1962,  casi cincuenta y seis años atrás. Había sido un gran impulsor de este acontecimiento el fallecido médico forense Alfonso Couce Doce, a la sazón concejal, (ya en democracia llegó a ser alcalde del PP),  ostentando la presidencia de la corporación el también recordado José María López Ramón. No era, todo sea dicho, una idea original pues ya se habían celebrado en los años cincuenta "días de" la comarca arosana, Ourense, Carballino, etc.
El caso es que en Ferrol ese día 2 de septiembre hubo una gran fiesta -coincidiendo con la disputa del trofeo Concepción Arenal, que se llevó el Betis al vencer en la tanda de penaltis al Deportivo- llenándose las calles de excursionistas, unos 15.000 según algunas crónicas. Una de las notas destacadas fue el desfile de tractores de la Cooperativa de Castro, entonces viviendo una extraordinaria pujanza. Pero en el programa figuraban, entre otras iniciativas, batalla de flores en el Cantón, verbena y la quema de una falla que se había instalado en la plaza de Armas.
Ese día el bastón de mando de Ferrol pasó a manos del alcalde de Narón, Marcial Calvo Hermida, que de esta manera representaba al resto de ayuntamientos participantes en este gran jornada, que dejó imborrable recuerdo en la memoria colectiva de la sociedad ferrolana y ferrolterrana. Precisamente, el padre de la palabra "Ferrolterra" fue el médico, escritor y poeta Álvaro Paradela, articulista muy leído que jaleó insistentemente en fechas precedentes la anunciada celebración.
"Bocelo" (Pedro de Llano), entonces director de "La Voz de Galicia", había acudido al "Día de la Comarca" y escribió: "Volcando a la comarca en la ciudad, Ferrol acaba de crear una fiesta que perdurará mucho tiempo…es un vaticinio que se puede hacer sin el menor riesgo de equivocación". Pues en este caso erró en el pronóstico el prestigioso periodista porque nunca más se repitió.

(Ilustraciones: recortes de prensa "La Voz de Galicia" del 04-09-1962)

martes, 19 de junio de 2018

En el 450 aniversario del horroso incendio que calcinó 370 casas de las 400 existentes.

Una de las calamidades que tuvo que soportar la villa de Ferrol durante el dominio de los condes de Lemos fue, además de una peste, un horroroso incendio que se declaró el 19 de junio de 1568 y que redujo a cenizas 370 casas de las 400 que había, según relata el historiador Montero Aróstegui en la "Historia de Ferrol".
Contaba entonces la primitiva villa unos cuatrocientos vecinos "y sobre dos mil almas", que vivían de la pesca y salazón. "Amaneció el sábado 19 de junio y, como de costumbre, los pescadores salieron a la mar. Eran las seis de la mañana cuando a la voz de fuego cundió la alarma por la población". El siniestro comenzó en una vivienda de la calle llamada Ferrería. Sus llamas se propagaron rápidamente. "El incendio era tan voraz y tan recio era el viento que soplaba de levante que hacía avanzar las llamas tres y cuatro casas más adelante del punto donde llegaba", subraya la crónica de Aróstegui.
Dice también el historiador que todos clamaban por sus padres, esposos y sus deudos que, ajenos a aquella terrible desgracia, se encontraban en la mar. El fuego no duró más de siete horas con el resultado ya narrado. De las aldeas limítrofes acudieron muchas personas para prestar auxilios "pero no bastaron salvar siquiera todos los muebles y ajuares de las casas".
Esta desgracia hundió a los antiguos vecinos de Ferrol en una espantosa miseria. Sin casas donde albergarse, desgarrados y perdidos, andaban errantes por los pueblos comarcanos implorando caridad pública y acogiéndose algunos en las casas de sus amigos y familiares. Se calculó el daño  en más de ciento cincuenta mil ducados. Subraya el historiador que era tanta la importancia que ya entonces tenía el puerto de Ferrol y de tal magnitud el fomento de la salazón..."que no pasó mucho tiempo sin que se hubiesen en parte reparado las grandes pérdidas".

viernes, 15 de junio de 2018

Pedro Guimarey, escritor y periodista, fusilado por los falangistas en 1936 cuando tenía solo 31 años


Ayer se descubría una placa en memoria de Pedro Guimarey Filgueiras, escritor y periodista republicano asesinado por los falangistas en el 1936, cuando tenía solo 31 años. El acto estuvo presidido por el alcalde Jorge Suárez. La verdad es que, para los que seguimos fieles a los hechos y figuras históricos, no deja de ser una sorpresa el rescate de este demócrata ferrolano, sorpresa porque su identidad permanecía envuelta en la niebla del anonimato.

Un servidor puso inmediatamente en marcha el recurso de la hemeroteca para obtener datos biográficos. Por lo que he visto y leído. Guimarey Filgueira, practicante (ATS) de la marina civil, ha estado vinculado al Centro Obrero de Cultura, del que llegó a ser bibliotecario. Desde muy joven mostró buenas maneras para la literatura. Antonio Villar Ponte, prologuista de su primera comedia dramática "Doña Tierra", lo calificó de "esperanza de la literatura ". En ocasiones junto con Ricardo Carballo Calero intervenía también en ciclos de conferencias.

Como periodista fue director del Semanario Republicano de Izquierda "Renovación", que sale a la luz en 1932 y se mantiene hasta que se registra la sublevación de los militares en el 36. Él, no obstante, dejó la dirección en 1933. Esta publicación se tiraba en la imprenta Fojo de Ortigueira. Fue también impulsor de "Nueva Infancia", subtitulado "Ensayo de periódico para niños". Esta iniciativa tuvo corta vida por falta de ayudas. Fueron colaboradores, Quintanilla Martínez, López Bouza y Fernández Barreiro.
En un número especial de "El Pueblo Gallego", con motivo del 25 de julio (1934) , Día de Galicia, Pedro Guimarey firma un trabajo titulado "Los astilleros ferrolanos en la vida y en la literatura". Es una auténtica recreación en el lenguaje, plagado de metáforas y otras figuras literarias que van jalonando la descripción de los distintos talleres del recinto fabril.

En el campo de las letras destacan la comedia gallega "Pepa Andrea", la comedia castellana "Las luminarias de Dios" y la obra "Nido de esclavos" que le valió el máximo galardón del II Concurso Nacional de Teatro y Literatura", organizado por la Asociación de Escritores y Artistas reunidos en Madrid. Con motivo de importante premio le fue rendido un homenaje por un grupo de amigos en el hotel "Ideal Room", en julio de 1934. El día 23 de junio, poco antes de que fuera asesinado por los falangistas, se estrenó con gran éxito en el teatro Jofre la comedia "Doña Tierra" por la compañía Montijano.
Pedro Guimarey Filgueiras (1905-1936) nació en la calle Rubalcaba en donde ayer se descubrió una placa.

  

domingo, 3 de junio de 2018

En el 19 aniversario de Diario de Ferrol: Juan Ramón Díaz y yo en la gestación laboriosa de un periódico



El Diario de Ferrol se gestó en reuniones "clandestinas" entre Juan Ramón Díaz y yo. No convenía estar demasiado expuestos en tanto la idea no cobrase cuerpo y viabilidad. Juan Ramón ya había dejado la dirección de La Voz de Galicia, pero yo seguía en dicho periódico. Obviamente, era aconsejable imponer la mayor discrecionalidad al asunto. El local elegido, un restaurante en las proximidades de Miño no tan frecuentado desde que se abriera la autopista. No obstante, un día apareció en el mismo establecimiento el obispo de la diócesis, entonces Gea Escolano, con una reducida comitiva. Juan Ramón y yo comentamos en tono jocoso: "Esperemos que el boletín oficial del obispado no nos descubra la operación".

Porque hay que añadir que a esas alturas ya se hablaba en corrillos periodísticos de que se preparaba el lanzamiento de un diario en Ferrol e incluso se barajaban varios nombres de colegas, nunca el mío, para la dirección. Se sabía que era Juan Ramón Díaz quien capitaneaba el proyecto y por tanto si nos veían a Juan Ramón y a mi en reuniones de mesa y mantel, las conclusiones no se harían esperar. Algunos compañeros me preguntaban, porque viajaba con frecuencia a Coruña por razones de representatividad laboral, si había oído algo al respecto y yo tenía que reprimirme y hacerme el ingenuo y despistado.

Tras los primeros tanteos, ante el reto que me esperaba como director, le arranqué el compromiso de que sí era verdad que creía en mi debería permitir que yo dirigiese el periódico sin injerencias de ningún tipo. Mi eficacia y la de mi equipo se reflejaría en los resultados económicos y si estos no eran los deseados pondría mi cargo a su disposición. Arriesgué mucho, lo dí todo, pero valía la pena. Valió la pena. En efecto, Diario de Ferrol nunca ha dado pérdidas, durante mi etapa en la dirección. Al contrario, superábamos objetivos año tras año.

Las reuniones continuaron: plantilla, nombre de la cabecera, número de páginas dedicadas a información de la ciudad y de la comarca, secciones de nacional, internacional, esquelas (elemento fundamental en un periódico)…De todo ello y mucho más hemos hablado mi director general y yo hasta ponerle la fecha a la salida, elegir sede, recinto para la presentación en sociedad etc.

Aun cuando en los dos o tres últimos años antes de jubilarme se produjeron discrepancias, alguna de fondo, la figura del recordado Juan Ramón Díaz permanecerán siempre en mi memoria Cuando abandonó La Voz de Galicia, como portavoz de los trabajadores (ejercía la presidencia del Comité Intercentros) le mandé una carta reconociendo su trabajo. Este periódico alcanzó las mayores cotas de tirada y difusión durante su mandato. Nadie duda, por otro lado, de que fue y es un referente en el periodismo gallego y, sin que yo me lo imaginara, me concedió el honor de ser su elegido y darme la gran oportunidad de mi vida profesional, esto es, poner en marcha en mi ciudad natal un periódico con vocación de continuidad que fuese, sin filtros ni intereses interpuestos, la expresión genuina de sus anhelos como comunidad.
Esto quiere ser un simple "aperitivo", de sello más anecdótico que otra cosa, de un opúsculo que tengo en proyecto sacar en el que relate la gestación y mis experiencias del Diario de Ferrol. A ver si lo logro para el vigésimo aniversario.