domingo, 3 de junio de 2018

En el 19 aniversario de Diario de Ferrol: Juan Ramón Díaz y yo en la gestación laboriosa de un periódico



El Diario de Ferrol se gestó en reuniones "clandestinas" entre Juan Ramón Díaz y yo. No convenía estar demasiado expuestos en tanto la idea no cobrase cuerpo y viabilidad. Juan Ramón ya había dejado la dirección de La Voz de Galicia, pero yo seguía en dicho periódico. Obviamente, era aconsejable imponer la mayor discrecionalidad al asunto. El local elegido, un restaurante en las proximidades de Miño no tan frecuentado desde que se abriera la autopista. No obstante, un día apareció en el mismo establecimiento el obispo de la diócesis, entonces Gea Escolano, con una reducida comitiva. Juan Ramón y yo comentamos en tono jocoso: "Esperemos que el boletín oficial del obispado no nos descubra la operación".

Porque hay que añadir que a esas alturas ya se hablaba en corrillos periodísticos de que se preparaba el lanzamiento de un diario en Ferrol e incluso se barajaban varios nombres de colegas, nunca el mío, para la dirección. Se sabía que era Juan Ramón Díaz quien capitaneaba el proyecto y por tanto si nos veían a Juan Ramón y a mi en reuniones de mesa y mantel, las conclusiones no se harían esperar. Algunos compañeros me preguntaban, porque viajaba con frecuencia a Coruña por razones de representatividad laboral, si había oído algo al respecto y yo tenía que reprimirme y hacerme el ingenuo y despistado.

Tras los primeros tanteos, ante el reto que me esperaba como director, le arranqué el compromiso de que sí era verdad que creía en mi debería permitir que yo dirigiese el periódico sin injerencias de ningún tipo. Mi eficacia y la de mi equipo se reflejaría en los resultados económicos y si estos no eran los deseados pondría mi cargo a su disposición. Arriesgué mucho, lo dí todo, pero valía la pena. Valió la pena. En efecto, Diario de Ferrol nunca ha dado pérdidas, durante mi etapa en la dirección. Al contrario, superábamos objetivos año tras año.

Las reuniones continuaron: plantilla, nombre de la cabecera, número de páginas dedicadas a información de la ciudad y de la comarca, secciones de nacional, internacional, esquelas (elemento fundamental en un periódico)…De todo ello y mucho más hemos hablado mi director general y yo hasta ponerle la fecha a la salida, elegir sede, recinto para la presentación en sociedad etc.

Aun cuando en los dos o tres últimos años antes de jubilarme se produjeron discrepancias, alguna de fondo, la figura del recordado Juan Ramón Díaz permanecerán siempre en mi memoria Cuando abandonó La Voz de Galicia, como portavoz de los trabajadores (ejercía la presidencia del Comité Intercentros) le mandé una carta reconociendo su trabajo. Este periódico alcanzó las mayores cotas de tirada y difusión durante su mandato. Nadie duda, por otro lado, de que fue y es un referente en el periodismo gallego y, sin que yo me lo imaginara, me concedió el honor de ser su elegido y darme la gran oportunidad de mi vida profesional, esto es, poner en marcha en mi ciudad natal un periódico con vocación de continuidad que fuese, sin filtros ni intereses interpuestos, la expresión genuina de sus anhelos como comunidad.
Esto quiere ser un simple "aperitivo", de sello más anecdótico que otra cosa, de un opúsculo que tengo en proyecto sacar en el que relate la gestación y mis experiencias del Diario de Ferrol. A ver si lo logro para el vigésimo aniversario.

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