|
Un recorte de El Correo Gallego en el que se hacía
referencia al conficto surgido con la restricción
de los vapores trasatlánticos en el puerto coruñés |
La semana pasada entrábamos en ese capítulo, siempre
controvertido, de las relaciones entre ciudades vecinas. Decíamos que en el caso de Coruña-Ferrol o Ferrol-Coruña, que tanto
monta, la cosas se quedaban más en las rivalidades futbolísticas, pero que había
episodios a lo largo de la historia que abordaban otros aspectos más bien
relacionados con los pulsos políticos. El ejemplo que poníamos era el de la
Refinería de Petróleos del Noroeste a cuya licitación en tiempos de la dictadura
concurría también Ferrol con la exposición de unos argumentos más contundentes
que los que podrían ofrecer las autoridades coruñesas, aunque con escaso fruto, como quedó subrayado. Pues bien, hoy me quiero
detener en otro hito en el que los ferrolanos mostramos una solidaridad sin
límites con los moradores de la urbe vecina. Por una Real Orden de 14 de mayo
de 1889, hace un siglo largo, se restringía la escala de vapores trastlánticos en el puerto
coruñés. Inmediatamente, en aquella ciudad se produjo un movimiento popular espontáneo
de contestación, ya que se consideraba que se lesionaban seriamente los
intereses no sólo de A Coruña sino incluso de Galicia, tal como argüían en
un afán de involucrar en la la lucha a las cuatro provincias y ganar así fuerza
en la reivindicación. Ferrol reaccionó inmediatamente con ¡la dimisión de la
corporación local! "Esta corporación se pone incondicionalmente al lado de
La Coruña para todo aquello que afecta a la dignidad de Galicia",
razonaban los ediles ferrolanos. La medida iba en provecho de Santander y
"trátase de un bofetón lanzado a Galicia entera". Una comisión
representativa de la corporación local se desplazó en barco a la ciudad vecina
para presentar la dimisión al Gobernador y fue recibida en el puerto con vítores al pueblo de Ferrol y
enormes muestras de cariño, desfilando por las calles coruñesas para, a la hora
del mediodía, ser invitados sus miembros a "un suculento almuerzo" en
el local de la sociedad
La Tertulia de Confianza.
Previamente, el Gobernador había intentado
que la corporación revocase su acuerdo, pero los comisionados ferrolanos
se mantuvieron en todo momento firmes en su decisión. Es un hermoso episodio de hermandad y
solidaridad que refleja que las rivalidades se aparcan cuando se atenta contra
los intereses generales. En tiempo récord, aquellas movilizaciones dieron sus frutos y los representantes coruñeses lograron satisfactorias compensaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.