lunes, 10 de septiembre de 2012

El fútbol y la violencia

 
Está visto que el fútbol desata pasiones, prende la mecha de la iracundia, actúa a modo de catarsis para desahogo de la masa, el yo se disfraza y diluye en la reacción colectiva, en fin es una especie de caja de ensayos en donde se pueden perder los psicoanalistas, antropólogos, sociólogos, etc. Un campo de fútbol es el recinto en el que llamarle hijo de p. al árbitro o al jugador no solo no escandaliza sino que cobra cuerpo de legitimidad y se convierte en copla entonada al unísono por jóvenes y mayores, hombres y mujeres. "Un país habrá llegado al máximo de su civismo cuando en él se puedan celebrar los partidos de fútbol sin árbitros" decía el desaparecido cómico José Luis Coll. Pero en ocasiones, lamentablemente, salta también la chispa de la violencia. Y la violencia sabido es que genera violencia. Ayer se registró un brote en las inmediaciones del campo de A Malata antes de que comenzara el partido que enfrentaba al Racing y al Compostela. Naturalmente era una pelea entre aficionados de uno y otro equipo. El tumulto no pasó a mayores. A la hora de escribir esta diaria reflexión ignoro los motivos, aunque tampoco me importan mucho porque  me quedo con el efecto más que con la causa para llamar la atención de los aficionados y peñas e invocar la serenidad frente a los provocadores. Se da la circunstancia, además de que un periodista ferrolano de la Radio Gallega fue zarandeado y otro colega de La Voz recibió fuertes acusaciones e insultos a través del twitter debido, al parecer, a una crónica de urgencia que publicó el citado medio con cuyos términos estaban en absoluto desacuerdo algunos tuiteros. Por descontado, respeto para los que discrepan, pero repulsa para los que discrepan insultando. Hace pocos días precisamente abordaba un servidor el fenómeno del seudónimo y señalaba que era absolutamente censurable utilizar dicho recurso para lanzar la injuria, la calumnia, el descrédito. Si antes lo comento antes se dan los primeros ejemplos que es de esperar que no se repitan. Máxime si tenemos en cuenta que el histórico Racing va sobre ruedas liderando el grupo y camino de la recuperación de la Segunda B. Cada partido ha de ser, pues, una celebración o una fiesta del racinguismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.