Expuse días atrás en mi cuenta de
twitter que el fin del mundo no era posible pero si deseaba que sucediese el
fin de este mundo. Me refería claro está a este mundo de injusticias, de
desigualdades, deshumanizado, en el que se adora al becerro de oro, el dinero y
el poder, mientras se pervierte toda una escala de valores cívicos, elementales
para una saludable convivencia democrática. Este mundo de veleidades en el que los
más poderosos se instalan en su burbuja particular e intransferible,
constituyen su propio estado inexpugnable desde el que desafían con un absoluto
desprecio a lo que sucede en el universo de los demás, en donde hay millones de
personas que se mueren de hambre, en donde los mercaderes expulsan a los
semejantes de sus propias viviendas y condenan a los demás al paro y al
ostracismo, en este mundo en el que reinan con más crueldad que
nunca los que horadan la felicidad de la mayoría, los que destruyen su mundo de
ilusiones y esperanza, los que roban a cara descubierta -Roldán solo fue un
simple precursor en el caso de España- y con absoluta impunidad. Me gustaría
liquidar ya, de una puñetera vez, este mundo maloliente, desahuciar a los que
desahucian, reunir entre rejas a los malhechores que nos pisotean la dignidad y
nos roban la felicidad, confinar a los que solo piensan en viajar por la vida
en la clase "vip" porque se contaminan en clase turista. No sigo,
seguro que los que tenéis la paciencia de leerme sabéis a lo que me refiero. No
vale la pena que dé más pistas. Apuesto por cambiar este mundo
que vemos. Seguro que hay algun@ más en la "sala" que estará de
acuerdo conmigo.
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