Abordo el tema al hilo de una consulta que una amiga me hizo ayer. Ferrol ha llegado a tener cerca de 93.000 habitantes en el año 1981. Diez años después, la crisis de la construcción naval repercutía en la población que se cifraba en 85.132 h. Veinte años después, en el 2011 estábamos en 72.963. Llevamos 31 años perdiendo población y no quiero pensar en lo que está sucediendo actualmente con la depresión que nos asola. Tres décadas en cuyo transcurso, además de la mal llamada reconversión naval decretada por el Gobierno de Felipe González, que trajo como consecuencia la pérdida de miles de empleos, se produjo también el desmantelamiento militar al reubicar Defensa la flota en el Sur por razones de estrategia. Tenemos, pues, que remontarnos a los años sesenta para encontrar un número de habitantes similar, incluso entonces superior, ya que el INE establecía una población de 74.799. Estas cifras dibujan perfectamente el declive de Ferrol y su comarca, área a la que prácticamente se le han mutilado los dos pilares fundamentales que tradicionalmente han venido sosteniendo la economía de la zona: la actividad de los astilleros y la propia de una plaza militar, capital de la Zona Marítima del Cantábrico. Nunca, desde que entra el vigor el censo, en el 1842, se ha registrado una caída en progresión durante un larguísimo período como el que citamos. Treinta años en cuyo tramo los Gobiernos, "populares" o socialistas, han vendido humo de manera permanente y nunca han articulado una compensación para una ciudad que precisamente nació por y para el Estado. España está en deuda con Ferrolterra. Soy consciente de que el "grito" no surge en el momento más oportuno, pero todos los ferrolanos, sobre todo las nuevas generaciones, deben de saber que con esta ciudad se ha cometido una afrenta y un agravio, ya que a otras, afectadas también por la reconversión, han ido a parar mejoras que amortiguaron la sangría del paro. Que no nos cuenten milongas los políticos de aquí y de allá. Nada han hecho por esta comarca. A la vista está.
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