Dicen que siendo Jaime Quintanilla Ulla alcalde de la primera corporación democrática vio un día en una dependencia municipal una balumba de legajos y papeles que le molestaron a la vista y ordenó venderlos. Era la única documentación que obraba en el Concello sobre el Ayuntamiento de Serantes, anexionado a Ferrol en la dictadura franquista, año 1940, con el fin de proporcionarle mayor estatus poblacional a la ciudad naval. No recuerdo los pormenores de esta desdichada decisión, pero estoy convencido de que el doctor y primer edil ferrolano no sabía lo que hacía. Un hombre culto, de un alto nivel intelectual, orador que multiplicaba su presencia en tribunas cívicas y de profesionales de la Medicina, columnista habitual de prensa y publicaciones sectoriales, miembro del primer consejo de redacción de la prestigiosa revista FerrolAnalisis, una persona leída, buen conversador, amante de su ciudad, no podría mandar que se vendiera el archivo del concello de Serantes. Es difícil encajarlo. Digo esto porque no faltó quien especuló con la hipótesis de que Quintanilla Ulla, que tenía cierta vena anárquica aunque actuó siempre bajo las siglas del PSOE, estaba informado de la etiqueta de aquel montante de documentos y que a pesar de ello persistió en deshacerse de lo que realmente era la historia del que fuera vecino ayuntamiento, que abarcaba territorialmente toda la zona rural. Aquellos papeles que acabaron en algún vertedero o vaya usted a saber, hoy para cualquier estudio relacionado con aquel municipio serían una fuente de inestimable valor. Tal vez, lo que nos queda es la hemeroteca de El Correo Gallego, en su etapa ferrolana, periódico en el que , sin haberme detenido porque no era mi objetivo, encontré informaciones varias que reunidas podrían quizás -lo escribo con toda la cautela- servir de base para hacer una aproximación. Lo que sí se recuperó fue la figura del último alcalde republicano, Alejando Porto Leis, asesinado en 1938 por la dictadura, a través de un documental "O segredo da Frouxeira", de Xosé Abad. Allí, en Serantes, nacieron el ilustre escritor y académico, Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) y Juan Farias (1935-2011), otro narrador dedicado en la última parte de su vida a la literatura infantil. Hoy, la mirada, en ese camino emprendido de opinar divulgando, se ha quedado entre nosotros, en nuestra intrahistoria.
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