La necrológica de Barbeito Herrera publicada en el ABC el 28-12-1968 |
Manuel Barbeito Herrera (1855-1968) es un periodista
ferrolano, "amante ferviente de su ferroliño", escribió Ricardo Nores
Castro, Cronista Oficial de la Ciudad, allá por los años setenta en Ferrol
Diario. Colaboró en el Diario Ferrolano, El Ideal Gallego, El Noroeste, entre
otros, antes de marcharse a Madrid en el año 1922. Andando el tiempo retornaría
a Galicia para dirigir entre 1946 y 1948 La Voz de Galicia y tras, este período, volvió a fijar su residencia en la capital de España. Hizo incursiones en la poesía,
fue premiado en los juegos florales de Santiago de Compostela en 1918 y en los
de A Coruña en los años 1919 y 1920. También escribió la novela "El
retorno".
Cuenta Raimundo García Domínguez "Borobó"
("Atando cabos. Homenaxe a Francisco Pillado Rivadulla" que coordina
Xosé R. Pousa) que Barbeito Herrera era amigo de Franco y siendo director de La
Voz acompañó al dictador en una jornada de pesca y al retornar a puerto,
preguntado por los redactores qué tal había sido la experiencia dijo que muy
bien "aunque- matizó- cada atún le saldrá al Tesoro por un millón de
pesetas". Por lo visto lo traicionó la confianza con el General. El caso es que le formaron un expediente y cesó en La Voz de Galicia.
Pues bien, volviendo al inicio de estas líneas y al
ferrolanismo de Barbeito Herrera, Nores Castro recuerda que pronunció una conferencia
en el Centro Gallego de Madrid el 21 de junio de 1958 que tituló "Apuntes
para la biografía de una generación ferrolana en relevo" en la que
dibujaba con gran barroquismo literario
el Ferrol de su niñez y adolescencia. El Cronista Oficial de la Ciudad la
transcribió íntegramente en su sección "Ferrol de ayer" que mantenía
en Ferrol Diario. Es un documento interesante, costumbrista, en el que señala que
"la gente jugaba al tresillo y a la lotería casera durante la
Cuaresma...bailaba polcas y mazurcas, valses y rigodones por Carnaval e iba a
misa de doce a San Julián...Se alumbraban las casas con quinqués de
petróleo...los caballeros solo se quitaban el sombrero para saludar y los
guantes para dar la mano...rara vez se aventuraba una señora a entrar con su
marido en un café para tomar un sorbete...y jamás salía sola una señorita sin
que fuese su sirvienta pisándole los talones".
Hace referencia a diversos
episodios como el periplo de la Nautilus y recuerda como cuando no había
instituto en Ferrol los jóvenes tenían que desplazarse ala vecina ciudad
coruñesa "a bordo del "Hercules", el viejo vapor de ruedas con
una hora de mar que la peña de la marola hace tan inclemente como la travesía
de América, o en diligencia hasta Betanzos y en el tren desde allí, viaje que
dura todo un día y parece que no acabará
nunca". No faltan las referencias a las romerías, arsenales, personajes de
la época, el periodismo ferrolano, en fin, una completa crónica retrospectiva,
interesante, creo yo, para quienes gustan y disfrutan de las páginas de nuestra
intrahistoria.
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