martes, 20 de enero de 2015

Astano: Y el veto cayó sobre Ferrolterra. De construir buques convencionales a los artefactos offshore (y IV)

El "Discoverer Enterprise", tristemente famoso por haber colisionado con el puente de As Pías dejando a Ferrol
con serias dificultades de comunicación. Este suceso ocurrió el 13 de enero de 1998, se acaban de cumplir 17 años,
al soltar amarras en Astano quedando a merced del viento en aquella noche de fuerte temporal.
En el año 1978, Astano se inició en la actividad de reparación de plataformas y buques offshore, en los primeros años ochenta potenció el sector de reparaciones y ya en el 1984 y debido a la necesidad de reducir la capacidad de los astilleros tuvo lugar la llamada Reconversión del sector de la construcción naval, que supuso el cese de la actividad como constructor de buques y la reducción de la plantilla en 3.414 personas, que pasaron a incorporarse a los Fondos de Promoción de Empleo (FPE). A partir de esta fecha, su actividad se dirigió al mercado offshore, dedicándose a la construcción de plataformas y artefactos flotantes, reparación de todo tipo de buques y plataformas y al desguace. En 1985 se llevó a cabo la segregación de la División Industrial de la factoría, dedicada a la fabricación de maquinaria y construcciones metálicas, constituyéndose la sociedad "Imenosa", filial de Astano, que pasó a integrarse en la división de bienes de equipo. En marzo de 1987 entró en vigor el primer contrato de construcciones offshore, con la plataforma semisumergible "Drillmar I", con capacidad para operar en profundidades de hasta 457 metros. La colocación en grada de los primeros bloques tuvo lugar en julio de 1988. Luego vendrían, entre otras unidades, "Alba FSU", "Petrojarl Foinaven", "Texaco Captain", "Discoverer Enterprise", famoso por haber soltado amarras y batirse contra el puente de As Pias en una noche de fuerte temporal.
El número de buques construidos en el astillero a lo largo de su historia es de 265, el último fue "El Dorado", botado 17-09-1986, figurando entre ellos los más variados tipos y tamaños, desde los pesqueros de madera de los primeros años de su fundación, hasta los grandes petroleros, pasando por cargueros, remolcadores, metaneros, obo's, portagabarras, bulkarriers, frigoríficos, etc y son varios los miles de buques reparados en sus instalaciones. Hay que añadir que la mayoría de las construcciones se llevó a cabo con tecnología, proyectos y planos, desarrollados en el astillero por sus salas técnicas. De un plantilla de 13 personas (otras fuentes apuntan a 33) pasó a tener más de 7.500 personas, sin contar 3.500 de empresas auxiliares y sin  incluir tampoco los empleos inducidos o indirectos.
No se redondearía la historia de Astano, que vine resumiendo en grandes líneas, echando mano de diversos informes que obran en mi poder desde mi etapa de periodista laboralmente en activo, si no mencionase a una personalidad, cuya efigie, emulando la estatua de Jorge Juan, preside la entrada a Ferrol por la avenida de Esteiro, con el brazo levantado y señalando hacia las gradas de Perlío. Me refiero al marino e ingeniero naval José María González-Llanos y Caruncho, que desde 1941 a 1949 simultaneó su trabajo en la factoría naval de Ferrol, en jornada normal y en Astano desde las 18 horas en adelante, hasta la madrugada. A partir de 1949 con dedicación exclusiva a Astano, jubilándose en el año 1972. Hombre de un dilatadísimo y brillante curriculum, además de fundar Astano, promovió otras empresas y desempeñó importantes cargos en la alta dirección de distintas compañías. Quienes lo conocieron y trataron, lo calificaron de sencillo, austero, humano, trabajador infatigable, capaz de transformar un modesto tinglado de carpinteros de ribera en uno de los astilleros más importantes del mundo".

González-Llanos y Caruncho se puso al frente del primer consejo de administración en 1941, aportando 300.000 pesetas, consejo que estaba constituido por las siguientes personas y respectivas aportaciones: José C. Álvarez Bouza (150.000 pesetas), Benito Alvariño Grimaldos (75.000 pesetas), Alberto Fernández Martín (75.000 pesetas), José A. Veiga López (75.000 pesetas), José A. Vázquez (75.000 pesetas), Alejando Mac-Kinlay de la Cámara (200.000 pesetas), Cristóbal Rodríguez Peña (85.000 pesetas), Alfonso Vizoso Saavedra (200.000 pesetas), Anselmo Seoane Vázquez (50.000 pesetas),  José Matías Rey Sánchez (200.000 pesetas), Bernardo Andrés Varela (15.000 pesetas), Antonio Castro Pazos (15.000 pesetas) Antonio Porto Carrera (15.000 pesetas), Ramón Aguilar Pérez (20.000 pesetas), José Prieto Martínez (10.000 pesetas). En el año 1942 se incorpora Constantino Lobo Montero (40.000 pesetas) y en 1969 se agregan  como vicepresidente Fernando Salorio Suárez y como vocal Joaquín Arias y Díaz de Rábago.




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