Ricardo Carballo Calero, hijo predilecto de Ferrol |
Hay días en que uno se siente defraudado y cabreado. Hay
días en que uno se va a dormir jurando en arameo. Yo no sé, porque tampoco he
visto ningún movimiento especial, salvo una plataforma ciudadana que se
constituyó para defender la candidatura de Ricardo Carballo Calero como figura
de las Letras Galegas, lo que importa a la generalidad de las entidades cívicas
e instituciones oficiales gallegas y, particularmente ferrolanas, este asunto. Es
verdad -hay que recordar- que en el 2009 seis ciudades gallegas: Coruña, Vigo,
Santiago, Ferrol, Ourense y Pontevedra apoyaron su candidatura. Lo que me sorprende es que una y otra vez la Real Academia
Galega niegue al ilustre polígrafo ferrolano porque se haya dado en el último
tramo de su vida al estudio y defensa de las tesis del reintegracionismo. Sostenía que el gallego y el portugués forman parte del mismo diasistema lingüístico, el idioma luso. Parece que pudiera contradecir los principios de la RAG en cuanto que garante
de la pureza del idioma, pero, haciendo esta concesión, yo me pregunto ¿este
hecho invalida toda una trayectoria como intelectual, profesor, escritor, poeta,
crítico literario, en definitiva, un curriculum escasamente parangonable en la
Galicia del siglo XX? Un amigo y reconocido especialista del mundo literario
gallego, joven, por supuesto, me decía "no te ilusiones, tendrá que
producirse el relevo generacional, habrá que esperar a que se produzcan las
bajas naturales, para que personas dotadas de un espíritu más abierto, menos
dogmático, hagan justicia con Carballo Calero". Penoso. Pero, vamos a ver,
¿no puede la RAG apoyar esta candidatura haciendo las objeciones que considere
pertinentes en lugar de condenar sistemáticamente al ostracismo a Carballo
Calero y toda su obra? ¿No ha pagado ya Carballo Calero penitencia por sus
planteamientos reintegracionistas, si es que tiene que penar por esta
circunstancia? Francamente, la RAG, a mi modo de ver, proyecta una imagen
"tridentina" con este tipo de decisiones. Los prohombres y mujeres
que tienen plaza en esta institución invocan constantemente en sus
intervenciones públicas a Carballo Calero, porque es inevitable a la vista de
su prolífica obra, ya que no se puede hablar de Galicia y de su riqueza
intelectual, cultural y literaria sin tener que, necesariamente, desembocar en
la cita de este histórico y reconocido filólogo y poeta. Sin embargo se le
niega el galardón una y otra vez. Pues así se escribe la historia de la Real
Academia Galega. Por lo demás, saludar la personalidad de Filgueira Valverde al
que festejaremos durante el año 2015.
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