|
El Hospital de Caridad del s. XIX, un modelo entre
los mejores de España, se decía en 1896 |
Si hace unos días me ocupaba de la calle real de los años 20
del siglo pasado, en esta ocasión me remonto a la centuria anterior porque he
localizado un magnífico retrato de carácter retrospectivo que se hacía de la
ciudad de Ferrol en el año 1896. El articulista (
El Correo Gallego) empezaba la narración diciendo que no era
preciso alcanzar la vejez para recordar lo que era la antigua
chinela, hoy Cantón de Molíns, la
antigua alameda con sus grandes bancos de piedra de respaldo y doble asiento,
transformada en la hermosa avenida y jardines de Suanzes, o la esquina del
Murallón, ocupado después por los
jardines de Sánchez Barcaiztegui. Allá por el año de 1860, la calle
Galiano era un espacio jalonado de
huertas
cerradas por tupidas zarzas. Enfatizaba el autor de la
descripción "recordamos perfectamente las tres primeras casas que se
edificaron en la manzana de los números pares, señalas con las letras A, B y
C". Cita, por otro lado lugares como el
Campo del General y la
Cuesta
de Mella, sustituidos por el paseo de Herrera y la anchurosa vía que pone
el Ferrol Viejo en comunicación con el centro urbano. Cuando se detiene en el
alumbrado "todavía parécenos ver agonizar los primitivos faroles de
aceite; a este sucedió el petróleo y cuando se celebraba esa mejora como un
adelanto a pocos se les ocurríría que al petróleo iba a
darle el canuto el gas y a este el brillante alumbrado
eléctrico". A continuación, el periodista formula un recorrido por los
espacios culturales cuando dice "hicieron las delicias de nuestra niñez el
Teatro Principal y el
Filarmónico, el primero convertido en
excelentes edificios particulares y el segundo sirvió sucesivamente de almacén
y Cocina Económica ¿quién predicaría entonces que de aquella
vergüenza artística nos había de redimir
el teatro
Jofre? Siguiendo el
"itinerario" trazado por el cronista de
El Correo Gallego vemos como el
Baluarte
de la Puerta Nueva se convertía periódicamente en circo ecuestre y
gimnástico. Ilustradora a más no poder la descripción del viejo hospicio
"foco de inmundicia y un hospital lóbrego, lleno de humedad, con unas
escuelas inverosímiles y los tradicionales bailes del
Sobrado,
tabique por medio de las salas de enfermos, que
luego daría lugar a un asilo provisional y a un
Hospital de Caridad que puede ofrecerse hoy como modelo entre los
mejores de España. En el siguiente y último capítulo llevaré a mis amigos
lectores la descripción y su evolución de otros lugares urbanos y los propios
centros de enseñanza, sin olvidar, reitero, que estamos viendo el Ferrol de la
segunda mitad del siglo XIX, cuando se iba construyendo la urbe partiendo de aquel pueblo de pescadores que luego se convertiría en el
gran departamento marítimo por decisión borbónica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.