miércoles, 11 de marzo de 2015

Lecciones de vida y muerte

Luís Mera Naveiras (1942-2015)
No es fácil escribir cuando las emociones y los sentimientos desbordan la serenidad. El amigo Luís Mera es una de las personas con las que he mantenido a lo largo de treinta años una profunda amistad. Ha sido una relación frecuentada en el día a día, mucho más en los últimos años, a raíz de que se le diagnosticó un cáncer de colon. Entendía que a partir de ese momento, Mera necesitaba el calor humano de todos cuantos tuvimos el privilegio de disfrutar de su confianza y afecto. En las jornadas postreras, cuando todavía fluía un hilo de vida y lo visitaba casi a diario notaba que cuando yo franqueaba la puerta de la 112 del hospital Naval, el rostro se le iluminaba de alegría "hombre, Man", me extendía la mano...Eran unos apretones en los que se condensaban muchas vivencias, muchas experiencias compartidas, muchos proyectos en común. Eran los apretones de una persona que, esperando el momento de partida de un día para otro, su figura como gran activista de la cultura se agigantaba, de una persona que muriéndose daba instrucciones acerca de tareas del Club de Prensa de Ferrol que quedaban pendientes.
            Por eso tuve mucha pena no poder estar hasta el final a su lado. Unos cálculos biliares pusieron una inoportuna distancia por medio, aunque físicamente estábamos muy cerca, él en el Naval y yo en el Marcide, a pocos metros de recorrido. Su nuera Julia María Dopico Vale me llamó por teléfono antes de que expirara para decirme que la última palabra fue para interesarse por mi salud. Emocionante, indescriptible la sensación que en ese momento heló y recorrió mi cuerpo y mi mente, allí, en la habitación 417 del Complejo Hospitalario Arquitecto Marcide.
            En adelante, recordar a Luís Mera Naveiras es reivindicar el valor de la libertad y la democracia, rendir tributo a la cultura como factor de resistencia y a la música como argumento vital y bálsamo del alma. Recordar a Luís Mera es también, entre otras muchas cosas, exaltar la amistad como expresión de sentimientos tan nobles como el afecto y la lealtad incondicionales. Así se lo expresé en vivo y en directo el día de su homenaje, el 31 de mayo de 2013, se van a cumplir próximamente dos años. En definitiva, Luís Mera nos deja lecciones para la vida y muerte. El mundo de la cultura en general y su pasión por la música, en particular, colmaron su trayectoria existencial. La entereza con que esperó su fin tumba la doctrina de quienes piensan que los no creyentes llegan con desasosiego y amargura al desenlace final. Ha deseado una muerte digna y la ha tenido.
Hoy, cuando ya el amigo ha entrado en el espacio de la llorada ausencia, tengo la sensación de una orfandad especial. El diálogo permanente se ha roto. No me lo puedo creer.
De Luís Mera Naveiras he escrito en diversas ocasiones en mi blog. A los distinguidos lectores que tengan interés les dejo el enlace http://deferrolparaelmundo.blogspot.com.es/search?q=luis+mera 
                       




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