No es la primera vez que el "capitán Fortes" ocupa
tribuna en nuestra ciudad. La primera fue en el Ateneo poco tiempo después de
ser puesto en libertad tras sufrir cárcel por ser un militar demócrata (Unión
Militar Democrática). Más recientemente (2005) acudió invitado por la
asociación cultural Fuco Buxán, que planteaó un debate con varios militares,
entre ellos el ferrolano Miguel Bouza Carballeira, y ayer lo hizo respondiendo a
la llamada del Club de Prensa de Ferrol. Estaba yo entonces en Ferrol Diario y recuerdo que nos llegó la filtración sigilosa de que
iban a ser puestos en libertad los "Úmedos" Xosé Fortes, Luís Otero y
Jesús Martín Consuegra, después de haber pasado tres meses en la prisión del
Castillo de la Palma ,
uno de los dos que flanquea la bocana de la ría de Ferrol. Corría el año 1976.
La salida de prisión estaba prevista para la medianoche y el que suscribe, de
"motu propio" decidió ir a esperarlos a la puerta de la citada
fortaleza. Me parecía que tenía que ser un momento singular, emotivo para
aquellos oficiales valerosos que se habían jugado su futuro por defender la
libertad y la democracia. Y allá me fui. A las puertas del castillo me
presenté, les dije que era un periodista que quería vivir con ellos el momento
de su libertad y que estaba allí, a título personal, para recibirlos. También
se habían acercado a la prisión con el mismo motivo unas señoras, que luego
descubrí que eran la madre y la tía del cantautor mugardés Xoán Rubia que
invitaron a Fortes, Consuegra y Otero a casa de una de ellas, actitud hospitalaria
que me hicieron extensiva. No sé hasta que hora de la madrugada estuvimos
platicando de la experiencia de aquellos profesionales de la milicia,
conversación animada, alrededor de mesa y mantel en la que se brindó con un
vino del país, un pulpo a la mugardesa y otros "principios".
Demócratas aquellos militares y demócratas, solidarias y hospitalarias aquellas
señoras, que no era la primera vez que hablaban con los oficiales del Ejército.
Tengo también otra anécdota, esta un poco "frívola". Una noche, al acabar la
jornada, tres periodistas amigos decidimos ir a tomar una tapa-cena a una
cetárea que había -y creo que hay- en San Felipe. Tras regar con un buen vinos aquellos
aperitivos, ya fuera del establecimiento y situándonos frente al Castillo de la Palma , guitarra en ristre, entonamos
alguna de aquellas canciones "el pueblo unido", "venceremos
nós"...intermediando con algunos gritos de "libertad" con la
pretensión de que nos oyeran los militares presos y a riesgo de que nos viniera
a "rescatar" la Guardia Civil.
En el limpio silencio de la noche, con las aguas de la ría en absoluta
calma, las canciones "revolucionarias" y los "berridos"
reivindicativos que proferíamos tenían que escucharse necesariamente en la otra
orilla, dada la escasa distancia que media. En oportuno momento, optamos por
abandonar el paraje y retornar a casa con la conciencia de que, de alguna
manera, a nuestra manera, habíamos cumplido como ciudadanos solidarios con
aquellos profesionales de la milicia que por ser demócratas dieron con sus
huesos en la prisión. Historias.
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