Recorte del periódico "La Voz de Galicia", 24-02-1963 |
Los trabajadores de los astilleros a través de sus convenios
y decisiones empresariales han contado a
lo largo de su historia con ciertos beneficios: entre otros, la formación del
personal con la Escuela Obrera, el economato, los comedores… En este punto quería
detenerme porque en mi deambular por las hemerotecas digitales hallé un
reportaje de un periodista distinguido que lo fue -fallecido en julio de 2001-
Eugenio Pontón. (La Voz de Galicia,
24 de febrero de 1963)
Aborda este recordado compañero el funcionamiento de los
comedores de Bazán y subraya que por siete pesetas se comen dos platos y pan.
Si se quería tomar vino debería el trabajador abonar un suplemento, lo mismo
que si requería una manutención a dieta. Las instalaciones tenían capacidad
para 870 personas y en el momento de elaborar su rerpotaje indica que había a
la cola unas 3.300 solicitudes.
"La alimentación es buena" -afirmaba Pontón
Ramos-y añadía " y la obra que la Bazán lleva a cabo en este sentido,
socialmente extraordinaria". Da incluso el menú de dos días: sopan de pan
y jibia con patatas en guiso, en uno y caldo de grelos y tortilla de patatas,
en otro. Una vez por semana, merluza y tres o cuatro veces al mes servían
pollo.
La cocina estaba atendida por diecisiete mujeres, huérfanas
o viudas de productores, además de un jefe, auxiliares, pinches y diecisiete
camareros. Subraya, igualmente, que el sostenimiento de los comedores costaba
anualmente a la empresa cuatro millones de las antiguas pesetas.
Recuerda el periodista que la comida se servía en locales
que en principio estaban destinados a calentar los alimentos que los obreros
traían de su casa. Aquí podríamos entrar en esa etapa de la posguerra en la que
muchos operarios almorzaban dentro y otros lo hacían fuera auxiliados por sus
esposas o familiares que le traían la comida en
fiambreras.
Siro López en "Ferrol Ciudad", 11-08-2013 (La Voz de Galicia) escribía:
"Traballadores da outra banda ou de lonxe viñan coa
caldereta do xantar feito na casa, para comelo no mesmo centro de traballo, nos
bancos do Cantón ou nos portais das casas". Hacía esta alusión al tratar
la expresión "lefre de caldereta", que se llegó a utilizar
despectivamente y que, mucho más recientemente, acabó dando nombre a una entidad
cultural que, casualmente premió a Siro en el año 2006 y también al que esto
escribe, en 2010.
Retomando el asunto y para terminar, señalaré que los
comedores se suprimieron en el año 1988 al quedar establecida la jornada
intensiva en la factoría naval ferrolana.
Acerca del autor del reportaje Eugenio Pontón Ramos diré que
había nacido en Cáceres y a los dos meses se vino a Galicia con su familia. Fue
redactor jefe de La Voz de Galicia y
de El Ideal Gallego, director de Ferrol Diario y delegado de la gencia EFE en Londres y la Habana. De regreso a
España, fue el primer director de televisión de EFE. Ya jubilado escribió reportajes, género periodístico que le
gustaba mucho, en el Diario de Ferrol
siendo un servidor el director de la publicación. Falleció a los 67 años.
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