Hace unos años,el recordado Ángel Padín me hizo entrega de un presente que conmemoraba mis 25 años de permanencia como miembro de la Asociación de la Prensa de A Coruña. |
Padín y yo, él más que un servidor, fuimos amigos del médico, escritor y poeta Álvaro Paradela Criado. En esa columna que firmaba el 12 de julio de 2002, señalaba refiriéndose a mi obra "…un libro que construyó durante bastantes meses el periodista Man Castro… un trabajo digno de poseer porque nos muestra la verdadera imagen de un Paradela vivaz e impredecible en el sentido de que cada obra, cada artículo era siempre una agradable sorpresa". Recuerda el articulista que mantuvo con "Amaro Orzán" una intensa relación epistolar y terminaba su aportación de esta manera: "deseo que estas líneas sean un homenaje póstumo a la memoria de Álvaro Paradela y un recordatorio a los coruñeses para decirles que un paisano suyo fue notable escritor".
Es curioso que siete años después, en el 2009, a propuesta de la Asociación de la Prensa de A Coruña, de la que Padín Panizo era socio, condición que también reúno, la corporación coruñesa acordó dar el nombre, entre otros ilustres, de Álvaro Paradela Criado a un espacio público, acuerdo que nueve años después no se ha ejecutado. Claro que si se tiene en cuenta de que otros acuerdos similares fueron tomados hace quince años y también siguen en espera, se ve que la cosa va para largo.
El periodista José M. Gutiérrez (La Opinión) se ocupaba de este tema hace unas semanas en un trabajo que titulaba "Un callejero con lista de espera". En total, 32 personas, entre las cuales figura nuestro común amigo Álvaro Paradela, aguardan por la placa y la solemnización de este trámite pendiente de materializar.
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