CIEN AÑOS HUBO QUE ESPERAR PARA RESCATAR LA LUCHA DE LAS MUJERES CAMPESINAS CONTRA LA CARESTÍA DE LA VIDA

Narón recordó el pasado domingo, día 18, la lucha de las mujeres campesinas

La semana pasada he sido invitado a comparecer en un acogedor y peculiar establecimiento ferrolano "Lea Librería Café", que como su propio nombre indica cumple dos objetivos: servir un café y vender libros, además de brindar espacio para presentaciones y actividades de auditorios reducidos. Acudí con el fin de abordar el tema de las desigualdades de género, reivindicaciones más presentes que nunca, tal como se puso de manifiesto el pasado 8-M.
En esta actividad, organizada por el Foro Ferrol Vivo, que coordina una entusiasta y joven periodista, Eva Martínez Montero, compartí turno de ponencia con la vicerrectora del Campus local Araceli Torres, ella para fijar el papel de la mujer en la Universidad y un servidor para lanzar una mirada a la intrahistoria y hacer desfilar ante el respetable -poca presencia femenina, por cierto- una serie de grupos y organizaciones de mujeres que, pese al sacrificio y esfuerzo aportados a lo largo del tiempo, no cuentan para la memoria colectiva. Entre los episodios me referí particularmente al que ahora ha cobrado actualidad y se ha dado en llamar "A revolta das pedradas".
Esta no fue una pelea circunscrita únicamente a Ferrolterra ya que las protestas fueron generalizadas en toda España e incluso en países europeos debido a las estrecheces a que fueron sometidas las economías domésticas como consecuencia de la primera Guerra Mundial. Hubo estallidos sociales por doquier. Sí tuvo una especial gravedad este episodio en la ciudad de Ferrol y en la localidad de Sedes (Narón), puntos en los que hubo derramamiento de sangre, hasta siete muertos, cinco en Narón y dos en Ferrol, según la información que obtuve de El Correo Gallego que trasladé a mi blog el 14 de junio de 2016 y de la que me hice eco en el libro "Curiosidades Ferrolanas" de reciente salida a la calle. Muertes provocadas por la acción de las armas de los agentes de la Guardia Civil cuando el tumulto en el fragor del enfrentamiento pretendía incendiar la casa del alcalde.
No existe dato alguno, al menos en las fuentes por mi consultadas que confiera signo político o partidario a estas movilizaciones de las que ahora se cumple el centenario. Las protestas comenzaron en la villa de Neda a las que luego se fueron sumando mujeres y hombres de los otros lugares de la comarca próxima. Consistieron fundamentalmente en "escraches" ante las viviendas de las autoridades, muchas veces atacadas con piedras, y el boicot al transporte de mercancías que por tierra y mar se quería hacer llegar a los mercados y domicilios urbanos, con la exigencia por parte de las mujeres de que los precios se fijasen acordes con el poder adquisitivo de la época. El coste del pan, la leche y otros artículos se habían disparado, eran prohibitivos.
Al respecto del hallazgo he de confesar que yo era ignorante de este histórico episodio, desconocimiento que entiendo generalizado ya que hasta ahora no se celebraron ni el 25, ni el 50 ni el 75 aniversario. Tampoco había rastro en los buscadores de internet. El silencio me sorprendió extraordinariamente y me provocó y provoca la duda de si la invisibilidad hasta casi cien años después, está relacionada con el hecho de que fueron mujeres las que capitanearon la revuelta.
También me sorprende que en las reseñas periodísticas que hasta ahora he leído con motivo de las actividades conmemorativas, a excepción de la que salió en el propio rotativo, no se cite a El Correo Gallego, periódico ferrolano en aquel momento (1878-1938) que hizo el seguimiento de los acontecimientos y que en mi modesta opinión se erige como fuente principal de lo ocurrido, aunque haya de leerse con los debidos filtros por la época y las circunstancias (período entreguerras) que contextualizan los trágicos hechos.