Mejor que no se te pare la brújula |
Y vayamos a los ejemplos. A una persona que tenía
el apéndice nasal grande se decía "tiene un tajamar soberbio".
Tajamar es un tablón situado en la parte exterior de la roda de un barco para
cortar el agua, cuando el buque navega. Cuando se le da el esquinazo a una persona
pesada se dice "la largué por el chicote" (extremo de un cabo o
cuerda). "Lárgate con viento fresco" se le dice al que se le despacha a cajas destempladas. A
las leontinas o pulseras muy gruesas se les denomina calabrotes. De un feo se
dice que parece un mascarón de proa. Del que fracasa en sus negocios se dice
que "se le paró la brújula". Para amenazar a alguien se dice que se
le va a romper la bitácora. Los objetos que están por delante "están por
la proa". "A todo trapo" quiere decir sin condiciones. De los
tuertos se dice que tienen cerrada una escotilla. De las mujeres que tienen un
trasero visible se dice que tienen mucha popa. Ser hombre al agua es estar sin
esperanzas, estar perdido.
Ahí queda esa muestra que puede satisfacer a los curiosos y,
desde luego, les será muy familiar a los habitantes de pueblos costeros, al
menos eso sucederá, estoy seguro, a los convecinos ferrolanos. Por descontado, siempre será más placentero que detenerse, una vez más, a analizar la "porca miseria" que nos ha tocado vivir, si hablamos en clave política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.