Aurora Rodríguez Carballeira se presentó en el juicio con un ramo de claveles en sus manos.La foto es de "Crónica" (BNE) |
De la misma manera que la
prensa de Madrid de la época siguió con todo interés el parricidio, llegado el momento del
juicio, del 24 al 27 de mayo de 1934, la tensión informativa se mantuvo. "Epílogo de un crimen sensacional", titulaba el semanario Crónica. Aurora Rodríguez
al conocer la sentencia, que la condenaba a 26 años, 8 meses y un día de cárcel,
comentó "celebro que se me haya
reconocido la responsabilidad de mis actos y que no se haya querido inutilizar
mi obra achacándome una demencia estúpida, que no padezco..." Declaró también que prefería "los muros de un presidio a la tristeza
funeraria de un manicomio".
En el curso de la vista,
la madre de Hildegart manifestó que su hija le había pedido en repetidas
ocasiones que la matara. La reseña de ABC
señala que la presidencia de la sala no fue capaz de que Aurora Rodríguez se limitara a contestar
a las preguntas que se le formulaban, pues su propensión a pronunciar largos
discursos era arrolladora. El prestigioso doctor Vallejo Nájera manifestó que
la impresión que él tenía es que la parricida era una paranoica comprendida en
los casos de psicopatía responsable, excepto cuando obraba en momentos de
excepción o borrachera psicopática, situaciones en las que no se encontraba la
procesada cuando cometió el crimen. Una de los testigos principales fue la
criada de la procesada, quien señaló que madre e hija no se llevaban bien, que
habían tenido muchas veces escenas violentísimas y que en alguna ocasión Aurora
llegó a maltratar a Hildegart., lo que motivó fuertes protestas de la
parricida.
El director de la cárcel de mujeres, Francisco Machado, manifestó
que Aurora Rodríguez había observado una vida irregular en la prisión, atentara
contra un funcionario y tuvieron que recluirla en una celda. El Heraldo de Madrid recogía en
titulares a toda página: "La madre de la publicista Hildegart, en el
banquillo" y a continuación las textuales "maté a mi hija y disparé
con certera serenidad para que no sufriera". Otro periódico La Voz
resalta "Unos médicos dicen que doña Aurora está loca, otros que está
medio loca y otros que lo está a ratos". A título anecdótico cabe añadir
que en el desarrollo del caso, el abogado defensor, López Lucas, protagonizó un
incidente cuando dijo que, según sus noticias, se encontraba entre el público
el padre de Hildegart. En ese momento, se produjo un gran revuelo y Aurora
Rodríguez Carballeira, a gritos, afirmó "el padre de Hildegart está muerto
para ella"
Finalmente, el tribunal
condenó a la parricida a la pena ya citada, negando el estado de demencia que
invocaba, contra la voluntad de la defendida, el abogado defensor.
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