viernes, 13 de diciembre de 2024

 

El antiguo Hospicio costó 250.000 pesetas en 1896

 



A diario vemos y leemos actividades que tienen como sede el antiguo Hospicio Municipal. Habiendo acopiado algún material, pensé que no estaría de más recordar y describir lo que fue ese centro de beneficencia y nada mejor que hacerlo partiendo, precisamente, de los datos que fueron publicados en vísperas de su inauguración, allá por el mes de octubre de 1896.

El nuevo asilo se proyectó para doscientos acogidos, niños y ancianos. Fue considerada en su día muy acertada la ubicación, hoy calle Méndez Núñez, y la orientación, una para gozar del calor solar en el invierno y la otra para librarse del calor del estío. Todo pensado y previsto por el arquitecto Sr. Belmás. Una gran escalinata daba acceso desde la calle al edificio que constaba de cuatro plantas, o sea, sótanos, piso bajo, principal y segundo. En la planta baja, seis balcones correspondientes a otros tantos huecos, en el principal, nueve y en el segundo seis, frente 60 metros y fondo de 62. El inmueble ocupa una extensión de 3750 metros cuadrados, con espacio para jardines. En suma, el establecimiento cuenta con 90 metros por individuo, diez más de la máxima que exigían los higienistas de la época.

Cada dormitorio, 24 camas

En el cuerpo central estaban los servicios generales, mientras que los pabellones laterales se destinaban a escuelas en la planta baja y dormitorios en los pisos principal y segundo. Cada dormitorio disponía de 24 camas, una de ellas para el inspector y otra para los alumnos formando una sección. Un pabellón correspondía a un sexo y el pabellón opuesto al otro. Hay cuatro secciones para varones y cuatro para mujeres cada una de ellas tiene retrete, cuarto de baño, cuarto de duchas y cuarto de servicio.

Los cuartos de aseo eran amplios, con una serie a su alrededor de grifos y palanganas en igual número al de alumnos. A la cabeza de cada cama se contemplaba un armarito para que el alumno respectivo guardase allí los objetos de su uso, juguetes y otras cosillas de su propiedad “que les den parientes, amigos o personas caritativas”, matiza el periodista de El Correo Gallego, no identificado, que elabora el reportaje. Y añade “así, adquirirán hábitos de personalidad. Es un principio de respeto que debe dejarse resida hasta en el aislado más pobre”.

Un pozo, en previsión de que fallase el servicio de agua

Para el caso de que la población estuviese desabastecida de aguas se prevé un pozo, pues el ensayo hecho allí por el arquitecto ha sido satisfactorio, encontrando agua en bastante cantidad. Propone el señor Belmás, a mayor abundamiento, la colocación de un aeromotor en la cubierta del edificio, estableciendo unos depósitos en los distintos puntos de la misma y haciendo por añadidura unos aljibes en el exterior del edificio, a los cuales fuesen a parar las aguas de lluvias desde los tejados. Agua que sería elevada por medio del aeromotor, teniendo así con grandísima facilidad instalado el abastecimiento de aguas con relativo poco gasto y con abundancia.

Se harán plantaciones de arbolado en la huerta y alrededores del establecimiento. Los retretes serán de cierre hidráulico. El suelo del sótano ha de ser de hormigón y cemento portland, los muros de la fábrica de ladrillo, los pavimentos de madera inyectada. De materia antiséptica por ser menos fría en invierno, la cubierta de teja plana “para impedir que sea, como la mayoría de los tejados del Ferrol, casi campo de cultivo”.

Las escuelas, museos, bibliotecas

Las escuelas estarán divididas por edades y sexos. La sala de actos es un espacio central dispuesto a fin de que pueda servir para los oficios del culto y conferencias y pláticas religiosas, y al propio tiempo para entrega de premios y otros actos escolares u oficiales. Los alumnos estarán a un lado y las alumnas a otros. Para personas invitadas se dispondrá de una tribuna, que puede ser sitio de lectura y librería.

Subiendo por la escalinata y después de pasar la puerta principal, estará el salón de espera, que dará paso al propio tiempo al de actos. A la derecha, entrando a la portería, la administración y la sala de visitas de mujeres, a la izquierda.

Habrá una escalera privada solo para el director, administrador, médico y alguna que otra persona más y comunicará todos los pisos desde el sótano a lo más alto, de suerte que la vigilancia superior se puede hacer en todo el establecimiento sin que nadie se aperciba. Escaleras generales, ahora dos, una a la derecha para la comunicación de los niños y otra a la izquierda, para la de las niñas. Los comedores, 21 para cada sexo. Para los Juegos se destinará siempre, con la conveniente separación de niños y niñas, la huerta o jardín del edificio y en días de lluvia, la galería. La administración interior ocupará los sótanos a la derecha, todo lo relativo a las ropas y a la izquierda, lo que se relaciona con la alimentación, dando a la galería general de comunicación, anchura, luz, ventilación e independencia.

En la citada parte derecha estará el lavadero, amplia dependencia de 10 m de latitud por 6 de longitud para lavar, colar y secar la ropa con un aparato secador de rotación y un armario, secador, el salón de costura y plancha de cinco metros de longitud y cuatro de latitud y el guardarropa.

A la izquierda, la cocina, que es un salón de 10 m de largo por 6 de ancho, la leñera y carbonera, la despensa, el cuarto de entrega de alimentos y el almacén. Estos salones tienen perfectas cualidades para ser habitados. Hay habitaciones para las hermanas de la caridad.

Como se ve, todo está dispuesto para que la vida interna se realice con independencia y facilidad. Las comidas ascenderán de la cocina a los comedores automáticamente. El arquitecto indica la conveniencia de que se instalen relojes eléctricos en todas las clases y dependencias para que todo movimiento se haga de una manera silenciosa y sin necesidad de campanas, timbres y otros auxiliares análogos.

Se propone la iluminación eléctrica en todo el edificio y el rodearlo de plantaciones y jardines bien estudiados.

Presupuesto.

El de contrata de las obras del edificio, a excepción de la planta de sótanos, era el siguiente. Presupuesto de las obras, 217.388,67, pesetas, dirección y administración 1.086,93. Imprevistos 2.173,58. Beneficio industrial 19.562,28. Total 249.962,46 pesetas.

  Publicado en el suplemento dominical Nordesía/Diario de Ferrol, 08-12-2024

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