lunes, 30 de septiembre de 2024

 

En el centenario de la colectividad musical Ecos da Terra, de brillante pero efímera vida. Su trayectoria quedó truncada en julio de 1936 

 


Ecos da Terra fue una colectividad folclórica nacida hace ahora cien años (1924) que, junto con Airiños da Miña Terra y Toxos e Froles, rivalizó en los años veinte con los mejores de su género de Galicia. Esta sociedad incorporaba coro de unas cincuenta voces de ambos sexos, cuadro de declamación y danza. Era muy solicitada y actuó en los teatros gallegos más señeros, llegando, más allá, a llenar el Campoamor de Oviedo. El primer presidente fue Aquilino López Landrove, “jefe del Ejército”, según consta en referencias de prensa de la época.

Curiosamente, Ecos da Terra arranca, a efectos de ensayos, bajo el paraguas de una entidad deportiva, “Nuevo Club”, para emanciparse posteriormente hasta disponer de una sede propia en la calle Pardo Bajo, número 19.

Su estreno en el Jofre, el 26 de septiembre de 1924 logró tal éxito que tuvo que repetir la actuación en los días siguientes. “Todo el coro es bueno” subraya la crónica de El Correo Gallego. Y prosigue: “los notabilísimos Hermida y Charlón mantuvieron la hilaridad de los espectadores. Las monísimas niñas que con el simpático Valin bailaron muiñeira tuvieron que bisearla a petición del respetable. […] A conocedores de la música y cantos gallegos les escuchamos ensalzar los elementos del coro […] siendo casi todos desconocedores de la música”.

En los primeros años recorren diversos puntos de la comarca y de Galicia, ganándose un sólido prestigio, que era destacado en los titulares de la prensa local y gallega. En el año 1928, en el curso de las fiestas de Amboage actúan, junto con Airiños da Miña Terra y Toxos e Froles, y, según la crónica, el más aplaudido fue Ecos da Terra “viéndose obligado a repetir varios números”.

Actuación en el Rosalía de Castro

Una de sus primeras actuaciones se llevó a cabo en el Rosalía de Castro, de la vecina ciudad coruñesa, el día 5 de mayo de 1925.

He seleccionado la crónica del periódico El Orzán en la que un periodista no identificado deja su huella crítica haciendo un par de advertencias: respetar los originales de autor y unos consejos a las bailarinas. Veamos. Entresaco algunos fragmentos del relato informativo.

“[…] “La función de anoche, variada y entretenida, tuvo un momento interesantísimo en la tercera parte, un alalá típico y bello, muy bien cantado por un niño coreado por el resto de la colectividad. Este número eminentemente folclórico, serio y hermoso, puede ser interpretado en cualquier parte con seguridad de éxito, tal y como lo interpretó el cuadro ferrolano. El resto de la parte musical poco se puede decir, cantó el coro algunos otros aires del país y varios números a cuatro voces. Está muy bien que no desaparezca el género de música orfeónica, pues tiene un prestigio grande. Pero sería conveniente que los directores se pusiesen de acuerdo en respetar los originales de los autores, pues el empeño de hacer versiones absolutamente personales conduce a la anarquía. Por lo demás, el coro cuenta con excelentes voces, está perfectamente disciplinado y es capaz de acometer las obras de mayor empeño. […] Como se trata de una colectividad que empieza vida, aconsejamos a las lindas bailarinas que no sigan el ejemplo de sus colegas de otros coros. Las campesinas gallegas no brincan con los brazos en alto para bailar, por el contrario, sus manos van hacia abajo tocando las castañuelas o castañeando los dedos y sus pies apenas se separan del suelo, ni uno del otro, reduciéndose en su acción a unos pasitos menudos en puntillas. El hombre es el que brinca y hace toda clase de contorsiones para animar a la pareja”. Hasta aquí la crónica de El Orzán, que, como se ha visto, contiene carga crítica y pedagógica.

Agredidos por los “Guapos” de Pontedeume

Fruto del rastreo que llevé a cabo en los periódicos antiguos, hallo un episodio violento sufrido por esta colectividad. Lo cuenta así El Correo Gallego, 21-01-1930:

“Una comisión de coristas vino a nuestra redacción para denunciar un acto salvaje protagonizado por un grupo de jóvenes apodados los “guapos”, con motivo de un desplazamiento a San Martín do Porto (Puentedeume). Al término de su actuación, cuando los coristas se disponían a subir al ómnibus que los trasladaría a Ferrol, los “guapos” los hicieron objeto de insultos, primero y, luego, armados de navajas les agredieron. El gaitero Enrique Sedes Iglesias al pretender apaciguar los ánimos fue herido en ambas manos de varios navajazos, teniendo que ser llevado a la casa de socorro”.

Una de las actuaciones en las que merece la pena pararse es en la que llevaron a cabo en Santander, contratados por la oficialidad de la Armada, según obra en las informaciones consultadas.

Allá en Santander…

Dice el diario El Cantábrico que la numerosísima concurrencia que asistió a la función acogió a la artística agrupación popular gallega con una calurosa ovación “que duró largo rato”. No obstante, el cansancio por las incidencias del larguísimo viaje, los coristas pusieron todo su empeño en salir airosos ante el público santanderino, “lográndolo merced a un plausible derroche de energías”. Se cantaron todas las obras que constaban en el programa, entre otras, las orfeónicas “Negra Sombra”, de Montes, “A escala”, de Veiga y “Despedida do emigrante”, de Taibo […] “Fueron muy aplaudidas también algunas canciones típicas con acompañamiento de gaita. El director del cuadro de declamación del coro, don José Sánchez, dio con mucho gracejo y maestría un monólogo que celebró con grandes carcajadas el auditorio […] Puso fin a la fiesta el himno a Galicia que el público siguió puesto en pie. Remata la crónica que el coro ferrolano ha obtenido un éxito extraordinario al que han colaborado, tanto el director Carlos González, el gaitero, verdadero artista, julio Romero, el actor José Sánchez, como los demás elementos de la agrupación artística”.

En el mes de marzo de 1935, El Heraldo de Galicia señala que Ecos da Terra, “compuesta por jóvenes obreros”, ensaya “Gloria a Galicia” de la que son autores el presidente Federico Valeiro, con la letra y el exdirectivo Rogelio Lamas, que aporta la música.

Constantino Bellón, al Ecos da Terra

El Pueblo Gallego, 02-04-1935, señala que la junta de gobierno de Ecos da Terra presentará en breve su masa coral muy mejorada “y con elementos que hacen augurar grandes éxitos” y en este contexto subraya que el “famoso gaitero y músico del Reg. de Infantería nº 29 don Constantino Bellón se ocupará de la dirección del coro en la parte de cantos y bailes populares”.

Por otro lado, en junio del año citado, organiza un homenaje póstumo a Perfecto Feijóo al que le nombra presidente honorario, “dándole en lo sucesivo a la colectividad el nombre de “Coro Feijóo Ecos da Terra”.

Finalmente, en el mes de julio de 1936, días antes de que estallara la sublevación de los militares, Coro Feijóo Ecos da Terra preparaba la celebración del Día de Galicia, fiesta que tendría carácter benéfico ya que serviría para poner en marcha el Montepío de la masa coral, cuadro de declamación y bailes regionales. Por las trágicas razones antedichas, no se llegó a celebrar.

Publicado en el suplemento dominical Nordesía/Diario de Ferrol, 29-09-2024, bajo el título genérico de "Curiosidades ferrolanas", apartado de Historia.

La foto que encabeza el texto es de los años treinta, fue publicada en la revista Vida Gallega y lleva la firma de "Foto Blanco".

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