En el centenario de la colectividad musical Ecos da Terra, de brillante pero efímera vida. Su trayectoria quedó truncada en julio de 1936
Ecos da Terra fue una colectividad folclórica nacida hace ahora cien años (1924) que, junto con Airiños da Miña Terra y Toxos e Froles, rivalizó en los años veinte con los mejores de su género de Galicia. Esta sociedad incorporaba coro de unas cincuenta voces de ambos sexos, cuadro de declamación y danza. Era muy solicitada y actuó en los teatros gallegos más señeros, llegando, más allá, a llenar el Campoamor de Oviedo. El primer presidente fue Aquilino López Landrove, “jefe del Ejército”, según consta en referencias de prensa de la época.
Curiosamente,
Ecos da Terra arranca, a efectos de ensayos, bajo el paraguas de una entidad
deportiva, “Nuevo Club”, para emanciparse posteriormente hasta disponer de una
sede propia en la calle Pardo Bajo, número 19.
Su
estreno en el Jofre, el 26 de septiembre de 1924 logró tal éxito que tuvo que
repetir la actuación en los días siguientes. “Todo el coro es bueno” subraya la
crónica de El Correo Gallego. Y prosigue: “los notabilísimos Hermida y
Charlón mantuvieron la hilaridad de los espectadores. Las monísimas niñas que
con el simpático Valin bailaron muiñeira tuvieron que bisearla a petición del respetable.
[…] A conocedores de la música y cantos gallegos les escuchamos ensalzar los
elementos del coro […] siendo casi todos desconocedores de la música”.
En
los primeros años recorren diversos puntos de la comarca y de Galicia,
ganándose un sólido prestigio, que era destacado en los titulares de la prensa
local y gallega. En el año 1928, en el curso de las fiestas de Amboage actúan,
junto con Airiños da Miña Terra y Toxos e Froles, y, según la crónica, el más
aplaudido fue Ecos da Terra “viéndose obligado a repetir varios números”.
Actuación
en el Rosalía de Castro
Una
de sus primeras actuaciones se llevó a cabo en el Rosalía de Castro, de la
vecina ciudad coruñesa, el día 5 de mayo de 1925.
He
seleccionado la crónica del periódico El Orzán en la que un periodista
no identificado deja su huella crítica haciendo un par de advertencias:
respetar los originales de autor y unos consejos a las bailarinas. Veamos.
Entresaco algunos fragmentos del relato informativo.
“[…]
“La función de anoche, variada y entretenida, tuvo un momento interesantísimo
en la tercera parte, un alalá típico y bello, muy bien cantado por un niño coreado
por el resto de la colectividad. Este número eminentemente folclórico, serio y
hermoso, puede ser interpretado en cualquier parte con seguridad de éxito, tal
y como lo interpretó el cuadro ferrolano. El resto de la parte musical poco se
puede decir, cantó el coro algunos otros aires del país y varios números a
cuatro voces. Está muy bien que no desaparezca el género de música orfeónica,
pues tiene un prestigio grande. Pero sería conveniente que los directores se
pusiesen de acuerdo en respetar los originales de los autores, pues el empeño
de hacer versiones absolutamente personales conduce a la anarquía. Por lo
demás, el coro cuenta con excelentes voces, está perfectamente disciplinado y
es capaz de acometer las obras de mayor empeño. […] Como se trata de una
colectividad que empieza vida, aconsejamos a las lindas bailarinas que no sigan
el ejemplo de sus colegas de otros coros. Las campesinas gallegas no brincan con
los brazos en alto para bailar, por el contrario, sus manos van hacia abajo
tocando las castañuelas o castañeando los dedos y sus pies apenas se separan
del suelo, ni uno del otro, reduciéndose en su acción a unos pasitos menudos en
puntillas. El hombre es el que brinca y hace toda clase de contorsiones para
animar a la pareja”. Hasta aquí la crónica de El Orzán, que, como se ha
visto, contiene carga crítica y pedagógica.
Agredidos
por los “Guapos” de Pontedeume
Fruto
del rastreo que llevé a cabo en los periódicos antiguos, hallo un episodio
violento sufrido por esta colectividad. Lo cuenta así El Correo Gallego,
21-01-1930:
“Una
comisión de coristas vino a nuestra redacción para denunciar un acto salvaje
protagonizado por un grupo de jóvenes apodados los “guapos”, con motivo de un
desplazamiento a San Martín do Porto (Puentedeume). Al término de su actuación,
cuando los coristas se disponían a subir al ómnibus que los trasladaría a
Ferrol, los “guapos” los hicieron objeto de insultos, primero y, luego, armados
de navajas les agredieron. El gaitero Enrique Sedes Iglesias al pretender
apaciguar los ánimos fue herido en ambas manos de varios navajazos, teniendo
que ser llevado a la casa de socorro”.
Una
de las actuaciones en las que merece la pena pararse es en la que llevaron a
cabo en Santander, contratados por la oficialidad de la Armada, según obra en
las informaciones consultadas.
Allá
en Santander…
Dice
el diario El Cantábrico que la numerosísima concurrencia que asistió a
la función acogió a la artística agrupación popular gallega con una calurosa
ovación “que duró largo rato”. No obstante, el cansancio por las incidencias
del larguísimo viaje, los coristas pusieron todo su empeño en salir airosos
ante el público santanderino, “lográndolo merced a un plausible derroche de
energías”. Se cantaron todas las obras que constaban en el programa, entre
otras, las orfeónicas “Negra Sombra”, de Montes, “A escala”, de Veiga y “Despedida
do emigrante”, de Taibo […] “Fueron muy aplaudidas también algunas canciones
típicas con acompañamiento de gaita. El director del cuadro de declamación del
coro, don José Sánchez, dio con mucho gracejo y maestría un monólogo que
celebró con grandes carcajadas el auditorio […] Puso fin a la fiesta el himno a
Galicia que el público siguió puesto en pie. Remata la crónica que el coro
ferrolano ha obtenido un éxito extraordinario al que han colaborado, tanto el
director Carlos González, el gaitero, verdadero artista, julio Romero, el actor
José Sánchez, como los demás elementos de la agrupación artística”.
En
el mes de marzo de 1935, El Heraldo de Galicia señala que Ecos da Terra,
“compuesta por jóvenes obreros”, ensaya “Gloria a Galicia” de la que son
autores el presidente Federico Valeiro, con la letra y el exdirectivo Rogelio
Lamas, que aporta la música.
Constantino
Bellón, al Ecos da Terra
El
Pueblo Gallego, 02-04-1935, señala que la junta de gobierno de Ecos da Terra presentará
en breve su masa coral muy mejorada “y con elementos que hacen augurar grandes
éxitos” y en este contexto subraya que el “famoso gaitero y músico del Reg. de
Infantería nº 29 don Constantino Bellón se ocupará de la dirección del coro en
la parte de cantos y bailes populares”.
Por
otro lado, en junio del año citado, organiza un homenaje póstumo a Perfecto
Feijóo al que le nombra presidente honorario, “dándole en lo sucesivo a la
colectividad el nombre de “Coro Feijóo Ecos da Terra”.
Finalmente,
en el mes de julio de 1936, días antes de que estallara la sublevación de los
militares, Coro Feijóo Ecos da Terra preparaba la celebración del Día de
Galicia, fiesta que tendría carácter benéfico ya que serviría para poner en
marcha el Montepío de la masa coral, cuadro de declamación y bailes regionales.
Por las trágicas razones antedichas, no se llegó a celebrar.
Publicado en el suplemento dominical Nordesía/Diario de Ferrol, 29-09-2024, bajo el título genérico de "Curiosidades ferrolanas", apartado de Historia.
La foto que encabeza el texto es de los años treinta, fue publicada en la revista Vida Gallega y lleva la firma de "Foto Blanco".
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