Molino de tojo de Betanzos |
Sabía del Licor de Tojo,
salido del ingenio ferrolano, pero lo que desconocía es que en su día, años
cincuenta del siglo pasado, se obtuviera harina de tojo como alimento para el
ganado vacuno. A tal efecto se habían diseñado unos molinos que llegaron a funcionar,
el primero en Betanzos, el segundo en Sarria y el tercero en Cruces.
Juan Rof Codina, en La Noche, 11-11-1954 cuenta que la
electrificación del campo abría en aquella época camino a instalaciones que
demandan energía para motores de fácil manejo y entre ellos citaba los molinos
de tojo. Y contextualizaba su colaboración precisando que desde tiempos
prehistóricos el tojo se utilizaba como alimento del ganado caballar y vacuno,
pero como la sustancia proteica radica en sus hojas espinosas y coriáceas era necesario dividir
los tallos y machacar las hojas con mazos, operaciones lentas y costosas.
Así pues, los modernos
molinos de tojos -que se decía entonces- dividen en pedazos pequeños los tallos
tiernos de la planta y a continuación con unos martillos de cientos de
revoluciones reducen a harina toda la masa "sin que quede vestigio de las
espinas coriáceas y completamente transformado en polvo seco inalterable con el
que se confeccionaban piensos variados".
Esta idea que barajaba Rof
Codina pronto germinaría. En febrero de 1955 el mismo rotativo anuncia la
inauguración en Betanzos de la "primera fábrica de harina tojo que
existirá en la provincia". El redactor de la noticia subrayaba que con
este molino se abría un capítulo importante dentro de la economía regional
aprovechando el tojo que solo se utilizaba para la cuadras de los animales que,
mezclado con los desechos, generaban un abono muy eficaz para las tierras de
cultivo.
"Ahora se piensa,
prosigue el informador, que esta harina obtenida del tojo tendrá aplicaciones
industriales e incluso se aplicará para la alimentación del ganado".
Recorte de "La Noche" de 19-02-1955 |
En efecto, en un
suplemento de La Noche de fecha 19 de febrero de 1955 se publicaba
un reportaje a toda página de la inauguración de un molino de tojo en Betanzos.
Con la colaboración económica en la que intervienen la dirección general de
agricultura, la Cámara Oficial Sindical Agraria de A Coruña y el servicio de
mejora de prados del Plan Agrícola de Galicia se puso en marcha esta molienda
en plan experimental. La finalidad era resolver el problema de escasez de
pienso para el ganado que se presenta en el invierno. El molino en una jornada
normal de 8 horas iba a moler unos 2.000 kilos.
En dicha información se
comentaba que existía el precedente de
las Landas francesas en donde hacía muchos años que los agricultores por
métodos más o menos rudimentarios molían el tojo y lo utilizaban para alimentar
sus vacas, al parecer con buen resultado.
A la sazón, año 1955, en
Galicia había un millón de hectáreas de monte de tojo.
Hice seguimiento a esto de
las moliendas de tojo y no hallé más que lo que aquí publico y cito, lo cual
parece indicar que el invento tuvo poco
éxito, pero no dejó de llamarme la atención, curiosidad que comparto con amigos
y amigas, lectores de mi blog.
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