domingo, 25 de marzo de 2018

Ángel Padín y Álvaro Paradela, dieciséis años después

Hace unos años,el recordado Ángel Padín me hizo entrega de un presente que conmemoraba mis 25 años de permanencia
como miembro de la Asociación de la Prensa de A Coruña.
El día 1 de abril se cumplirán cuatro años del fallecimiento del periodista coruñés Ángel Padín Panizo (que estuvo casado con la periodista ferrolana Olga Cristina Viaño, ambos ya nos han dejado) al que recupero, primero para recordarlo y segundo para devolverle un gesto, aunque sea a título póstumo, que había tenido a raíz de haberse presentado "Diálogos con Álvaro Paradela. Ensaio, poesía e xornalismo", de mi autoría, editado por el Club de Prensa de Ferrol y el Concello de Narón bajo el sello editorial "Documentos FerrolAnalisis", 2002. Él había dedicado una columna en la edición de Coruña de La Voz de Galicia. El título de su sección era "Plaza Pública" y el título del artículo "Amaro Orzán", texto que, nunca es tarde, acabo de descubrir dieciséis años después en la hemeroteca digital de dicha publicación.

martes, 20 de marzo de 2018

CIEN AÑOS HUBO QUE ESPERAR PARA RESCATAR LA LUCHA DE LAS MUJERES CAMPESINAS CONTRA LA CARESTÍA DE LA VIDA

Narón recordó el pasado domingo, día 18, la lucha de las mujeres campesinas
La semana pasada he sido invitado a comparecer en un acogedor y peculiar establecimiento ferrolano "Lea Librería Café", que como su propio nombre indica cumple dos objetivos: servir un café y vender libros, además de brindar espacio para presentaciones y actividades de auditorios reducidos. Acudí con el fin de abordar el tema de las desigualdades de género, reivindicaciones más presentes que nunca, tal como se puso de manifiesto el pasado 8-M.
En esta actividad, organizada por el Foro Ferrol Vivo, que coordina una entusiasta y joven periodista, Eva Martínez Montero, compartí turno de ponencia con la vicerrectora del Campus local Araceli Torres, ella para fijar el papel de la mujer en la Universidad y un servidor para lanzar una mirada a la intrahistoria y hacer desfilar ante el respetable -poca presencia femenina, por cierto- una serie de grupos y organizaciones de mujeres que, pese al sacrificio y esfuerzo aportados a lo largo del tiempo, no cuentan para la memoria colectiva. Entre los episodios me referí particularmente al que ahora ha cobrado actualidad y se ha dado en llamar "A revolta das pedradas".

miércoles, 7 de marzo de 2018

"EL LITORAL GALLEGO", UN PERIÓDICO DE VIDA EFÍMERA

De izquierda a derecha, los números cero y uno que salieron  a la calle el 11 y 17 de enero de 1984, respectivamente.

En la historia reciente del periodismo ferrolano hubo una cabecera que por efímera tal vez no cuenta demasiado a la hora de tratar aquellos asuntos relacionados con nuestra profesión y, particularmente, con la prensa escrita. Me refiero a El Litoral Gallego que duró un mes prácticamente de enero a febrero de 1984. De hecho, uno recurre al google, pone el nombre de esta cabecera periodística y lo que salen son noticias que tienen que ver con la costa gallega. En adelante, asociado a las Acotaciones de un ferrolés, ya se hallará por lo menos una referencia en el mencionado buscador. Sí se incluye, por supuesto, en la Historia da Prensa Ferrolá, de Guillermo Llorca Freire, obra que el autor me dio la honra de prologarle.
Pese a la corta vida no ha de ignorarse el hecho de que fue un intento más de darle a esta ciudad un medio propio de comunicación, que fraguó, sin embargo, quince años después, en el 1999, con la aparición del Diario de Ferrol.  Detrás de aquella iniciativa estaba Juan Fernández García, ingeniero naval y marino en la reserva, gran adalid del baloncesto ferrolano (OAR), luego conselleiro de Industria de la Xunta de Galicia y concejal, que había sido también el último presidente del Consejo de Administración de El Norte de Galicia, 2ª etapa de Ferrol Diario.
En "Ferrol Diario. Orto y Ocaso de un periódico", cuaderno editado por el Club de Prensa de Ferrol (1996) de la autoría de la periodista Rosa Cernadas Feal,  Juan Fernández señalaba como causas del fracaso: "No constituimos reservas y parte de las que teníamos las consumimos en los salarios, por ello, antes de endeudarnos decidimos cerrar". Dijo también que había contribuido al cierre la circunstancia de que los periodistas contratados habían venido de fuera y no conocían la idiosincrasia de los ferrolanos, por lo que "no conectaron con los intereses locales". Otro hándicap con el que salieron a la calle fue que carecían de imprenta propia viéndose obligados a tirar en la rotativa de El Ideal Gallego, en A Coruña.
En el primer editorial decía "Nuestro norte tiene como pilar la creación de una tribuna abierta a todos los ciudadanos sin distinciones de clase o ideología, ya que estamos totalmente en contra del periodismo servil…La independencia política y económica de El Litoral es nuestro mejor patrimonio". En la mancheta aparecía como director José Luis Rodríguez Marcos, subdirector Ángel Luis Recio Marcos y como redactores jefes Ricardo Sandoval y Fernando Sánchez.
Se da la circunstancia, dicho sea entre paréntesis, de que un buen día, hace ya bastantes años, trabajaba yo entonces en La Voz de Galicia, uno de los periodistas fundadores de El Litoral me visitó y regaló la colección completa, 32 números, que encuaderné y que guardo como oro en paño.
Fuera como fuese, El Litoral Gallego en el momento de su nacimiento llevó la ilusión a un sector de los ferrolanos que, frustrados por el cierre de la anterior cabecera "Ferrol Diario", veían la posibilidad de recuperar voz propia, aún a sabiendas de que se luchaba contra el gran "crucero" de la competencia como era  La Voz de Galicia. Es por eso que he decidido evocar en mi blog a El Litoral Gallego que a partir de hoy emergerá entre las procelosas aguas atlánticas para convivir en el buscador de Internet con el otro litoral gallego, el que tiene que ver con el mapa costero.

jueves, 1 de marzo de 2018

Recordando a amigos que ya no están y que se fueron demasiado pronto: Manuel Nadales (1958-2004)

Manuel Nadales, a la izquierda, al centro Pepe Barros y a la derecha Man Castro, en una de las ediciones
de la Feria Internacional de Muestras.

Este año cumpliría sesenta años y tal día como hoy, a los 46 de edad, era enterrado en el cementerio de Catabois el periodista Manuel Nadales Castro. Este recordado compañero describió en su corto período vital una trayectoria con diversos frentes. Muy joven, cuando tenía dieciséis años colaboró con la COPE, más tarde con el rotativo local "Ferrol Diario", en el publicó algunas entrevistas. Participó, asimismo, en un fallido proyecto en virtud del cual la central sindical Comisiones Obreras pretendía instalar en diversos puntos de España, entre ellos Ferrol, varias emisoras. Durante un tiempo actuó incluso como asesor de este sindicato en mesas de negociaciones en las que conoció, del otro lado de la mesa, representando a las empresas, al economista Luis Egusquiza Manchado que más tarde -paradojas de la vida- lo llevaría a ocupar un puesto importante en Correos y Telégrafos.
Tras el frustrado intento de las emisoras de CC OO, Manolo Nadales se incorpora la SER en Ferrol dirigiendo dinámicos espacios informativos. También fue el primer corresponsal de la TVG para la zona norte de la Comunidad Autónoma de Galicia.
En 1991, recién nombrado Luis Egusquiza director general de Correos y Telégrafos, con José Borrel de ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, Nadales Castro es llamado para ocupar el área de imagen de la dirección general de Correos y cuatro años más tarde, en 1995, este inquieto periodista ferrolano era promocionado al puesto de Subdirector General del Organismo Autónomo de Correos y Telégrafos.
En 1996, Felipe González perdió las elecciones generales frente al Partido Popular y Nadales Castro regresa a Ferrol recuperando su oficio vocacional de periodista en una emisora local de televisión, tarea que mantuvo hasta el final de sus días.
Manuel Nadales fue directivo del Club de Prensa de Ferrol y realizó algunas entrevistas para la revista de pensamiento y cultura "FerrolAnalisis".
Hasta aquí me ocupé de su perfil profesional, pero he de añadir para terminar que era un hombre de unas extraordinarias virtudes humanas como la lealtad y la nobleza y su bonhomía le granjeó numerosos amigos y compañeros que lloraron/lloramos su muerte hace catorce años por estas fechas. Manuel Nadales sigue y seguirá en nuestra memoria.