En esto que, sin previo aviso -las
tormentas suelen llevar un orden ascendente de la lejanía a la proximidad y te da
tiempo a adoptar precauciones- se produce un gran estruendo, saltan los
diferenciales y oigo un latigazo en el equipo. A partir del incidente
meteorológico llamadas al 1004 y así hasta hoy que me ha sido repuesto el "router". Por cierto, en la zona que vivo y aledaños, todo el mundo con el mismo
problema. La chispa eléctrica pilló desprevenido a todo quisque. El mensajero
que me trajo la pieza dijo que llevaba otros siete u ocho para convecinos míos.
Mal de muchos...Es verdad que queda el recurso del teléfono móvil, pero yo no
estoy acostumbrado, ni quiero acostumbrarme, primero porque mi condición de
jubilado me permite las pertinentes estancias en el ordenador y desde ahí salgo
al exterior, y segundo porque tampoco quiero llevar más allá mi dependencia de
internet, las redes sociales, el blog, el correo, etc. Y además, tengo los
dedos muy grandes y torpes para los teclados digitales y al final de un tuit
corro el riesgo de que me salga un exabrupto en lugar de un mensaje cordial,
que es de lo que se trata. En mi eventual ausencia de las redes sociales- forzado silencio que
solo rompí para dejar escrito en twitter, a través del celular, que "las tormentas
me traen atormentado"- se ha producido la presentación de la revista
FerrolAnalisis y el "Cuaderno" que siempre le acompaña, en esta
ocasión con la "Historia Gráfica del Club de Prensa de Ferrol,
1987-2012", con motivo del 25 aniversario. Como he tenido algo que ver con
la fundación del Club, también con la elaboración del "Cuaderno" y,
además, soy presidente de honor del club de los periodistas ferrolanos, he sido llamado a ocupar la tribuna en el
centro sociocultural de la Fundación Novacaixagalicia. Aunque allí no lo dije
-se me iba a notar el cabreo- me falló, por razones no atribuibles al
dispositivo de la entidad financiera que nos acogía sino por la impericia del
que suscribe, una película que yo mismo había montado, alternando la imagen fija con la de movimiento, en la que se hacía balance de las actividades del Club de Prensa a
lo largo de este cuarto de siglo. Mi pretensión era introducir brevemente el
"pase" y, recurriendo al tópico de que una imagen vale mil palabras,
darle al botón y el trabajo estaba hecho. Pero ante el fracaso de mi iniciativa
-lecciones para moverse en el mundo de la informática- improvisé la palabra y lo que me salió fue un gemido nostálgico, un sollozo emocional, un
"revival" con nudo en la garganta. Pensar que el Club de Prensa de Ferrol ha
logrado sobrevivir veinticinco años, ahora ya camino de los veintisiete, que
FerrolAnalisis alcanza el nº 28, el Cuaderno el 27, el Galicia en Foco la 22
edición, el Curso Gurméndez de Pensamiento Contemporáneo, dieciséis años en el candelero...y otras muchas vivencias en primera persona, pero la mayoría compartidas, el recuerdo me abrumó.
jueves, 27 de febrero de 2014
domingo, 23 de febrero de 2014
Ucha Piñeiro, impulsor en España de un innovador sistema de fabricación de bloques triangulares
Un anuncio de los años veinte insertado por la compañía de la que era fundador y gerente, entre otros, el arquitecto ferrolano |
Como los ferrolanos saben, pero tal
vez mis amables lectores de otros puntos de la geografía e incluso de allende las fronteras desconozcan, Rodolfo Ucha Piñeiro (1882-1981), vigués afincado en
Ferrol, fue un arquitecto que dejó una
singular obra modernista, la mayor parte materializada en el centro urbano de
esta ciudad. Pero de lo que me voy a ocupar hoy es de una actividad, al menos
para mi, absolutamente desconocida de este brillante técnico y es que fue
impulsor en España de un innovador sistema de fabricación de bloques
triangulares. Reza el refranero popular que el que guarda siempre tiene
(papeles, documentos que, muchos de los cuales, con el paso del tiempo cobran
el valor de lo histórico) y yo añadiría, además, que el que busca siempre
encuentra y, ahora, con las bibliotecas digitales las oportunidades, para los
curiosos como el que suscribe, se multiplican. En una publicación antigua que,
casualmente,, llevaba la cabecera de La
construcción moderna, a la que estaba suscrito Ucha Piñeiro, hallo una
referencia a la fabricación de bloques triangulares y bloques tabiques y a la máquina
Trianco inventada para fabricar este tipo de material. "Con cuatro
aprendices haciendo la mezcla y atendiendo a la máquina se puede llegar a hacer
más de 500 bloques-tabiques por jornada, pero siendo buenos trabajadores -enfatiza
el articulista X.X.- se excede siempre de 700 bloques diarios". Y es aquí
en donde añade "Para la aplicación en España del sistema triangular se ha
constituido en El Ferrol la Sociedad "Construcción Triangular Española,
Sociedad Limitada, de la que son gerentes D. Rodolfo Ucha y D. Guillermo
Martín, y presidente y secretario del Consejo de Administración, D. Matías
Antón y D. Guillermo Martín, respectivamente". Agrela La construcción moderna que esta compañía "que recientemente
ha emprendido una gestión de ocho días en Sevilla, acaba de contratar el
pabellón de maquinaria de la Exposición y está para cerrar un contrato de
120.000 metros cuadrados de pared con la Sociedad Urbanización y Construcciones
S.A." Y agrega un matiz periodístico "la prensa de Sevilla ha
prestado su atención a este importante nuevo sistema de construcción". La
nota va fechada en el 30-09-1927 y obviamente cuando habla de la exposición de
Sevilla debe estar refiriéndose a la Exposición Iberoamericana de 1929.
viernes, 21 de febrero de 2014
El Santo Hospital de Caridad ya tiene su libro
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Del viejo Hospital de caridad a las modernas instalaciones levantadas en el polígono de Caranza, en vista aérea |
El Santo Hospital de Caridad ya
tiene su libro. Es una obra (375 páginas) de la autoría de Alberto Lens Tuero,
Hermano Mayor de la institución desde el año 2009, marino en situación de
reserva, autor de "Mitología del mar" (Colección Navantia 2008) y
colaborador habitual de la Revista General de Marina. Diligentemente he ido a adquirir el volumen, entre otras razones, porque el
Hospital de Caridad está estrechamente relacionado con la historia solidaria
pero también de las emociones y los sentimientos de la sociedad ferrolana, ya
que ha combinado el papel de centro benéfico con la prestación de servicios
asistenciales a la ciudadanía. Allí nació mi primera hija, por ejemplo. Es una trabajo minucioso, de gran rigor como lo suscribe el
prologuista, erudito historiador y divulgador del patrimonio militar, Juan
Antonio Rodríguez-Villasante Prieto, que sitúa el establecimiento en plena
Ilustración dieciochesca, argumentando su evolución. Hoy, el Santo Hospital de
Caridad ha dado lugar al Hospital Juan Cardona de Caranza, concertado con el Sergas,
adaptado a los nuevos tiempos, pero manteniendo el tradicional criterio de
gobierno representado en el Cabildo de la entidad y su Hermano Mayor, en
funciones de responsable primero. En cuanto a contenido, discurre desde la beneficencia del
siglo XVIII pasando por el Hospital de peregrinos, el de Canido y el actual de
Caranza. El viejo inmueble ha sido recuperado por la ciudadanía y es hoy el Centro Cultural Torrente Ballester. Además de haber sido usuario de su atención
y facultativos, como queda dicho, a lo largo de mi modesta trayectoria he
vuelto en innumerables ocasiones al "hospital de Canido" con ocasión
de las diversas actividades que el Club de Prensa ha desarrollado en el centro.
El Hospital de Caridad pertenece a nuestro patrimonio, forma parte de la
historia de Ferrol. Hizo bien Lens Tuero -lo felicitamos- poner en orden los
legajos y materiales de archivo para brindárnoslos en forma de libro
"Historia del Santo Hospital de Caridad de Ferrol", bajo el mecenazgo
de la Diputación Provincial de A Coruña.
miércoles, 19 de febrero de 2014
Guitiriz con Díaz Castro
Guitiriz convérteuse onte nun punto
de referencia, nun lugar de encontro. Estamos no centenario do gran poeta Xosé María Díaz
Castro, que un 19 de febreiro de 1914 nacía nos Vilares de Parga. E os
guitiricenses, como non podía ser doutra maneira, non quixeron que pasase
desapercibida a efeméride. Agora, co vate do Vilariño elevado ó cumio das
Letras Galegas, a "litúrxia" do aniversario adquire, sen dúbida, un
sentido de celebración máis excelso, máis de culto e máis de acción de grazas. Onte,
en Guitiriz foi un día de festa grande na que participaron desde os máis
novos ata os maiores, homes e mulleres, paisanos, amigos e familiares,
cultivadores do intelecto, artesáns do verbo florido. Alí, en Guitiriz, onde o
silencio, bálsamo para a mente e o espírito, é roto únicamente polo rumoreo das
mansas augas que regan, sen axotar as
troitas nin as alas dormidas, a campiña chairega, augas que antano moveron
os mil muíños, ríos que pasan pola miña
alma cheos de Deus. Alí, en Guitiriz, onde a plasticidade natural, o
cromatismo da paisaxe é unha regalía para os cinco sentidos, onde a maxia do
bucólico debuxa fértiles paraxes cuxa beleza cantou con tanto lirismo e amor o
homenaxeado poeta. Alí, en Guitiriz onde unha herba pequerrechiña alcanza a categoría universal, onde a primavera
agroma con tons especiais, as estrelas son de ouro e as noites semellan días, e
o sol segue o seu rego deica o mesmo
cadullo. Alí, en Guitiriz, onde o poeta estableceu o seu miradoiro con
nimbos de lus e lúa chea, onde escribeu: quero
morrer de música nunha tarde de pinos/ sen sentir o martelo dun recordo no
sangue/ e caer amodiño na sombra como a lúa/ enterra as súas cornas tras de
Arxán... vintecatro anos despois do seu pasamento e un século máis tarde en
que ¡outro home veu ó mundo! xuntabamonos para cantar e recoñecer a grandeza da humildade dun veciño dos Vilares de Parga
que pensou que os seus poemas non eran poemas nin cimentos de poemas siquera. Son fragmentos de min mesmo perdidos,
coma ventos fuxidos por antigos camiños esquencidos...
lunes, 17 de febrero de 2014
Ricardo Carballo Calero (02-10-1927): "Decir "racinguista" es jugar al balompié con el castellano"
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Ricardo Carballo Calero recibe el premio de "Ferrolano del año" ( 1977) instituido por los periodistas locales. En la foto, muestra la placa Maite López, compañera de Radio Popular (COPE) |
Hoy, que, al ser lunes, los deportes
suelen ocupar tradicionalmente singular
espacio en los periódicos, se me ocurrió rescatar de mi "cajón de
sastre" un artículo que firmaba el ilustre polígrafo ferrolano Ricardo
Carballo Calero en El Correo Gallego,
el 2 de octubre de 1927 (tenía entonces 17 años y cursaba primero de Derecho),
rechazando el uso de la palabra "racinguista". De hecho, el corrector
automático me la acaba de subrayar como desconocida y aun hoy el propio
diccionario de la Real Academia Española no la reconoce. Decía Carballo Calero
"A los partidarios o jugadores de un equipo "Racing", sea de
Madrid, de Ferrol o de Pekín, se le llama generalmente "racinguista"
y este neologismo, para los que conozcan el castellano, es realmente
insufrible". Argumentaba que para indicar cosa perteneciente a otra,
referente a ella, o dependiente de la misma, la lengua castellana emplea el
procedimiento de añadir a la palabra que
expresa esta última un sufijo, frecuentemente "ista". Y cuando la
palabra en cuestión termina en una vocal que formaría con la inicial del sufijo
un hiato en pugna con la esencia de la lengua castellana, se suprime aquella
vocal. Así de "Celta", "celtista" o de
"Deportivo", "deportivista". "Pues según esto
-escribe-de "Racing" debe decirse "racingista" y no
"racinguista", puesto que la palabra está comprendida en la anterior
regla y no en la citada excepción". El jovencísimo articulista reproducía
las objeciones que supuestamente haría un lector y decía: el pueblo pronuncia
"Racin" y no "Racing" con una "n" seguida de una
"g" final de sílaba porque repugna a la lengua castellana, entonces
debe decirse "racinista" y no "racinguista". Más adelante en su alegato ironiza
críticamente. "El ilustre cronista X.Y. escribe "racinguista".
Enhorabuena; el señor X.Y. es una autoridad en materia técnica deportiva, pero
su opinión no pesa nada en una cuestión como esta, puramente gramatical. Para
fallar en esta cuestión es preciso conocer el castellano, no el
"fútbol". Por último a otra supuesta objeción en el sentido de que
"Racing" es una palabra inglesa y al inglés se debe atender para
formar sus derivados, Carballo Calero replica "es una proposición errónea.
Desde el momento en que la palabra "Racing" se usa en castellano, se
debe elaborar, transformar y utilizar -y esto nadie que sepa gramática ha de
negarlo-según los procedimientos lexicográficos de la lengua de Pereda".
Abunda que, además, en inglés tampoco se llama "racinguista". Termina
el columnista sentenciando "decir "racinguista" es jugar al balompié
con el castellano".
NOTA.-Hecha la consulta a Fundéu (EFE: Fundación del Español Urgente) esta noche pasada, tenía por la mañana esta respuesta
NOTA.-Hecha la consulta a Fundéu (EFE: Fundación del Español Urgente) esta noche pasada, tenía por la mañana esta respuesta
"De hecho, ambas formaciones son válidas, ahora y hace un siglo. La mayoritaria y preferible es la que preserva el sonido: racinguista".
No obstante, la respuesta es bastante lacónica. Se supone que la otra formación válida es "racingista", pero no la concreta ni tampoco razona su posicionamiento. Además, no se entiende que siendo válida, el diccionario de la RAE no la registre, aunque puede ocurrir. Esto es motivo de controversias.
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sábado, 15 de febrero de 2014
Ferrol Diario, escuela de periodistas: Rafael Permuy
Rafael Permuy es un ferrolano,
vinculado al periodismo militar, director de publicaciones de la editorial Galland Books, diplomado especialista
militar en comunicación social, fue adjunto a la dirección de la Revista
Española de Historia Militar, es comandante de artillería en la reserva,
escribió más de 20 libros, es, con el que suscribe, columnista de Mundiario.com...y para qué seguir.
Brillantísimo curriculum, para aburrir, de seguir desmenuzándolo. Pero me voy a
detener en sus orígenes, porque el amigo y colega es producto de la escuela de Ferrol Diario, como también los somos
otros, aunque con una trayectoria más modesta. Se ha hablado muchas veces, con
polémica servida en su tiempo, de la escuela de pintores ferrolanos, de la
escuela de actores ferrolanos, etc., a la que, sin duda, hay que añadir la
escuela de periodistas ferrolanos, que nos desbravamos en aquel entrañable y
añorado Ferrol Diario de los Jovalo (José Varela Losada), Mario Couceiro,
Vicentón, Arturo Lezcano, Bieito Rubido, José Manuel Orriols, Manuel Torrente,
Manuel Beceiro, Andrés París, Carlos Agulló, Cristobo Ramírez, Xoán Barro, Chisco, Coque Bruquetas, Antonio
Martínez Barcón (Ambar), etc. Como hoy se puede hacer teniendo como referencia
el Diario de Ferrol. A Rafael Permuy
hay que ubicarlo en los primeros años de la década de los setenta, despachando
páginas y páginas del FD, luciendo, ya de jovencito, raza, llamada vocacional y
recursos y habilidades para hacer frente a cualquiera de los géneros. Lo que se
dice un "todoterreno". El reportaje era uno de los géneros apetecidos,
muy gratificante. Una doble página, bien ilustrada gráficamente, con foto y
firma en recuadro del periodista "oficiante", era un trabajo que
lucía, estimulaba el coraje profesional, alimentaba la autoestima. Aunque, en
un periódico pequeño y en aquellas circunstancias acababa uno haciendo de todo,
afortunadamente, porque fue un provechoso rodaje que sentó los cimientos para
muchos profesionales que luego cobraron prestigio y nombre. Yo, compaginando
entonces estudios y periodismo amateur, seguía a Rafael Permuy, lo leía con
fruición, tomaba nota de aquellos magníficos despliegues y, cómo no, anhelaba
seguir su estela productiva. Curiosamente, se puede decir que en el año 1974 le
tomé el relevo. También yo viviría a partir de entonces la emoción de un
periodismo de calle, entregado, sin condiciones, ni horarios, ni cortapisas.
Nos faltaba, eso sí, la libertad, deshacernos de la dictadura. Objetivo que
también se lograría. Rafael Permuy, un periodista como la copa de un pino, un
amigo de siempre.
jueves, 13 de febrero de 2014
"Gente bien", "artesano", "pichonero" y "sportman", estratos sociales ferrolanos de matiz decimonónico
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Un baile de carnaval de gente bien, de principios del siglo pasado. |
Ferrolano: ¿tú qué eres, "gente
bien", "artesano", "pichonero" o "sportman"? Pues estas eran las clases sociales del siglo XIX. El primer
estrato se entiende por si solo. Hablamos de la clase alta. El
"artesano" es la antítesis, o sea, el estrato más humilde, el
"pichonero" era una especie de integrante de una quinta columna
social, admitida de mala gana por los dos "estratos históricos".
Pero, ojo, porque hubo "pichoneros" que alcanzaron gran relieve en la
época. Contaba el poeta, escritor, más tarde Cronista oficial de la Ciudad,
Mario Couceiro, en un trabajo publicado en Ferrol Diario en el año 1974 sobre "Los
carnavales de nuestro abuelos", que algunos "pichoneros habían
conseguido aparecer en la prensa local con motivo de alguna boda o tuvieron el
honor de que los gacetilleros de entonces registrasen sus nombres a causa de un
veraneo, con chacha y niñera". Una especie de subclase era la de los
"sportmans", que pertenecía al género masculino. No jugaba al fútbol
ni intentaba batir ningún récord deportivo. Entre sus actividades estaba la de
no realizar trabajos manuales o intelectuales que requirieran un gran esfuerzo.
Mario Couceiro señalaba que había conocido a uno de estos
"sportman". Relata que usaba pantalones franela color guinda, jersey
de pico con dibujos egipcios ("influencia del reciente descubrimiento de
la tumba de Tutankamon") y un bello junquillo de procedencia ultramarina.
Hablaba poco y en voz muy bajita, pero a cambio sonreía mucho. "Su máquina
de pensar se hallaba como detenida milagrosamente lo que le añadía a la
expresión de sus ojos un velo poético". Dice Couceiro que un día una tía
suya se detuvo con ese "sportman" a comentar algunas cosas sobre la
benignidad del tiempo y al terminar la
conversación, Mario le dijo a su tía "¿ese señor es tonto?" y la tía
se indignó mucho. "Ese señor es un "sportman", no lo
olvides" le replicó el familiar. Yendo al grano, los carnavales, al
parecer cada estrato celebraba a Momo, pero ningún "bien" se
permitía la bajeza de mezclar su alegría particular con un
"artesano". El martes de antroido, la calle Real se convertía en un
maremagnum de mascaritas que se interpelaban y acaso se insultaban con voz
aflautada y se arrojaban peladillos. Ironizaba Mario Couceiro, refiriéndose a
los carnavales de sus antepasados, que "el martes, los ferrolanos que no
habían leído a Freud ni conocían a Adler, usaban la jornada para descargar un
año de autorrepresión".
martes, 11 de febrero de 2014
Xoán Rubia canta a Díaz Castro
El cantautor mugardés, Xoán Rubia, en una foto retrospectiva |
La música y la poesía han ido siempre
de la mano, si bien hay historiadores que van más allá y especulan con que la
poesía nació de la música. La poética de la música o la musicalidad de la
poesía, he ahí el aparente dilema, aparente porque es falso. En todo caso, es un gran
binomio, porque uno y otro género tienen personalidad propia, se complementan, son
auténticos alimentos del alma y del espíritu, cuando no vehículos sonoros de
los anhelos y quejidos del ser humano. Desconozco si Díaz Castro recurrió a la
música como fuente, como estímulo, como estado de ánimo. Es un tema que no me
suena -hablo de memoria- que haya sido tratado entre los estudiosos del poeta.
Tengo que recordar al respecto que en el Seminario se estudiaba música desde
los primeros cursos, al menos en mi época. Allí, en Mondoñedo, aprendí yo algo de solfeo, hoy
totalmente olvidado para mi pesar, y llegué a recrearme en los matices del
gregoriano, además de ser captado de muy joven (voz de tiple) para la "schola cantorum". Personalmente,
fue una experiencia que me marcó. Despertar con las estaciones de Vivaldi era
abrir el camino a la sensibilidad y admiración por los grandes maestros. Las vueltas que da la vida. Antes
madrugaba con Vivaldi, ahora me acuesto escuchando al músico y compositor
italiano, entre otros. Viene esta consideración previa a cuento de que el amigo
cantautor mugardés Xoán Rubia me sorprendió un día, bastante antes de que la
RAG designara a Díaz Castro para las Letras Galegas, con una composición
musical que lleva la letra del poema Penélope: "Un paso adiante i outro atrás, Galiza..." Enterado de que el que suscribe
tenía un grado de parentesco (primo segundo) con el vate chairego me remitió el trabajo en
maqueta. Me gustó mucho. Muy en su línea interpretativa habitual con sobria
instrumentación y magníficos registros de voz, como no podía ser de otra manera.
Al conocerse la noticia de la Real Academia Galega le dije que la ocasión para
dar a conocer su obra musical estaba servida. Le pedí autorización -él está de viaje y no regresará hasta final de mes- y hoy mismo espero incorporarla a mi página de facebook. Xoán Rubia se une de esta manera,
como ya lo hizo a lo largo de su carrera con otros poetas, a la exaltación de
la lírica cantando a Xosé María Díaz Castro. Desde Mugardos para Os Vilares de
Parga, desde Ferrolterra para Galicia y para el mundo.
domingo, 9 de febrero de 2014
Hace cuarenta años, el personal de Ferrol Diario despedía a su director Eugenio Pontón Ramos
Eugenio Pontón es el quinto por la derecha, de pie, y a su izquierda, el nuevo director Gallego Tato (1925-1984) |
Toca hoy dejar constancia en este modesto blog de uno de los
periodistas que marcó una época, que fue un referente para todos cuantos nos
abríamos camino en este apasionado oficio por aquellas fechas de los años
setenta, cuatro décadas atrás. Me refiero a Eugenio Pontón Ramos (1934-2001),
que fue uno de los cinco directores del
desaparecido Ferrol Diario
(1969-1981). Por contextualizar, el rotativo ferrolano se puso en marcha con Alejandro
López Outeiriño, destacado miembro de la familia propietaria de La Región de Ourense, que fue quien, en
un proceso de renovación tecnológica de sus talleres, colocó en Ferrol el
excedente de su maquinaria. La sociedad, Ferrol
Ediciones S.A., estaba constituida por los dueños del periódico de Ourense
(51%) y un grupo de ferrolanos, encabezados por la familia Botas (49%). Con
Outeiriño vinieron destacados profesionales ourensanos que luego echarían
raíces en nuestra ciudad, como son los casos de Delfín Fidalgo, gerente durante
toda la vida del diario, y Arturo Lezcano, redactor jefe que acabó siendo el
último director de la publicación ya con la cabecera El Norte de Galicia, además de algunos trabajadores destinados a
los talleres. Pues bien, Eugenio Pontón nació el 13 de junio de 1934 en
Valencia del Ventoso (Cáceres) y a los dos meses de edad se vino a Galicia. A
los 20 años era redactor de La Voz de
Galicia, siendo director Pedro de Llano (Bocelo). Aurora García González en
"Historia de la empresa La Voz de Galicia" escribió " Destacó la
labor del redactor Eugenio Pontón, muy vinculado a Pedro de Llano. Pontón llevó
siempre la información de temas candentes de la ciudad y entre otros siguió una
causa contra los empleados de la empresa Cross en La Coruña por falsificación y
estafa, temas que habitualmente no solían trascender a los periódicos. De Llano
y Pontón acometieron múltiples reivindicaciones". Pontón, que tomó posesión de
la dirección de Ferrol Diario en
julio de 1971, relevó a Alejandro L. Outeiriño. Procedía de El Ideal
Gallego en el que prestaba servicios de redactor jefe. Yo no coincidí con
él ya que mi incorporación al FD se produjo en el año 1974, año en el que
Eugenio Pontón era contratado por la agencia EFE donde ocupó sucesivamente los
puestos de delegado en Londres y La Habana. De regreso a Madrid en 1986 fue el
primer director del servicio de Televisión de la agencia EFE, hasta 1989 año en
el que se hizo cargo de la subdirección internacional hasta su retiro
anticipado en 1995 al diagnosticársele una enfermedad cardíaca. Falleció en agosto
de 2001 en Sada en donde mantuvo siempre su residencia. Decía que no tuve la
oportunidad de trabajar con él, pero sí lo seguía y admiraba como excelente
profesional que era. Curiosamente, a raíz del lanzamiento del Diario de Ferrol mantuvimos contactos porque
en su retiro -uno es periodista hasta que se muere- realizaba entrevistas dominicales
a doble página para los diarios del grupo La
Capital al que pertenece Diario de
Ferrol.
viernes, 7 de febrero de 2014
Club de Prensa de Ferrol, en el 25 aniversario
Hay días en los que afluyen los temas y hay
otros que sin haber consumido los anteriores parece que la memoria, o el intelecto, o la agilidad mental están yermos, torpes o espesos. Hay determinadas situaciones en
el día a día en las que soy consciente de que si no aplico un mínimo de
disciplina no salgo adelante. Y eso ha sido "norma vitae". Por eso me
gusta "alimentar" sistemáticamente mi blog para no perder el contacto
con amigos y amigas y cumplir con una periodicidad media el compromiso con los
periódicos digitales que han solicitado mi colaboración y que yo he aceptado
gustoso, aunque, a veces, flaqueo. Algo humano, por otro lado, sobre todo
cuando abre uno varios frentes. Ya se sabe, el que mucho abarca poco aprieta. Pero,
retomando las primeras líneas, una vez que inicio el diálogo con vosotros, mis
lectores, siempre se me enciende la bombillita. Os contaré, por ejemplo, que esta
temporada de atrás he estado ocupado, junto con mi amigo Luis Mera, en el
acopio de materiales, fundamentalmente fotografías, carteles, recortes de
prensa, algunos textos, para el Cuaderno de FerrolAnalisis
que resume gráficamente la historia del Club de Prensa de Ferrol y que se edita,
aunque con cierto retraso, con motivo del 25 aniversario. He estado en la
gestación de esta entidad y me he mantenido al frente prácticamente desde el
año 1987 hasta el 1999 en el que fui llamado para asumir la dirección
fundacional de Diario de Ferrol. Abandoné entonces las responsabilidades para
quedarme en la condición de "militante" de base. No obstante, la Junta
Directiva tuvo la generosidad y gentileza de nombrarme presidente de honor y
con esa mención honorífica mi nombre ha continuado apareciendo en los créditos
de todas las publicaciones que sucedieron a mi marcha. Al jubilarme, quienes
habían tomado el relevo en el Club de Prensa, de manera especial el secretario
y "alma mater" de las actividades de la entidad, Luis Mera, me dio
una palmadita en el hombro para recordarme que ahora tenía tiempo para echar
una mano. Es lo que estoy haciendo allí donde me reclama el amigo. El caso es que el volumen está ya en la
imprenta y pronto se presentarán revista y cuaderno en un acto público como es
habitual. El caso es también que quería transmitiros mi satisfacción porque después
de manejar tantos documentos como hice últimamente, "descubrí" que es
meritorio haber resistido 25 años y en ese período mantener casi todas las
actividades originales y algunas más que se han ido añadiendo. Consciente de
que soy juez y parte, no dejo de arriesgarme, porque me parece que es un dato
objetivo, al decir que el Club de Prensa de Ferrol ha sido durante este cuarto
de siglo una de las principales palancas de dinamización de la vida cultural e
intelectual de Ferrol.
miércoles, 5 de febrero de 2014
De "Ferrolano del año" a "premio Benito Vicetto"
Los servicios que presta la
hemeroteca son incalculables, a la hora de construir la intrahistoria, ya que
permite la revisión del tiempo pretérito para situar el presente y edificar el
futuro. Incluso vale para divertir y entretener. También para poner en evidencia a
los que mienten y a los que utilizan la promesa como cebo para lograr sus
objetivos. Pero, no es este el caso. No he de excluir, por último, que la
hemeroteca también te quita de dudas o te facilita la recuperación de la
memoria cuando esta había depositado en el cuarto oscuro algún hito o episodio.
Y he aquí el caso. Si a mi me dicen hoy que el premio "Ferrolano del
año" cambió de denominación en el año 1979 para pasar a llamarse premio
Benito Vicetto, negaría rotundamente la mayor. Diría que siempre, hasta su
pérdida de vigor y posterior adopción por parte del Ayuntamiento local, se
llamó "Ferrolano del año", entonces en castellano. Recordaré que la
marca fue concebida hace cerca de 40 años y algo tuve que ver en ello y seguro
que algo tuve que ver también con la modificación, pero este paso dado había
sido borrado de mi conciencia. La hemeroteca de Ferrol Diario, ejemplar del 6
de febrero de 1979, me dejó boquiabierto. Como luego ilustro con el recorte de
prensa, en efecto, se le cambió de nombre con tan mala fortuna, además, que el
premio principal se declaró desierto y se acabaron concediendo unas menciones.
Y creo, ya no me atrevo a afirmar a la vista del precedente, que ahí si se extinguió definitivamente el dichoso premio. Reza la nota de prensa de FD que los profesionales de los medios
de comunicación se reunieron para almorzar en el Parador de Turismo, pero,
previamente, debatieron la conveniencia de modificar el nombre "y el
ámbito" del galardón, que en los dos años anteriores se llamó "Ferrolano del año" y que
ganaron en sus dos primeras ediciones
Gonzalo Torrente Ballester y Ricardo Carvalho Calero. Argumenta la información
"la razón de este cambio es la lamentable dificultad de encontrar cada año
a una persona que reúna los méritos mínimos exigibles para ostentar la recompensa."
Agrega que en adelante se otorgará a personas o colectivos ferrolanos que
obtengan en votación secreta la mayoría absoluta. En caso contrario se
declarará desierto. En el señalado año se dieron menciones especiales al
Ateneo Ferrolano, por sus esfuerzos en pro del desarrollo cultural de la
ciudad; al ingeniero naval Primitivo González "por su ambicioso y
prometedor proyecto de buques-aljibes para el transporte de agua potable desde
Galicia a zonas áridas, y al doctor Méndez, médico ferrolano afincado en EEUU
quien, junto con un colega británico protagonizó el primer trasplante
"supersónico" de riñón. Después de extraérselo a un ciclista muerto
en accidente, el órgano fue trasladado en un recipiente especial a bordo del
"Concorde" de Nueva York a Gran Bretaña, donde le fue implantado a un
enfermo que lo precisaba para vivir.
lunes, 3 de febrero de 2014
Ferrol, pionero en el s.XVIII en abandonar la costumbre de los entierros en iglesias y capillas
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El solar en el que se levanta el instituto de Canido fue, hasta el año 1945, el cementerio municipal de Ferrol |
Sin dejar el capítulo de las
efemérides, daré cuenta de que se cumplen 210 años de haberse cursado la orden definitiva
para enterrar a los muertos en el cementerio, abandonando la costumbre de
hacerlo en las iglesias y capillas. Dicen algunas fuentes que Ferrol fue ciudad
pionera en Galicia en romper con la costumbre y edificar un camposanto en el
extrarradio del centro urbano. Ricardo Nores Castro (1907-1979), que fue
Cronista Oficial de la Ciudad, escribió en el desaparecido Ferrol Diario que la orden inexcusable, después de varios intentos
del Ayuntamiento -intentos que se prolongaron durante 28 años, de 1776 a 1804- fue dada por
Diego Martínez de Córdoba, gobernador político-militar de la plaza y que
el primer ciudadano que se enterró en el cementerio de Canido, tras esta
disposición, fue Marcos Paz, carpintero del Arsenal, perteneciente a la
hermandad de San José, aunque, de hecho, al abrirse la necrópolis en 1776, el
primero realmente en ser sepultado fue Pedro Piñeyro, feligrés de San
Francisco. Nores dice "fueron tan activas y eficaces las disposiciones de
aquella autoridad, en alusión al gobernador político-militar de la plaza, que
todos, sin distinciones, han sido sepultados en aquel lugar, incluso los
religiosos del convento de San Francisco, no obstante la oposición que hizo la
comunidad". Contaba la población de la época con 40.000 habitantes, sin
incluir las tropas que guarnecían la plaza y dotaciones de los buques y
dependencias de la Marina y era tan
elevado el número de inhumaciones que diariamente se verificaban en las
iglesias y capillas "que las ponían en un estado de fetidez insoportable,
temiéndose al propio tiempo que se desarrollara una epidemia", señala
R.N.C. en su sección de "Ferrol de ayer". Sin embargo, todos los
esfuerzos de las autoridades locales se estrellaban en la cerril resistencia
que oponían los vecinos, resultado de las preocupaciones de la época, y ni las
disposiciones tomadas en 1801 con motivo de la enfermedad que diezmaba las
provincias de Andalucía fueron suficientes para que el Ayuntamiento lograse su
objetivo, hasta que, como queda dicho, intervino el gobernador de la plaza
dictando instrucciones tajantes al respecto. Hay que precisar que el cementerio de Canido, en donde luego se alzó el actual instituto , fue clausurado en 1945 y costó 300 ducados de vellón. Originalmente era una parcela ( "O
Bacelar") de 1650 metros cuadrados con 1625 tumbas para adultos y 27 para niños.
Luego se sometería a sucesivas ampliaciones.
sábado, 1 de febrero de 2014
Los "grandes proyectos" de los 70 para la comarca
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La General Motors instaló su planta industrial en Figueruelas (Zaragoza) el año 1982 |
Aquellos anuncios fantasmas de
grandes industrias que a finales de los años setenta supuestamente pretendían asentarse en nuestra comarca,
únicamente servían para entretenernos a los ferrolanos ya que, a la vista está, a lo largo de más
de tres décadas ninguno de los proyectos divulgados llegaron a cuajar. Ni la Comisión
de Acción Industrial (CAI), que estaba en vigor entonces, ni las posteriores Zona
de Urgente Reindustrialización (ZUR), Zona Industrial en Declive (ZID), ni
todas las siglas que se han inventado en este tiempo dieron fruto alguno.
Traigo a colación el caso de la "General Motors" porque en el año 1979 por estas fechas ocupaba titulares en la prensa local. El asunto se trató
en el seno de la Mancomunidad de Municipios que entonces presidía el titular
del Ayuntamiento de Ferrol, Julio Pisos Solmo "donde se tomaron acuerdos
sobre ubicación de la "General Motors en la ciudad departamental o
comarca" rezaba una información en el desaparecido Ferrol Diario. En esa
sesión, los alcaldes que se integraban en el mencionado órgano supramunicipal
plantearon dirigirse a la presidencia del Gobierno y a los ministros de
Economía, Industria y Trabajo ofreciendo zonas para la citada planta industrial.
También se pedía la colaboración de las organizaciones sindicales, partidos y
entidades patronales. La "General Motors", finalmente, acabó
instalándose en Zaragoza. Paralelamente, sin salirse de ese período, el titular de
Industria, Rodríguez Sahagún, anunciaba que hasta 1985 no mejoraría
sustancialmente el sector naval barajando, como condición indispensable, la
reducción de la capacidad de los grandes astilleros. En definitiva, mientras se avecinaba el gran desmantelamiento industrial, la firma de
coches acabó ubicando su factoría española en Figueruelas. Seguro que esto ocurrió, entre
otras razones, porque en el año 1979, como en lo sucesivo y hasta hoy, el peso político de Ferrol para influir en las grandes decisiones del Gobierno de
turno, era y es escaso, por no decir nulo. Por otro lado, los inversores no veían por donde sacar su
producción, ya que Ferrol, no siendo territorio de paso, estaba aislado en lo
que a infraestructuras de comunicación por carretera se refiere. No hago caso
del "sanbenito" que nos habían colocado de que éramos una comarca
singularmente conflictiva, leyenda que se lanzó desde instancias
gubernamentales con el objeto de frenar la capacidad de movilización que
entonces tenía el movimiento obrero en Ferrolterra y que no sé hasta que punto
era disuasorio o de alguna manera espantaba a las grandes empresas.
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