domingo, 23 de septiembre de 2018

Gonzalo Meirás Otero (Chalín): profesor, periodista, Cronista Oficial de la Ciudad. En noviembre se cumplirá el cincuentenario de su fallecimiento.

Gonzalo Meirás, (Chalín) al centro, sentado, con un grupo de profesores del instituto, entre ellos, primero por la derecha, Gonzalo Torrente Ballester.
Gonzalo Meirás Otero, además de profesor de francés, director del instituto femenino e intérprete del puerto de Ferrol, fue periodista, Cronista Oficial de la Ciudad y jefe de protocolo del Ayuntamiento de Ferrol. A lo largo de su trayectoria fue redactor, luego redactor-jefe de El Correo Gallego, en el que firmaba sus crónicas de sociedad y comentarios con el seudónimo de "Chalín". Fue también corresponsal de ABC en el que firmaba con el seudónimo de "Gonzalo de Amarante". Una vez "emigrado" El Correo Gallego a Santiago colaboró con La Noche. En los años veinte fue incluso corresponsal de El Sol de Madrid. Precisamente con motivo de este nombramiento,  en agosto de 1923, obsequió a sus amigos con un almuerzo en el hotel Suizo.

A pesar de que su dilatada carrera periodística discurre en El Correo Gallego, algún problema debió de tener con esta cabecera periodística porque en 1924 manda una carta a El Ideal Gallego, que era copia de otra mandada a  El Correo Gallego a través de la cual anunciaba su dimisión (sic) de este último "por razones respetables". Poco debió de durar el enfado porque en adelante continúa escribiendo sus populares crónicas en el citado rotativo. Corto debió de ser su paso por "La Voz de Galicia", en cuyo libro de actas de 1940 se dice "por exigencias de reducción de tirada fue despedido Gonzalo Meirás Otero, como corresponsal de Ferrol".

Su trabajo fue destacado por la revista Vida Gallega que en 1920 inserta, con foto, una nota en la que se refiere al "joven periodista que con el seudónimo de Chalín" está realizando brillante campaña en El Correo Gallego.

Pero no solo ejercía la prensa escrita, ya que en determinado momento de los cruentos años 36 de la Guerra Civil, concretamente el 11 de octubre, presenta su dimisión, que se le admite, como "speaker" (sic) de Radio Ferrol.

Cronista oficial y de sociedad.

Chalín con el príncipe Juan Carlos
Nacido a finales del siglo XIX, Gonzalo Meirás Otero, además de su papel como Cronista Oficial de la Ciudad, desempeñó muy activamente el relato de sociedad. Su presencia era habitual en acontecimiento de familias distinguidas. Lo invitaban como testigo para que luego escribiese aquellas almibaradas reseñas, algunos de cuyos rasgos todavía tienen actualmente vigor. Amonestaciones, bodas, bailes y todo tipo de actos sociales no escapaban a su pródiga pluma dejando abundante "literatura" para las hemerotecas.
Por otro lado,  ejerció también cierto compromiso personal con causas benefactoras y dentro del propio colectivo de periodistas locales llegó a ser elegido presidente de una asociación de la prensa que se activó en los años treinta y como cabeza visible de los profesionales participaba en numerosas iniciativas: visitas a autoridades civiles, militares y religiosas. Asimismo figuró como tesorero de la sociedad "La Piña" en los años inmediatamente anteriores a la Guerra Civil y participó igualmente en una comisión profiestas de los años cincuenta. La Liga de Amigos de Fene, en 1934, lo nombró presidente honorario.

Joaquín de Arévalo Rodríguez (1882-1939), ferrolano, periodista y escritor publicó en Vida Gallega, 10-08-1930, una semblanza que ilustraba con una caricatura también de su autoría, que se adjunta a este texto. 
"Es popular en Ferrol, por sus elegantes crónicas descriptivas de la buena sociedad. Mozo activo y trabajador, lo mismo despacha en el puerto un barco en su ruta sanitaria, como secretario de sanidad, que escribe a bordo de El Correo Gallego, ya en la Redacción, la gentil revista de un baile del Casino o de "La Piña" o relata la conferencia telefónica a las cuatro de la mañana para levantarse a las ocho y volver a empezar. Parece que "Chalín" abriga el propósito de un proyecto. Es la publicación de un libro donde se vuelque toda la arrogancia del Cel sprit de sus celebradas crónica sociales, escritas con todo el soberano rigor del guante blanco, dechadas de galantería y distinción. Alentamos al amigo Meirás a escribir el libro. Ferrol lo espera, y le auguramos un éxito. Será un precursor en esta clase literaria. Nadie todavía escribió un libro de tal índole. Será el primero y será bien recibido y celebrado. Manos a la obra. Entretanto felicitamos al camarada por la valiente creación de una idea tan bien fundamentada"
Gonzalo Meirás, cuya hermano Antonio, empleado de Bazán, también colaboró en prensa, pero con mucha menos notoriedad que Gonzalo,  fue vocal de "Unión Patriótica". Tal vez su militancia le costó alguna diatriba que otra lanzada desde las filas socialistas a través del periódico El Obrero. De una nota fechada el 16-06-1934 entresacamos: "En cuanto a ese ridículo sietemesino de Chalín (su seudónimo), hazmerreir de las chicas del Casino, autor desenfadado y cínico de las difamaciones de ABC, le recomendamos prudencia y veracidad en sus informaciones. Hay personas decentes que no pueden estar a expensas de cualquier mequetrefe".

Laureado

Meirás Otero en una intervención en público
"Chalín" recibió a lo largo de su carrera algunos premios, por ejemplo la Cruz del Mérito Naval de 2ª clase con distintivo blanco como recompensa por servicios prestados a la Marina en su calidad de secretario-intérprete de Sanidad del Puerto. Otro fue el premio Virgen del Carmen, dotado con 3.000 pesetas de las de 1957. Como anécdota añadiré que le tocaron 10.000 pesetas en la lotería de Navidad de 1958. Pero oficialmente, el galardón institucional más preciado fue la Medalla de Plata de la Ciudad. Esto sucedía metidos ya en el franquismo, año 1952.
Gonzalo Meirás Otero se casó con Francisca de Asís Lenzano Calenti en el año 1939 y fallece el 13 de noviembre de 1968. Al sepelio asistieron el Capitán General de la Zona Marítima y el alcalde, entre otras autoridades.
Las documentos gráficos que aporto me fueron facilitados por el fotógrafo Carlos Carballeira. Gonzalo Meirás era su tío bisabuelo. 



martes, 18 de septiembre de 2018

"PERO, FERROL TIENE PLAYAS, MARISCO Y SOL"

Como suelo decir en mi espacio de facebook, "el anticiclón nos quiere" o cosa parecida. Y es que el sol luce con generosidad por estas tierras. Lo estamos viendo. No en vano se ha colado en una de esas canciones ferrolanas: "Ferrol, Ferrol, donde yo nací bajo un ardiente sol…" Es más, allá por los años sesenta se lanzó un slogan cuyo texto era: "Pero, Ferrol tiene playas, marisco y sol". Por cierto, este slogan salió de un concurso convocado por la Comisión de Turismo municipal en agosto de 1964 al que, según las informaciones de la época, concurrieron cerca de un millar de frases y expresiones ensalzando nuestras bondades y virtudes como reclamo para el turismo.
Leo que por mayoría de votos se adjudicó el premio de 5.000 pesetas (concedido por el concesionario local de Renault) a Gonzalo Fernández Martínez, que se presentó bajo el pseudónimo de "Rubalcaba". Casualmente, el premiado, que había terminado recientemente la carrera de economista, era miembro de la familia que regentaba la "Cafetería Rubalcaba" y un columnista asiduo de "La Voz de Galicia", además de amigo del que suscribe.
Acerca de este slogan añadiré que fue utilizado ocasionalmente en algunas publicidades comerciales y todavía hoy se cita de vez en cuando, aunque nunca fue un texto que hiciera suyo la generalidad de la ciudadanía, instituciones y sector hostelero, como, por ejemplo, lo fue el neologismo "Ferrolterra" alumbrado por el médico, escritor y poeta Álvaro Paradela, quien, dicho sea de paso, en una de sus secciones de opinión por aquel entonces se refirió al concurso irónicamente con lo de "slogans parabriseros". Por otro lado, en el año 1966, con motivo del ascenso del Racing de Ferrol se coreó "Ferrol tiene playas, marisco y sol….y el Racing en segunda división", como aparece en la foto.
Pero hay más en torno a este slogan, sorpresa que yo descubro no hace mucho tiempo. El dibujante, caricaturista y escritor ferrolano Siro López escribió en "La Voz de Galicia" de fecha 13 de agosto de 1997, que un amigo suyo llamado Moisés Fernández Formoso era realmente el autor del slogan y argumentaba que su amigo había enviado al mismo concurso el texto "Ferrol tiene playas, marisco y sol" y añadía el articulista "e que por arte de birlibirloque apareceu transformado en "Pero, Ferrol tiene playas, marisco y sol" asinado por outro autor que foi quen levou o premio".

sábado, 15 de septiembre de 2018

Las rivalidades Jofre-Rena provocan una "escaramuza" en la prensa de hace un siglo



Teatro Jofre

Hace un siglo, "El Correo Gallego", periódico ferrolano (12-09-1918), se convierte  en el "ring" de un "pugilato" entre la junta de gobierno del Hospital de Caridad, propietaria en esa época del teatro Jofre, y los promotores del teatro "Rena", acusándose mutuamente de incumplir las normas urbanísticas.

Una carta del Hermano Mayor, Antonio Piñeyro precisa que la junta de gobierno del Santo Hospital de Caridad viene denunciando las obras que se ejecutan en la calle del sol para construir un nuevo teatro… "No podía permanecer impasible presenciando la construcción de un teatro… más cuanto que dicha junta de gobierno como representante de los dueños del teatro Jofre, que lo son todos los pobres a quienes ampara, ha sido obligada por esta alcaldía a gastar crecidas sumas de dinero en cumplir preceptos reglamentarios de los que se quiere  prescindir en la construcción que nos ocupa (el Rena)… No se trata de entorpecer las obras es más cree la junta de gobierno que se trata de una construcción de verdadera utilidad para el pueblo de Ferrol…" Ahora bien, Piñeyro argumenta que las leyes son iguales para todos.
Recuerda el representante del Hospital de Caridad que las obras del "Rena" fueron suspendidas a raíz de un informe del arquitecto municipal. Se dice que en la cubierta de los cuartos de los artistas tenía colocadas vigas de madera y no de hierro y entiende que las órdenes del ayuntamiento fueron desobedecidas. Solicita que no se levante la suspensión de las obras ni la licencia hasta que se sustituya el hierro por madera.

Teatro "Rena"
Juan Díaz-Noriega, uno de los dos socios que promueven la construcción del teatro "Rena" replica al día siguiente atribuyéndole al Sr. Piñeiro "afán constante de entorpecimiento que desde un principio demostró con nuestro proyecto". Díaz-Noriega reproduce un escrito dirigido al alcalde en el que dice que quien está fuera de la ley es el teatro Jofre y fórmula las siguientes preguntas ¿de qué son las armaduras de cubiertas del mencionado teatro? ¿cómo está el servicio de aguas? ¿qué condiciones regulan la cabina cinematográfica? ¿qué aislamiento existe entre la orquesta y el público? ¿de qué materiales son las divisiones y antepechos de los palcos?...
"Suponemos, dice, que el denunciante no pretenderá alegar que el teatro Joffre está exento de las modalidades legales por ser construido antes del vigente reglamento de policía de espectáculos".
Y sigue Díaz-Noriega haciéndose preguntas "¿tiene o no tiene de vidrio el tejado del denunciante? y le lanza la acusación de defender los intereses del Hospital en detrimento de los intereses de dos ciudadanos honrados (ellos, los dueños del "Rena") Y termina el escrito al alcalde suplicándole que para la resolución de la denuncia de Antonio Piñeyro tenga en cuenta las consideraciones "que con el mayor respeto hacemos en esta instancia".

La controversia continúa en los días siguientes en el citado periódico, acusándose mutuamente los señores Piñeyro y Díaz-Noriega de tratar de sortear las normas. En efecto, el portavoz del Hospital de Caridad dice que el Jofre se construyó atendiendo a normas anteriores y que únicamente se le ha exigido que el inmueble lo adaptara de la mejor manera posible, sin tener que sujetarse a las exigencias que posteriormente se pusieron en vigor. Por su parte, los dueños del "Rena" afirman que no pueden suplir la madera por el hierro, porque no hay hierro y que mientras tanto se ven en la necesidad de de proteger la obra construida de manera provisional con madera.

En una última sesión o "round" entre los señores del Hospital de Caridad y los titulares del "Rena", Leandro Pita, de la institución benéfica dice que hierro lo hay, pero a mayor precio, y apostilla que no debiera ser dificultad para los propietarios del "Rena" porque, señala, los señores Pita y Noriega son grandes acaudalados.

Reconocen los representantes del Hospital de Caridad que el "Renacimiento" viene a perjudicar al teatro de los pobres "porque quedarán disminuidos los productos que ofrece el Jofre, pero al mismo tiempo precisan, en una aparente contradicción, que así también se eliminará el monopolio "carácter odioso que lleva en sí ante el público aquel que lo ejerce".



domingo, 9 de septiembre de 2018

Tirando de hemeroteca: sopa de pan y guiso de jibia, menú en el comedor de Bazán de los años sesenta

Recorte del periódico "La Voz de Galicia", 24-02-1963

Los trabajadores de los astilleros a través de sus convenios y decisiones empresariales han contado  a lo largo de su historia con ciertos beneficios: entre otros, la formación del personal con la Escuela Obrera, el economato, los comedores… En este punto quería detenerme porque en mi deambular por las hemerotecas digitales hallé un reportaje de un periodista distinguido que lo fue -fallecido en julio de 2001- Eugenio Pontón. (La Voz de Galicia, 24 de febrero de 1963)

Aborda este recordado compañero el funcionamiento de los comedores de Bazán y subraya que por siete pesetas se comen dos platos y pan. Si se quería tomar vino debería el trabajador abonar un suplemento, lo mismo que si requería una manutención a dieta. Las instalaciones tenían capacidad para 870 personas y en el momento de elaborar su rerpotaje indica que había a la cola unas 3.300 solicitudes.

"La alimentación es buena" -afirmaba Pontón Ramos-y añadía " y la obra que la Bazán lleva a cabo en este sentido, socialmente extraordinaria". Da incluso el menú de dos días: sopan de pan y jibia con patatas en guiso, en uno y caldo de grelos y tortilla de patatas, en otro. Una vez por semana, merluza y tres o cuatro veces al mes servían pollo.

La cocina estaba atendida por diecisiete mujeres, huérfanas o viudas de productores, además de un jefe, auxiliares, pinches y diecisiete camareros. Subraya, igualmente, que el sostenimiento de los comedores costaba anualmente a la empresa cuatro millones de las antiguas pesetas.

Recuerda el periodista que la comida se servía en locales que en principio estaban destinados a calentar los alimentos que los obreros traían de su casa. Aquí podríamos entrar en esa etapa de la posguerra en la que muchos operarios almorzaban dentro y otros lo hacían fuera auxiliados por sus esposas o familiares que le traían la comida en  fiambreras.

Siro López en "Ferrol Ciudad", 11-08-2013 (La Voz de Galicia) escribía:
"Traballadores da outra banda ou de lonxe viñan coa caldereta do xantar feito na casa, para comelo no mesmo centro de traballo, nos bancos do Cantón ou nos portais das casas". Hacía esta alusión al tratar la expresión "lefre de caldereta", que se llegó a utilizar despectivamente y que, mucho más recientemente, acabó dando nombre a una entidad cultural que, casualmente premió a Siro en el año 2006 y también al que esto escribe, en 2010.

Retomando el asunto y para terminar, señalaré que los comedores se suprimieron en el año 1988 al quedar establecida la jornada intensiva en la factoría naval ferrolana.

Acerca del autor del reportaje Eugenio Pontón Ramos diré que había nacido en Cáceres y a los dos meses se vino a Galicia con su familia. Fue redactor jefe de La Voz de Galicia y de El Ideal Gallego, director de Ferrol Diario y delegado de la gencia EFE en Londres y la Habana. De regreso a España, fue el primer director de televisión de EFE. Ya jubilado escribió reportajes, género periodístico que le gustaba mucho, en el Diario de Ferrol siendo un servidor el director de la publicación. Falleció a los 67 años.


jueves, 6 de septiembre de 2018

"LAS ESTANCIAS DE ESMELLE" (A. Cunqueiro)



 
Monumento levantado en Esmelle al Mago Merlín en diciembre de 2006, obra del ceramista Francisco Pérez Porto
Tantas veces me he contado a mi mismo las estancias de Esmelle, que ya me parece existan la selva y el castillo y yo sea aquel rapacete que con la gorra en la mano llama a la grande y  ferrada puerta para ser recibido por el paje y portacolas de la señora Infanta: una niña de cristal y membrillo, blanca y la sonrisa dulce y los asombrados ojos negros
Este es el último párrafo de un artículo publicado por Álvaro Cunqueiro y rescatado en mis modestas peregrinaciones por las hemerotecas, en este caso de La Voz de Galicia, 17 de enero de 1954, que llevaba el antetítulo "Retratos imaginarios" y el título "Las estancias de Esmelle" y que arrancaba de esta manera:
Para la fantasía de mis historias, hubo un tiempo en que solía imaginarme una selva, la antigua y lejana selva de Esmelle y en la selva un palacio o un castillo, al que llamaba Narahío. Ambos nombres están en la toponimia galaica…

En esta columna periodística, el propio Cunqueiro se recrea definiendo los espacios imaginarios sustentados en la obra de "Merlín y familia" por los nombres de Esmelle y Narahío, ambos curiosamente ubicados en la comarca ferrolana, narración de una gran belleza literaria, como la que preside toda la obra del autor de "As crónicas do sochantre".

No resulta extraña la invocación de los nombres de Narahío (San Sadurniño) y Esmelle (Ferrol) toda vez que Cunqueiro, además de echar una temporada de casi dos años en Ortigueira, visitó Ferrol en más de una ocasión. El crítico literario e investigador Armando Requeixo escribió al respecto de Cunqueiro y Ferrol:
O mindoniense Álvaro Cunqueiro foi sempre grande amante de Ferrol, cidade na que trabaría imperecedoiras amizades con escritores que, andando o tempo, figurarían entre o máis granado das literaturas peninsulares. Non é de estrañar, pois, que a vida e obra de Cunqueiro amosen interesantes elementos de relación coa cidade departamental…

Como hijo de Esmelle me es grato compartir estas vinculaciones de mi tierra natal con la literatura, en este caso cunqueiriana, si bien procede añadir que también este pequeño y hermoso territorio esmudiense tiene que ver con otro ilustre periodista y escritor como es Wenceslao Fernández Flórez, cuyo padre procedía de esta localidad, según consta en "Wenceslao Fernández Flórez. Formación autodidacta de un cronista parlamentario (1885-1917) de la autoría de Alicia Longueira Moris (Congreso de los Diputados, 2014).
En el primer caso, Esmelle cuenta ya desde el 2006 con un monumento al Mago Merlín, en un espacio verde muy próximo a la iglesia parroquial, al pie de un regato, obra del nombrado ceramista Francisco Pérez Porto.




lunes, 2 de julio de 2018

El histórico conflicto de las aguas contaminadas de la fuente de Ínsua que originó un amotinamiento de las mujeres del barrio de Canido en los años veinte.



La zona del lavadero de Canido, convertida en la actualidad en
espacio de recreo para los niños y niñas
Leo en El Pueblo Gallego, 11-09-1928: "Los obreros municipales clausuraron la fuente (de Ínsua) y derivaron las aguas por conducto subterráneo hacia un lavadero. Las mujeres se amotinaron y estos tuvieron que hacer su labor con gran dificultad". Me llamó la atención y me despertó el interés, entre otras razones, porque he vivido varias décadas muy cerca de lo que hoy es un espacio de recreo para la grey infantil. Así que le seguí la pista a esta rebelión de mujeres de Canido y esto fue lo que me encontré.

 En El Correo Gallego, 11-08-1928: El médico del laboratorio municipal Santiago de la Iglesia dictamina
"La infección fue acusada por los últimos años del segundo tercio del siglo pasado (s. XIX) por mi, por el médico municipal, don Ángel Linos, nuevamente por mi en 1875 como subdelegado de Medicina y en varias juntas de sanidad, al mismo tiempo de las "De los tres caños", Palomas, Dique y plaza de Armas. Solo logramos que se destruyese la mortífera fuente de la calle Galiano que tantas vidas ha segado".
Relata De la Iglesia otros estudios según los cuales, la fuente de Insua era una de las más infectadas casi al igual que las de San Amaro, Dique y plaza de Armas.
"La protesta del vecindario de Canido se entiende -razona De la Iglesia- porque el vulgo confunde el grado de sabor del agua con su contenido patógeno, que desconoce…"

El médico Santiago de la Iglesias y Santos
El 30-11-1928 en una sesión del Ayuntamiento (el alcalde era Antonio Usero) se da lectura a una moción de varios concejales que piden que en vista de haberse inutilizado la fuente de Ínsua, "donde acostumbraban acudir a lavar muchos vecinos pobres del barrio", se proceda a la construcción de un lavadero al costado del depósito del agua de la Puerta de Canido o en la Malata, en las proximidades del túnel para los ramales del ff.cc. El pleno acordó, por de pronto, hacer la ampliación del lavadero de la fuente de Ínsua y aprovechar el agua que sale del túnel con el fin de hacer un lavadero en las proximidades de la zona de Ferrolviejo (sic).

No obstante, parece que este asunto se aprobó dos veces o cuando menos se producen informaciones periodísticas contradictorias toda vez que, tres años más tarde, se vuelve a escribir sobre la ampliación del lavadero, tal como se desprende del siguiente suelto de prensa con fecha 13-06-1931: "Se aprueba el proyecto para la ampliación del lavadero de la fuente de Ínsua". La otra aprobación, como queda explícito, fue en noviembre de 1928. 

Pero antes de este último hito en el procedimiento formal, en septiembre de 1929, el periódico local da cuenta de que los vecinos rompen los precintos colocados en los caños para utilizar de nuevo las aguas cuyo uso se había prohibido. El alcalde Usero dictó severas y radicales sanciones contra los que en el futuro contravinieran la disposición municipal.

A todo lo anterior es preciso señalar que en las primeras décadas del siglo XIX de esta fuente manaba agua de excelente calidad "las mejores aguas de la población", de acuerdo con  el relato del historiador José Montero Aróstegui.






martes, 26 de junio de 2018

El "Dia de la Comarca", cincuenta y seis años después

En este apunte trato de recordar una fecha histórica, el "Día de la Comarca" celebrada en Ferrol el 2 de septiembre de 1962,  casi cincuenta y seis años atrás. Había sido un gran impulsor de este acontecimiento el fallecido médico forense Alfonso Couce Doce, a la sazón concejal, (ya en democracia llegó a ser alcalde del PP),  ostentando la presidencia de la corporación el también recordado José María López Ramón. No era, todo sea dicho, una idea original pues ya se habían celebrado en los años cincuenta "días de" la comarca arosana, Ourense, Carballino, etc.
El caso es que en Ferrol ese día 2 de septiembre hubo una gran fiesta -coincidiendo con la disputa del trofeo Concepción Arenal, que se llevó el Betis al vencer en la tanda de penaltis al Deportivo- llenándose las calles de excursionistas, unos 15.000 según algunas crónicas. Una de las notas destacadas fue el desfile de tractores de la Cooperativa de Castro, entonces viviendo una extraordinaria pujanza. Pero en el programa figuraban, entre otras iniciativas, batalla de flores en el Cantón, verbena y la quema de una falla que se había instalado en la plaza de Armas.
Ese día el bastón de mando de Ferrol pasó a manos del alcalde de Narón, Marcial Calvo Hermida, que de esta manera representaba al resto de ayuntamientos participantes en este gran jornada, que dejó imborrable recuerdo en la memoria colectiva de la sociedad ferrolana y ferrolterrana. Precisamente, el padre de la palabra "Ferrolterra" fue el médico, escritor y poeta Álvaro Paradela, articulista muy leído que jaleó insistentemente en fechas precedentes la anunciada celebración.
"Bocelo" (Pedro de Llano), entonces director de "La Voz de Galicia", había acudido al "Día de la Comarca" y escribió: "Volcando a la comarca en la ciudad, Ferrol acaba de crear una fiesta que perdurará mucho tiempo…es un vaticinio que se puede hacer sin el menor riesgo de equivocación". Pues en este caso erró en el pronóstico el prestigioso periodista porque nunca más se repitió.

(Ilustraciones: recortes de prensa "La Voz de Galicia" del 04-09-1962)