jueves, 28 de julio de 2016

El humor y la amistad de los poetas Álvaro Paradela, naronés de adopción, y el ferrolano Mario Couceiro



A la derecha, Álvaro Paradela "escenificando" el papel de niñera, y Mario Couceiro que celebra la humorada,
en una reunión de periodistas. A la izquierda, el reportero ferrolano Andrés París Rico
Saben algunos, o bastantes amigos y amigas, que soy un humilde y fiel defensor de la figura de Álvaro Paradela Criado, médico, escritor, poeta, asiduo columnista de prensa, coruñés de nacimiento y naronés (Narón) de adopción, arrollado mortalmente por un coche en diciembre de 1979, cuando contaba 68 años de edad. Hoy voy a tratar de la relación de estrecha amistad y camaradería que mantuvo con el también poeta y periodista Mario Couceiro Bescos ("Marius") (1920-2003). Tuve el privilegio de conocer a ambos, particularmente a Mario Couceiro con el que coincidí en Ferrol Diario (1969-1981) y al que considero como un maestro. Poseían un rasgo común, el sentido del humor, con independencia -y esto ya es más anecdótico- de que los dos fueron cronistas oficiales. Paradela, durante su breve paso por el Ayuntamiento de Curtis (A Coruña) y Couceiro en Ferrol.

Por cierto, unos días antes del trágico percance que le costó la vida, A. Paradela publicaba en Ferrol Diario  una "Carta de un "Cronista vital" a un cronista oficial", que encabezaba así "Amigo y compañero: Te escribe entre serio y cachondo tu probado amigo el también Ilustrísimo Alvaro Paradela". Le recordaba que ambos tenían ese título y que él firmaba siempre como "Cronista vital", título "que me he dado yo a mi mismo". Añadía que nunca se había dedicado a escribir artículos de recuperación de la historia de Curtis "nada de fortalezas o "cidadelas", ni de batallitas...ni fastos"...Contaba asombrado, eso sí, la subvida  que me rodeaba y penetraba...Veladamente era yo un contestatario. Lucían años cénit de Don Francisco Franco"...Fui, claro, denunciado una, dos, tres veces. Se me abrió expediente..."
Concluye "mis honorarios eran o consistían en lo siguiente: papel, bolígrafos, sobres...Y el derecho, claro, de usar el más o menos burocrático título".

Mucho antes, en abril de 1965, Álvaro Paradela escribía "Conversaciones con Marius". De Couceiro Bescos decía: ""Marius", Mario Couceiro, poeta, periodista, profesor y otras "pes" (padrazo, profesión, perorante) es una clara cabeza. De las mejores cabezas que conozco de Ferrol. Perspicaz (otra pe), las caza al vuelo y sin fallo. Y es agudo y reidor y punzante: abiertamente despectivo a la española en lo que le repugna o estima mezquino o cursi. Me place "Marius" como amigo". En ese artículo relata una supuesta conversación entre ellos sobre los escritores que "entontecen" y "desentontecen" y en un momento de ese inventado diálogo Mario le pregunta a Álvaro cuáles creía que eran los que "desentontecen" y este responde: "El P. Feijóo, el más universal, el más grande. Contemporáneamente en ciertos aspectos, Vicente Risco y en otro plano W. Fernández Flórez. J. Camba y en otro plano, no mejor ni peor sino otro, Borobó, Francisco Pillado, Bocelo..." En ese momento de la conversación le interrumpe Couceiro para apostillar: "Te faltan dos, Álvaro...Te olvidas de dos" y Paradela le replica "¿crees tú que es lícito pecar de inmodestos?". Lo remediaremos así, yo te cito a ti...Y yo, Marius, a ti". Paradela termina "nos miramos...y nos dio simultáneamente tanta risa, tantísima risa, que semejábamos estar leyendo el "Quijote" por primera vez".

De la amistad y complicidad que caracterizaba la relación de ambos, con motivo de la presentación del libro "Diálogos con Álvaro Paradela. Ensaio, poesía e xornalismo", de mi autoría, editado por el Club de Prensa de Ferrol con la colaboración del Concello de Narón, acto al que invité, como no podía ser de otra manera, a Mario Couceiro, este me escribió una carta que decía:
"Amigo Man: He leído tu "Diálogos con Álvaro Paradela" de cabo a rabo. Luego de la lectura me sentí otra vez joven. Todo el mundo paradeliano de los años 70 volvió a mi repentinamente. Has hecho un trabajo hermoso y fiel de aquel tierno, inteligente escritor todo terreno, ágil ensayista, poeta, casi genial prosista. Tu libro ha resucitado a uno de los gallegos más altos que han dado el país, cuya estatura quedó semiolvidada oficialmente. Humanamente, su estatura pasaba de la raya normal. Era un hombre bueno y honrado a carta cabal. Quizá haya sido el mejor amigo que tuve nunca".


lunes, 11 de julio de 2016

En el 135 aniversario de una Escuela de Artes y Oficios, primera en Galicia, segunda de España

Foto del libro "Historia de la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol (1881-1930), del que son autores
Esperanza Piñeiro de San Miguel y Andrés Gómez, y en la que se ve a un grupo de alumnas del curso 1886-87
Contra el lagrimeo, el hipercriticismo, el quejido permanente que, no sin alguna razón, se nos atribuye a los ferrolanos y ferrolanas, conviene, si uno quiere como método de terapia, recrearse en aquellos hechos y figuras que dan o dieron relieve a nuestra tradición y acervo cultural. Hoy me fijaré en una iniciativa decimonónica que cosechó inmejorables resultados, la Escuela de Artes y Oficios, escuela libre fundada el 9 de diciembre de 1881 -estamos en el año del 135 aniversario- que luego se convirtió en la Escuela Elemental del Trabajo y más tarde en centro de FP. Fue la primera de Galicia de estas características y la segunda de España, después de la de Bilbao, de cuyo reglamento bebieron los impulsores del proyecto ferrolano.

Nació con un claro objetivo social, el de "proporcionar a los obreros, pobres, asilados, cabos, soldados y marineros de los institutos armados, instrucción gratuita en todas aquellas materias aplicables a los distintos oficios y artes que pudieran ser de utilidad para el trabajo inteligente en esta Factoría Naval y en los distintos talleres de la población", como reza una reseña publicada en Vida Gallega en la primera decena del pasado siglo XX.

El Correo Gallego de la época informa de que el 9 de diciembre de 1881 se reunió por primera vez la Junta de Administración bajo la presidencia de Linares Rivas, diputado provincial por Ferrol, y se nombraron las primeras comisiones. Por cierto, la de Enseñanza estaba presidida por el célebre historiador local José Montero Aróstegui.

Esperanza Piñeiro de San Miguel y Andrés Gómez Blanco, en el libro "Historia de la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol (1881-1930)" salido a la luz en diciembre de 1994, dan cuenta de los pilares financieros de la Escuela: "Anualmente, la Diputación concede 10.000 pesetas y el Ayuntamiento, 4.000 encargándose también de proporcionar el edificio". Andando el tiempo también contribuyó la Marina de Guerra.


(Del libro citado en la primera foto)
En principio, las enseñanzas, que eran gratuitas, solo se cobraba a las clases acomodadas, se limitaban a los varones, pero más tarde, 1885, se ampliaron a las mujeres obreras y pobres. El plan para varones  contemplaba enseñanzas gráficas, plásticas y teórico-prácticas. Para mujeres, enseñanzas gráficas, labores (bordados, corte y confección, encajes) y teórico-prácticas.

Pasaron por la Escuela de Artes y oficios personalidades tales como el arquitecto Ucha Piñeiro, el escritor Gonzalo Torrente Ballester, militares como los hermanos Franco Baamonde, pintores como Segura Torrella, González Collado, Imeldo Corral, Bello Piñeiro y entre las mujeres destacan Angeles Alvariño Saavedra, Pilar Franco, Mercedes Rubia Barcia y Fina Pena Casal, ceramista, casada con González Collado.

Entre los profesores, Ucha Piñeiro, arquitecto, Ramón de Arana y Andrés López Otero, (matemáticas) Santiago de la iglesia (Física y Química) y Vicente Díaz (dibujo).


La obra de Esperanza Piñeiro y Andrés Gómez publica estadística y anota que en total pasaron por la Escuela 7.367 hombres y 5.142 mujeres.

martes, 14 de junio de 2016

La rebelión de las mujeres ferrolanas en 1918 contra la carestía de la vida: siete muertos y diversos heridos

Los titulares del El Correo Gallego de la época
En el contexto de una crisis generalizada influida por los efectos de la primera Guerra Mundial, crisis que motivó estallidos sociales durante los siglos XIX y XX, Ferrol  y zonas urbanas periféricas vivieron una rebelión conducida por las mujeres campesinas entre los días 11 al 16 de marzo de 1918 en cuyo transcurso murieron siete personas y se registraron numerosos heridos. Es lo que se ha dado en llamar "conflicto de subsistencias". No es inédito este episodio, pero quedó ahogado en las hemerotecas.  Creo que está pendiente de reconocerse de manera manifiesta en el haber de las mujeres ferrolanas esta lucha, que costó vidas y que no tenía otro objetivo que rebelarse contra la carestía de la vida, de manera especial en los artículos de primera necesidad para tratar de evitar un período de hambruna.

La falta de trigo y harina en Neda y Narón fue el detonante. A las campesinas de Jubia y Neda se unen todas las de las parroquias de San Martín de Jubia, Caranza, San Juan de Filgueira y parte de Serantes y Ferrol. Un lunes 11 de marzo de 1918, comisiones de afectadas se apostaron por la Carretera de Castilla, Caranza, Malata y Cobas (hoy Covas) llegando hasta las puertas de acceso a la población impidiendo la entrada de todas aquellas mujeres del rural que portaban algún tipo de mercancía para el mercado en el que se notó la escasez de legumbres, leche y otros artículos. Un autobús de la empresa "Oriente" fue apedreado al negarse a parar. Las campesinas movilizadas a la altura de Freixeiro, querían saber si llevaba mercancía. Un coche que venía de Valdoviño con 340 litros leche para establecimientos y Hospital de Marina fue detenido , rompiéndosele los cristales y los huevos que iban dentro. El coche tuvo que volverse y la leche fue vendida a precio de coste en Narón y Jubia. Una lancha que llegaba al muelle con cajas de sardinas, tampoco pudo descargar y la embarcación regresó al puerto de procedencia.

Gravísimos incidentes: dos muertos

El comercio comenzó a cerrar sus puertas y en algún momento llegó a haber saqueo y se apedrearon establecimientos, uniéndose los hombres a la movilización de las mujeres lo que motivó que los agentes de vigilancia y seguridad hicieran disparos, resultando herido grave un niño de 12 años, que falleció al día siguiente, y un obrero de Monturas del Arsenal, que murió en el acto.  A la vista del cariz que tomaban los acontecimientos fueron acuarteladas las tropas y por la noche salieron dos compañías de Zamora que se situaron en la plaza de Amboage y otras dos de artillería en la plaza de Armas. Además, en el Cantón, 3 piquetes de Infantería. La presencia del Ejército restableció inmediatamente el orden.

Al día siguiente, 12 de marzo, continuó la agitación. Los comercios cerraron. En las afueras, numerosos grupos de mujeres cortaron la entrada de artículos de consumo en la ciudad. A las 8 de la mañana entró un carro con 1.150 litros de leche procedente de Curtis que el día anterior quedara depositada en la estación del ff.cc. El carro venía custodiado por 10 artilleros a las órdenes de un oficial. Por la tarde, los obreros del astillero y Arsenal llevaron al cementerio una corona y dos pensamientos para colocar sobre la tumba del compañero, aunque no pudieron cumplir su propósito porque no se verificara el entierro al estar pendiente la autopsia.

En Fene, un grupo de mujeres formó un tumulto, dirigiéndose a la casa del alcalde que se hallaba enfermo. Apedrearon la vivienda e hicieron que el alcalde se levantase al que pidieron que se rebajase el precio de los artículos de consumo. Los trenes tenían que ser controlados por soldados. Durante todo el día hubo numerosos grupos de mujeres "en actitud levantísca" en la Puerta Nueva e inmediaciones. Estas rechazaban a cuantos hombres pretendían unirse. Ante los tumultos acudieron fuerzas de Infantería y Artillería. También llegaron a Ferrol refuerzos de la Guardia Civil.

Asalto a trenes y amenaza de los panaderos

El día 13 se mantiene la movilización de las campesinas. A las 10 horas se practicaron en el cementerio las autopsias a los cadáveres del niño, Juan José Torres y del obrero, Valentín Dapena Pereira, que luego recibieron sepultura. La presión motivó que se rebajara el precio del pan, agotándose las existencias. No obstante, los panaderos amenazaron con el cierre de sus tahonas y causar baja en la contribución aduciendo que no podían elaborar el pan al precio que se pedía. Aunque abrieron bastantes comercios, poco a poco fueron cerrando a lo largo de la mañana. Un día más no entra en la ciudad artículo de consumo alguno y el Mercado cerró sus puertas debido a la presión de las mujeres. Las instalaciones quedaron custodiadas por el Ejército. Tampoco en el matadero se sacrificaron reses. En el puente de Freixeiro se apostaron mujeres "armadas con mocos", las barberías fueron obligadas a cerrar. En Maniños fueron asaltados trenes y se produjeron destrozos en la estación del ff.cc. Las mujeres se pusieron delante de las máquinas y abrieron los vagones apoderándose de 22 sacos de harina, de una partida de cien que venían destinados al Sr. López Suevos. Los sacos sustraídos fueron valorados entre 1.250 y 1.500 pesetas.

Los trenes comenzaron a circular con agentes de la Guardia Civil a bordo y parejas montadas patrullaban la ciudad. A las dos de la tarde de ese día 13 se llevó a cabo una imponente manifestación de duelo en el cementerio protagonizada por los obreros que acudían a visitar las tumbas de los dos fallecidos. En esa concentración hablaron los compañeros José López Bouza y Antonio F. Vieites, que protestaron contra la represión que había ocasionado la muerte de dos personas. Por la tarde, el personal del astillero y Arsenal hizo un paro. Varias entidades pidieron al Gobierno que la autoridad militar de la plaza se encargase del mando en vista del giro que tomaban los sucesos. A las 4:30 de la tarde una gran muchedumbre desfiló hasta la Casa Consistorial, ocupando el Cantón, Paseo de Molíns y calles adyacentes. Subieron a hablar con el alcalde y concejales tres mujeres y tres hombres que pidieron al regidor que llevara cabo gestiones para el abaratamiento de los artículos de primera necesidad.

En reuniones con comerciantes se acordaron unos precios de emergencia a la baja. También reclamaron la rebaja de los tejidos y que el precio del calzado fuera igual al que regía antes de la Guerra. Igualmente exigieron a la Cámara Oficial de la Propiedad la rebaja del precio de los alquileres.


Tumultos en la Feria del 13 de Sedes: cinco muertos.

Sin salir del día hay que reseñar los luctuosos sucesos ocurridos en la Feria del 13 en Sedes, en los que resultaron muertas cinco personas. Se celebraba con gran concurrencia la Feria de ganados, bajo la vigilancia de agentes de la Guardia Civil. "De repente", señala la crónica de El Correo Gallego, hombres y mujeres comenzaron a apedrear la casa del alcalde, Juan Fernández, situada en el campo de la feria, produciendo graves destrozos. Seguidamente hicieron lo propio con la casa del industrial Manuel Fortúnez y cuando se disponían a incendiar la vivienda del alcalde entró en acción la Guardia Civil, revolviéndose contra los agentes los "amotinados" a pedradas y -dice el periódico ferrolano- a tiros. El caso es que cinco paisanos recibieron heridas tan graves que no pudieron salvar sus vidas y fallecieron en días sucesivos. El periódico ferrolano solo da las identidades de dos de ellos, Francisco Delgado Villarnovo (Valdoviño) y Manuel Romero Romero (Sedes-Narón)

El día 14 no varían las circunstancias. Cierre de comercios, asalto a trenes en Maniños con sustracción de bidones de leche. Un barco que llegó a puerto también fue asaltado. Traía aceite y harina. El pescado se vende a bajo precio en el Mercado. En Jubia se resuelve el conflicto con rebajas decretadas por el sector del comercio.
El día 15 es el primero en el que no se producen incidentes enojosos y El Correo Gallego lanza una especie de editorial en el que, entre otras reflexiones, dice "Es ciertamente angustiosa la situación que atraviesan las clases poco pudientes, tanto de la clase obrera como de la media -acaso la más castigada- y no son injustos los clamores de los que piden abaratar las subsistencias". Este día no hubo movilizaciones y el comercio abrió sus puertas, aunque en Maniños continuaron los asaltos a trenes.
El día 16 se llevan a cabo unos funerales en Sedes por las cinco víctimas de los sucesos ocurridos en el campo de la feria.
El día 17, ante los acuerdos de abaratamiento de artículos de primera necesidad que se fueron alcanzando, se restablece la normalidad poco a poco y al día siguiente se retiran los retenes del Ejército.



viernes, 20 de mayo de 2016

Joseph Cornide descubrió en 1790 el yacimiento del carbón de As Pontes de García Rodríguez


Las investigaciones del yacimiento del lignito de As Pontes, hoy convertido en el mayor lago artificial de España, se llevaron a cabo en los años 40, pero mucho antes, un siglo y  medio atrás, un experto llamado Joseph Cornide, realizó un estudio de la zona en donde localizó dos tipos de carbón que él definió como carbón de piedra y carbón de tierra. El trabajo se titulaba "Memoria sobre el descubrimiento de una mina de carbón de piedra en las Puentes de García Rodríguez, presentada a la Sociedad Compostelana por su socio Don Joseph Cornide y premiada por dicho Real Cuerpo". La publicación llevaba esta cabecera (puede verse en la BNE) "Espíritu de los mejores diarios literarios que se publican en Europa. Lunes, 26 de junio de 1790".
            El informe elaborado por Cornide es muy exhaustivo y el que suscribe se quedó con aquellos pasajes que creyó más importantes e incluso anecdóticos. Por ejemplo cuando especula con los orígenes de la veta descubierta dice que es difícil de averiguar y recurre a testimonios de los lugareños para, a continuación, con su saber y experiencia desarrollar posibles hipótesis. Señala que la tradición entre las gentes del país "es que una vez que se comunicó el fuego a este terreno ardió por mucho tiempo y esto conduce a creer que en su origen hubo un inmenso bosque que trastornado por algún terremoto, fue abismado e incendiado por los fuegos subterráneos y que impregnado por las materias sulfúreas se redujo a una pasta uniforme tal cual hoy aparece a primera vista y en la cual se hallan algunas señales de su primera naturaleza".
            El investigador dice que el carbón de piedra es duro, craso, compacto y de color negruzco, lucido y azulado y cuya textura forma como unas escamas. Se enciende con dificultad siendo preciso humedecerlo y después de encendido da una luz clara y brillante y despide un humo espeso siendo el más apreciable para ciertos usos. El carbón de tierra -siempre según su descripción- es más blando, se deshace entre los dedos y puesto al aire se enciende fácilmente, pero su llama no es tan viva ni dura tanto.
            La diferencia estriba en que el primero se compone de una pizarra degradada de mucho betún y de algún azufre y que las partes integrantes del carbón de tierra o bien son unas tierras arcillosas, podridas y quemadas por la acción de los fuegos subterráneos o varios vegetales más o menos robustos que habiendo sufrido iguales impactos fueron mineralizados con menos cantidad de betún. y más abundancia de azufre. Su calidad no es tan ventajosa como la primera, pero no de menos uso en la economía. Su característica es deshacerse en pedazos de figura cúbica o como dados imitando algunas veces la fibra de madera.
            El tal Joseph Cornide se inclina por el carbón de tierra en la creencia de que cuanto más profundo será de mejor calidad "pues debe haber retenido de mejor manera las partes bituminosas y sulfúreas". Agrega que se puede hacer uso de él para fundiciones, fraguas, fábricas de cal, de loza, vidrio, etc  "y cuando menos, para guisar", matiza. Para las operaciones metalúrgicas es preciso despojarlo de las partes azufrosas. Recalca que puede ser muy ventajoso para las manufacturas del Real Departamento de Ferrol "que antes lo sacaba de Inglaterra y aún hoy lo trae de Asturias".

            El estudioso, al hacer balance de las razones que lo llevaron a la zona de As Pontes, reconoce que ya había oído hablar de que "cerca de la veta de fierro de las Puentes se hallaba otra de materia parecida al carbón, motivo por el cual me dirigí hacia allí".

lunes, 9 de mayo de 2016

Ferrol fue la primera ciudad de Galicia en la que se celebró una corrida de toros "en plaza formal" (1803)

Un aspecto de uno de los festejos taurinos celebrados en Ferrol. (La foto no lleva fecha)
Según el historiador José Montero Aróstegui, la primera ciudad de Galicia en la que se llevó a cabo una corrida de toros "en plaza formal" fue Ferrol. Fue una idea del hermano mayor del Hospital de Caridad Dionisio Sánchez Aguilera que pensó en explotar este espectáculo en favor de aquel asilo de Caridad. Sánchez Aguilera creyó que había que aprovechar el trasiego de personal de tropa y buques que en esa época se registraba en la urbe ferrolana y logró el permiso que figura en una Carta Orden del Supremo Consejo de 19 de julio de 1803.
            Con tal motivo se levantó una plaza de bastante capacidad en el llamado campo de "Baterías" en el que, en el mismo año de 1803, se llevaron a cabo varias corridas "por la cuadrilla que los empresarios hicieron venir de Castilla". Acredita Aróstegui que de todos los pueblos de Galicia concurrieron gentes para gozar de una función "que por primera vez se presentaba en aquel antiguo Reino, pues aunque en La Coruña se habían corrido tres toros en el año de 1556, para solemnizar la proclamación del Rey Felipe II y después en 1860, con motivo de la paz ajustada con Francia y del casamiento de Carlos II con María de Orleáns, no se levantara plaza formal porque entonces era común en los pueblos correr por las calles novillos y toros que llamaba de cuerda, hasta que por Real Cédula de 30 de agosto de 1790 se prohibió esta costumbre por las muertes y daños que causaba".
            Puede, pues, asegurarse, insiste Montero Aróstegui que Ferrol fue el primer pueblo de Galicia donde con "plaza formal" y con cuadrillas ordenadas se dieron corridas de toros, "aunque más adelante se celebraron también espectáculos semejantes en Santiago, los años 1818 y 1852 y en La Coruña, los de 1850 y 1851". Las vicisitudes históricas por las que atravesó Ferrol no permitieron continuar llegando a destruirse la plaza provisional de "Baterías".
           
Cartel
Las corridas de toros se recuperarían en los años treinta del siglo pasado. En un artículo firmado por "Uno del uno", titulado "Ferrol taurino" y publicado en la revista de fiestas de 1927 se reivindicaba esta tradición. Escribe el articulista "En Ferrol hay dinero, hay aficionados a los toros (dígalo si no la peña ferrolana del tendido 1, ya famosa en la plaza de La Coruña) y ahora que es base naval...que tenga también una plaza de toros a la que un día acudirán los bañistas y acaso también los que hoy nos llaman salvajes que de sabios es cambiar la opinión".
            Rastreando el diario ferrolano El Correo Gallego encuentro que en el programa de fiestas del año 1934 ya se llama la atención de los aficionados con una exposición en la plaza de Armas del "Museo de arte taurino" en el que se recopilaban los hechos más salientes de la vida del gran torero y ya en 1935 se inaugura una plaza provisional en la "Puerta Nueva" en la que se celebra una becerrada el 18 de agosto y gran novillada mixta en la tarde del 25 de agosto, con los "Niños toreros sevillanos", de 14 años, descendientes de respectivas sagas de lidiadores. Por cierto que de la becerrada del primer día el cronista de El Correo Gallego señala "4.000 personas. Bien los becerros, pero los torerillos ¡Ay mi madre! salieron a la plaza con una canguelitis...no obstante, la gente salió complacida viendo como se ponían banderillas al ruedo, otras a las nubes y algunas, por casualidad, a los becerros".
            Recuerda el Cronista Oficial de la Ciudad, Ricardo Nores Castro (1907-1979), en un artículo publicado en Ferrol Diario el 11 de junio de 1970, que a finales del siglo XIX había un periodista taurino que firmaba "Coleta", que en su relato incluía poéticas alusiones:

                                               ¡Válgame Dios! cuanto rumbo
                                               y cuanta gentil morena,
                                               y cuanta mantilla blanca
                                               y cuanta mantilla negra.
                                               Allí no faltaba nadie
                                               de las provincias de Neda,
                                               de los imperios del Seijo
                                               y parte de La Coruña misma.
                                               Quiero decir que a la plaza
                                               fuimos a correr la juerga
                                               desde la princesa altiva
                                               a la que en ruin barca pescaba,
                                               porque en el circo, taurino
                                               no hay clases ni diferencias
                                               pues a las mozas se aplaude
                                               y al alcalde se jalea.
            Las fiestas taurinas se celebraron hasta las vísperas del comienzo de la Guerra Civil en el año 1936. A partir de ahí no se tienen noticias de que los ferrolanos volviesen a instalar el coso provisional.
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lunes, 2 de mayo de 2016

Se cumplen 80 años de un peculiar homenaje rendido a Antón Vilar Ponte en el "Monte Laurel" (Prioriño)

Se cumplen 80 años (3 de mayo de 1936) del homenaje popular que se rindió al político galleguista, promotor de las Irmandades da Fala, periodista, Antón Vilar Ponte (Viveiro, 1881-A Coruña, 1936). Me llamó la atención, cuando leí las reseñas en prensa, el escenario elegido y peculiaridades del acontecimiento.
           
Aspecto de la concurrencia al homenaje
El homenaje fue organizado por el "Grupo alpinista Abrente", de Ferrol, tal vez por eso fue elegido el "Monte Laurel" -la primera vez que oigo este nombre- situado cerca de la ría ferrolana, mirando hacia la ciudad coruñesa. Allí, junto a una gran roca se colocó un retrato, obra del artista gallego Vicente Díaz y González "y se extendieron flores  de los jardines coruñeses y ferrolanos".
            Ante los numerosos excursionistas de Ferrol, Coruña y otros puntos de Galicia se dio lectura a unas cuantas adhesiones que firmaban:  Ramón Villar Ponte, Jaime Quintanilla Martínez, Ramón Otero Pedrayo, Arturo Noguerol, Francisco Yáñez Lorenzo, Cipriano Alonso, Vicente Díaz y González, José Pérez Parallé, Alfonso Rocha, Felipe Bello Piñeiro y Jesús Noya Iglesias. No faltó, como es lógico, el testimonio de "Abrente". También fue leído un telegrama del escritor Ricardo Torres Quiroga. El homenaje terminó entonándose el himno gallego.
            El traslado de los asistentes, con ida y vuelta, se hizo en el vapor "Concepción Arenal" que llevó a los excursionistas al Castillo de San Felipe. Narra la crónica hasta el último detalle, por ejemplo cita al piloto de la embarcación "Quelo" del que dice "tan popular por su bondad en el pintoresco barrio de La Graña, en donde debe comenzar la ruta del cercano y maravilloso Monte de los Poetas, que pronto figurará en las guías de turismo". El que suscribe tampoco ha oído hablar del tal "Monte de los Poetas" que, según el relato, estaba muy cerca del citado Monte Laurel, junto al cabo Prioriño "y delante de la ciudad coruñesa".

            De la entidad "Abrente" organizadora del homenaje, el cronista señala  que "estaba presidida por la bella señorita Paquita Blanco y es completamente ajena a toda tendencia política. Se trata simplemente -añade- de una agrupación sin estatutos de ninguna clase, que viene realizando interesantes excursiones por toda Galicia y que de vez en cuando lleva a cabo algunos actos culturales semejantes al realizado en el "Monte Laurel".

jueves, 21 de abril de 2016

En el centenario del nacimiento del exalcalde, militar, escritor y periodista José María López Ramón

José María López Ramón, a la izquierda, y a la derecha el que fuera fundador de la delegación
de La Voz de Galicia en Ferrol, Francisco Valle Romero.
El pasado día 19 se cumplió el centenario del nacimiento de un ilustre hijo adoptivo de esta ciudad, José Mª López Ramón, nacido en Santiago de Compostela en abril de 1916. Se trata de un militar ilustrado, escritor, columnista, delegado en su tiempo de El Correo Gallego (1949-1959), casi al mismo tiempo nombrado director de la emisora de radio La Voz de Ferrol, papel que desempeñó hasta 1963, además de haber ejercido también como consejero delegado de Ferrol Diario, periódico que "apagó" su rotativa en junio de 1981, tras doce años saliendo a la calle. Estudió Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Santiago y se retiró como coronel de su carrera militar como artillero.
            López Ramón fue también alcalde de Ferrol desde 1959 a 1963 y durante esta etapa se iniciaron las obras del Puente de As Pías y del renovado abastecimiento de agua. En su mandato se inauguró el tramo Mera-Ferrol del ferrocarril de vía estrecha (FEVE) y se fundó la Mancomunidad de Municipios de la ría de Ferrol. En 1963 fue nombrado Gobernador Civil de Ourense, cargó que ocupó hasta 1970. Maribel Outeiriño escribió en La Región, periódico de aquella ciudad, lo que sigue: "Teniente coronel, Alcalde de Ferrol, ex-combatiente voluntario en la Guerra, Procurador en Cortes, a pesar de todo López Ramón resultó ser un gobernador lo más parecido a un demócrata que se podía encontrar en aquellos años (década de los sesenta). Posiblemente, su experiencia como director de la emisora La Voz de Ferrol, le facilitó ser un Gobernador dialogante, próximo al ciudadano y conciliador, que puso de manifiesto su actitud durante el conflicto del embalse de Castrelo do Miño", concluye M. Outeiriño.
            En Ourense apoyó el establecimiento de cooperativas y el polígono industrial de San Ciprián. Fue un hombre preocupado siempre por los problemas de la emigración.
           
He conocido personalmente a José María López Ramón, hombre de exquisita formación y trato afabilísimo. Durante un tiempo fue columnista de Diario de Ferrol, entonces dirigido por un servidor. Si la periodista Maribel Outeiriño escribió que en su etapa como Gobernador Civil de Ourense "era lo más parecido a un demócrata", ya instalados en las libertades, nadie podía dudar de sus principios como tal.
            De fina y documentada pluma, poco antes de fallecer dejó escrito "Memorias periodísticas del Ferrol de los cincuenta". Su prologuista, el periodista y escritor Ramón Loureiro, subraya en el libro la relación que mantuvo con destacadas personalidades de las Letras Gallegas, tales como Torrente Ballester, Fernández Flórez, Cunqueiro, entre otros.
            En los últimos años de su vida estuvo muy identificado con el Club de Prensa de Ferrol, que lo nombró decano, papel en el que, a su muerte, lo relevó el dibujante, caricaturista, pintor y escritor, Siro López, hoy presidente también de la mencionada entidad de periodistas ferrolanos.
            Memoria y reconocimiento para José Mª López Ramón cuando se cumple el centenario de su nacimiento.