sábado, 28 de febrero de 2015

José L. Prado Nogueira: ¿tal vez el abandono de la literatura le ha pasado la factura del olvido? (y II)


Será que el abandono de la literatura en un momento determinado le pasó la triste factura del olvido al poeta y marino ferrolano José Luís Prado Nogueira? El 25 aniversario de su fallecimiento me sirvió de disculpa para sumergirme un poco en las informaciones y valoraciones que la prensa de los 50 y 60 hacía de sus obras. Leo en una entrevista publicada en ABC, ocho años antes de fallecer, como todo un premio nacional de literatura desiste ante el periodista de volver a la creación, considerándolo como un ciclo cerrado de su vida. "La poesía es un destello y a mi se me apagó", manifestaba. Es como si de repente le entraran todos los pudores cuando dice "creo que el poeta tiene que ser un profesional y yo soy un diletante". Y añade "Ahora veo todo aquel revuelo que se organizó en torno a mi vida como unos chispazos, que saltaron en un momento determinado y nada más".
            José Luís Prado Nogueira confiesa que se metió en esto de la poesía por mimetismo. "En realidad mi hermano Carlos me empujó y yo que le tenía una gran admiración, quería alcanzar su altura intelectual...en realidad hacía todo esto para que mi hermano no me despreciara por analfabeto". Admite las influencias de García Nieto y se identifica con la poesía religiosa. En su diálogo con el periodista, cuya firma no aparece en la página que le dedica el ABC, va desgranando reflexiones sobre alguna de sus obras y en un momento determinado, el entrevistador le señala "Desde la primera respuesta no hace más que restar importancia a su obra, sin embargo en poco más de diez años cargó sus alforjas con un puñado de premios importantes" a lo que Prado Nogueira responde "no soy modesto sino realista. Todo aquello pasó".
A su muerte, en un obituario, Florencio Ruiz Martínez subraya :"Liberado de los grilletes de las antologías, pero inscrito en el catálogo de este mundo en el que vivió nada menos que 71 años como testigo de excepción, José Luís Prado Nogueira ha pasado a mejor vida. Y una obra entera y total que no por poco voluminosa era menos importante, le ha justificado como uno de los grandes líricos de una generación -con Hierro, Otero, García Nieto, Morales- que con su muerte han perdido el alma".
            José Luís habla de su hermano Carlos que le indujo a la lectura de la poesía y que también tenía un especial talento para el citado género literario, aunque, como queda probado, José Luís fue el que triunfó. 

jueves, 26 de febrero de 2015

Un gran olvidado poeta ferrolano, José Luís Prado Nogueira: en el 25 aniversario de su fallecimiento

En el Café Gijón, el segundo por la derecha (foto publicada en "galiciaartabradigital"
José Luís Prado Nogueira
Estos días manejando información sobre los juegos florales, episodio que precede en mi blog, he recuperado para la memoria a una figura que no me es ajena, pero que considero que para la memoria colectiva está sometida al tupido velo del olvido. Me refiero a José Luís Prado Nogueira, que, como veíamos en "Ferrol y los juegos florales" era habitual que en los certámenes locales de los años cincuenta/sesenta fuese distinguido, aunque en realidad era un autor de gran talla, muy laureado fuera de su tierra. El pasado día 15 se cumplieron 25 años de su fallecimiento. Había nacido en Ferrol el 29 de enero de 1919. En su vida profesional alcanzó el grado de coronel de Intendencia de Marina. Su primer libro "Testigo de excepción" se publicó en 1953, al que siguieron "Oratorio del Guadarrama" (1956), "Respuesta a Carmen" (1958), Miserere en la tumba de R.N." (1960), por el que consiguió el Premio Nacional de Poesía, "Sonetos de una media muerte" (1963), "La carta" (1966) y "La rana" (1966).
            Su biógrafo en la Gran Enciclopedia Gallega, el crítico, poeta, escritor y periodista, Vicente Araguas escribió: http://ruc.udc.es/bitstream/2183/9043/1/CC115art6.pdf "pocos poetas tan enemigos de sí mismo como lo fuera José Luis, en parte por sus ya señalados descensos a los pozos melancólicos, pero también porque Prado –inteligente y dueño de una notable capacidad de desdén, siempre desde la altura intelectual, y moral, en la que se hallaba– siempre fue consciente del terrible ninguneo a que estaban sometiendo su poesía aquellos que aspiraban a trillar campos nuevos. En los que no se apreciaba la presencia de un hombre que todo lo había conseguido, poéticamente hablando, en los años cincuenta y sesenta. Y hablo de premios como el Ciudad de Barcelona, Nacional de Literatura o Leopoldo Panero. Esto sin contar con la explosión crítica –favorable, ya se entiende– provocada por la aparición de "Miserere en la tumba de R.N". Un libro que hizo subir el diapasón encomiástico a críticos de la talla de Melchor Fernández Almagro, Guillermo Díaz Plaja o Gerardo Diego. Melchor, el clásico Melchorito de Federico García Lorca, llegó a comparar a José Luis con Valdés Leal y Quevedo, Bécquer y Rilke, en su capacidad elegíaca".
            Manuel Ríos Ruiz, en http://www.diariodejerez.es/article/opinion/839986/evocacion/poeta/j/l/prado/nogueira.html señala: "A José Luis Prado Nogueira le conocimos y departimos con él largas conversaciones en la Cacharrería del Ateneo de Madrid. Y la lectura de sus libros nos puso de relieve que era uno de los más importante poetas de la generación de posguerra". Este mismo crítico enhttp://www.galiciaartabradigital.com/archivos/43133 recuerda la referencia que del poeta ferrolano hizo Francisco Umbral en su libro “La noche que llegué al Café Gijón” (Destino, 1977): “Había decidido abandonar los halagos de la forma para hacer una poesía humana, ética, llena de contenidos morales, y muy sencilla de forma, en apariencia. José Luis era un marino alto, triste, lento, con la cara llena siempre de un enfado infantil, y un bigote militar bien llevado, que se le ladeaba un poco”.
            Otro crítico, Manuel Rico, en http://manuelrico.blogspot.com.es/2010/07/de-entre-los-poetas-semiocultos-surge.html dice: "Otros poetas, hoy semiocultos, tuvieron sus días de esplendor e inexplicablemente, quizá debido a la pasión por la desmemoria de cada nueva oleada de poetas/críticos/profesores, tendente a afirmar las nuevas corrientes enterrando a los predecesores, haya sido decisiva en ese injusto enterramiento. Ese es el caso del ferrolano, nacido en 1919, José Luis Prado Nogueira. Si bien he dedicado muchas horas a leer a algunos poetas semiocultos (Juan José Cuadros, Julio Garcés, Gabino Alejandro CarriedoJosé Luis Hidalgo, Justo Alejo...), he de reconocer que en la poesía de José Luis Prado Nogueira he encontrado siempre pasadizos a emociones muy personales, muy hondas".
En Blanco y Negro de 23-09-1961, página 83, sección "Reyes de almanaque", Pedro de Lorenzo escribe: "La línea creadora y la línea triunfante que rara vez progresan paralelas, vienen sosteniendo como las dos alas del cuerpo indivisible de la poesía, la obra de José Luís Prado Nogueira. Avanza su depuración al compás de la sucesión de premios que la han popularizado y reconocido".

Quede esta modesta aportación periodística en línea con la reivindicación que todos los críticos especializados hacen de la obra de José Luís Prado Nogueira.

martes, 24 de febrero de 2015

Ferrol y los juegos florales


A la izquierda, el alcalde José Manuel Alcántara Rocafort da el brazo a la reina de los juegos florales  de 1951
 y a la derecha, la corte de damas representantes de las provincias gallegas


Un primer plano de la reina y algunas de las damas de honor
En la visualización de documentos de NO-DO me encontré con una pieza rodada en Ferrol, pero que carece de audio. Sé no obstante que se trata de unos juegos florales y por la fecha recurrí a otras fuentes, véase la hemeroteca digital de ABC. Allí compruebo que, curiosamente, esos juegos florales estaban organizados por la Asociación de la Prensa de Ferrol en honor de la Marina española. La reina era María del Carmen Moreno Aznar, hija del ministro de Marina, almirante Moreno, y estaba rodeada por las representantes de las provincias gallegas. Actuó de mantenedor el director general de Radiodifusión, el ferrolano Jesús Suevos. El ancla de oro fue a parar a Manuel Cuña Novas, por su poema a la Marina Española, y los demás premios fueron adjudicados a José Luís Prado Nogueira, Celso Collazo, Ricardo León Garrido, Victoriano Fernández Asís, Sabino Torres y Luís Azcárraga.
            Entre los asistentes se hallaban el ministro de Marina, almirante Salvador Moreno Fernández, el Consejero del Reino, almirante Bastarreche, autoridades de la provincia y del departamento marítimo. El acontecimiento se selló con un baile de gala. Previamente, un par de meses atrás, se había cursado la convocatoria a toda España, anunciando tres premios de 3.000 pesetas para "Un canto a la Marina Española", otro de 2.000 pesetas para una "Oda a la Virgen del Carmen", y el tercero, también de 2.000 pesetas, para una "canción al mar de El Ferrol". Igualmente se convocaban seis premios en prosa, los dos primeros de 1.500 pesetas y los restantes de 1.000 pesetas.
            Los juegos florales tuvieron su época dorada en las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, si bien con anterioridad existen antecedentes como luego veremos. Incluso se celebraban a pares. Así por ejemplo me encuentro con una convocatoria en el año 1967, mes de julio, los primeros que convocaba el Casino Ferrolano en colaboración y con el patrocinio del Ayuntamiento de Ferrol y la delegación provincial de La Coruña del Ministerio de Información y Turismo. Estos se enmarcaban en las fiestas del verano y a los mismos podrían concurrir , con poemas de metro y rima libres, todos los escritores de habla española, con trabajos inéditos, escritos indistintamente en castellano o gallego sobre "Galicia y el mar".
            Se establecían dos primeros premios de Poesía con Flor Natural, dotados cada uno de ellos, con 10.000 pesetas, uno para la mejor poesía en lengua castellana y el otro para el mejor poema escrito en lengua gallega. El Jurado se reunió en la Real Academia Gallega y estuvo presidido por Sebastián Martínez Risco, presidente de la entidad, e integrado por Ignacio Martell Viniegra, José Luís Bugallal, Manuel Pérez de Arévalo, Manuel Masdías Sánchez, Andrés Villarmayor González y José L. Domínguez, figurando como adjunto el alcalde de Ferrol, Rogelio Cenalmor Ramos, el presidente del Casino, Antolín Sánchez Vieites y el delegado de Información y Turismo, Francisco Santín.  El primer premio fue para Manuel Álvarez Torreiro, el segundo, en lengua gallega, para Arcadio López Casanova y el premio al mejor artículo periodístico, titulado "Mar de Galicia", fue para el redactor delegado de El Correo Gallego, Mario Couceiro, compañero mío luego en Ferrol Diario.
            Pero en ese mismo año, en septiembre de 1967, se celebraron los Juegos Florales de la Feria del Mar. La reina fue Charo Fernández Núñez, hija del Capitán General del Departamento Marítimo. La flor natural fue para José Luís Prado Nogueira por su poesía "Invocación a la mar", premio que le fue entregado a la hermana del poeta galardonado, según la información de la agencia Cifra, recogida por el ABC.
            También en 1961 encuentro una reseña que destaca a la joven Concepción Antolín Vieites como reina de las fiestas ferrolanas y de los Juegos Florales organizados por la Feria de Muestras del Noroeste.  Y mucho antes, en 1915, en "Notas de actualidad" de Blanco y Negro, página 40, se inserta la fotografía de Emilia Calleja, "reina de los Juegos Florales de Ferrol", tal como reza el pie del documento gráfico.


sábado, 21 de febrero de 2015

Visitas a un amigo



Luís Mera con Emilia Patiño, esposa del pensador
 Carlos Gurméndez, ya fallecida.
Lo visito casi todos los días. Ayer (viernes), prácticamente toda la tarde con él y con otros amigos. Luís Mera se enfrenta al momento trascendental de su vida, con una naturalidad y entereza que "asustan". Ha luchado como un titán durante tres años largos con un cáncer de colon, pero últimamente su salud se ha quebrado gravemente. Es sabedor, y así lo transmite a sus amigos, de que la ciencia hizo ya todo lo posible por frenar o estancar su dolencia. Ha invitado a sus médicos a que le concretaran su plazo vital porque lo quería saber y porque tenía cosas que "despachar"...y los facultativos le han facilitado el "dato". Cuando con una increíble serenidad nos trasladaba a los presentes esta información, uno de los amigos le advirtió: "los médicos representan a la ciencia, pero no son profetas", tratando de quitar hierro a la sentencia de los galenos y rompiendo el silencio que por segundos heló el ambiente en la estancia. 
El caso es que el Club de Prensa de Ferrol y las actividades proyectadas, como el curso Gurméndez, han merecido un encuentro en una sala de estar del hospital en el que se halla internado. Porque él lo ha querido, claro. Y habrá alguno más, como nos anunció cuando nos despedíamos. Días atrás, lo encontré por la mañana practicando la "oración laica diaria" como algún agudo pensador definió la lectura de la prensa diaria. Ayer mismo, antes de que nos reuniera para hablar del curso Gurméndez, atendió al responsable del diseño y maquetación del futuro Cuaderno FerrolAnalisis, que versará sobre las "Meninas de Canido", para darle las últimas indicaciones antes de pasarlo a la imprenta.
Allí, en la planta de cuidados paliativos del Hospital Naval, actualmente concertado con el Sergas, Luís Mera Naveiras sigue dando lecciones llenas de vida, a pesar de que las fuerzas le flaquean. Allí, en la habitación 112, se habla de la muerte con la misma naturalidad que se habla de la vida.


jueves, 19 de febrero de 2015

La Gala del Deporte ferrolano nace en el año 1971, con el Banco de Bilbao y el rotativo Ferrol Diario

Recorte del desaparecido periódico Ferrol Diario

Reunión del jurado de una de las ediciones de los años 70
Se anuncia ya la gala del deporte ferrolano, que se celebrará el día 25 en el teatro Jofre con la solemnidad acostumbrada. No obstante, aunque va en la edición 23 como actividad institucionalizada, lo cierto es que esta ceremonia alcanza la 44 si tenemos en cuenta, que la fiesta empezó en el año 1971, patrocinada por el Banco de Bilbao y organizada por el rotativo local Ferrol Diario. Ya en marzo de 1970, el FD  pregonaba en grandes titulares el nacimiento del "Primer festival de exaltación del deporte ferrolano".
            El acuerdo se tomó en el curso de una reunión que tuvo lugar en el "Hotel Almirante" en la que participaron los informadores deportivos y el director de la mencionada entidad financiera, Manuel Longa Fabeiro. La fiesta consistiría en la entrega de la carabela de plata al mejor deportista del año y menciones especiales a los mejores en cada especialidad.
            El jurado estaría compuestos por los periodistas deportivos de los siguientes medios: La Voz de Galicia, El Ideal Gallego, El Correo Gallego, Faro Deportivo, Marca, As, Dicen, Hoja del Lunes coruñesa y Radio Popular, actuando como secretario el redactor deportivo de Ferrol Diario, Vicente Alfonso Castro (Vicentón).
             Entonces se tomó la decisión también de hacer reuniones todos los meses para ir puntuando a los posibles candidatos. Contaba la crónica del diario local que la idea había sido muy bien acogida. "No cabe duda que este primer festival de exaltación del deporte ferrolano es un gran estímulo para cuantos aquí practican el deporte".

            Se anunciaba asimismo que a la celebración acudiría, especialmente invitada, una figura de la crítica deportiva nacional, que pronunciará una conferencia. El que suscribe era entonces miembro de la plantilla de Ferrol Diario y critico deportivo de la Hoja del Lunes de A Coruña, que editaba la Asociación de la Prensa con sede en la vecina ciudad.  Me correspondió, pues, asistir a varias ediciones deliberando con queridos compañeros, algunos ya desaparecidos, tales el propio Vicentón, Luís Porta de la Encina, Paco Cobas y Juan Barro, entre otros. Aquellos festivales de exaltación del deporte ferrolano estaban siempre presididos por la primera autoridad militar, esto es, el Capitán General de la Zona Marítima del Cantábrico.

lunes, 16 de febrero de 2015

En el año del 170 aniversario de El Águila, primer periódico ferrolano que únicamente duró 20 días


Estamos en el año del 170 aniversario del nacimiento en Ferrol del primer periódico El Águila que establecía contacto con los lectores de manera decenal, los días 10, 20 y 30 de cada mes. Era un mini-periódico por su tamaño ya que medía 20 centímetros de largo por 15 de ancho. En la cabecera figuraba como "Revista marítima y literaria". Duró poco más de 20 días. Su director fundador fue Leandro de Saralegui Fernández, Intendente de la Armada, a quien prestaban colaboración José Evaristo Puzo, Juan A. Lacaci y Benito Vicetto, entre otros. Se tiraba en la imprenta de Nicasio Taxonera. El número 1 salió a la calle el 10-09-1845 y el último, el 30-10 del mismo año. Las razones del cierre fue la escasez de medios económicos, tal como recoge la "Historia da Prensa ferrolá", de la que es autor el escritor e historiador ferrolano, Guillermo Llorca Freire, obra que dio al que suscribe el honor de prologar. El tema fue abordado también por José Leyra Domínguez en "Ensayo en torno al periodismo ferrolano". Carlos Martínez Barbeito, que introdujo el trabajo de José Leyra, escribió "el culto pueblo ferrolano supo dotarse de los adecuados instrumentos para saciar su sed de noticias de actualidad".
            El profesor Guillermo Llorca llegó a catalogar 243 cabeceras entre 1845 y 1992. Yo señalaba en ese prólogo que un entorno social en el que florecieron tantas cabeceras periodísticas de signo diverso tiene que ser necesariamente una comarca de profundas raíces e inquietudes culturales. "O papel prensa vén ser o espello dunha colectividade animada, que non se detén, pese ós atrancos e adversidades", dejé subrayado en "Historia da prensa ferrolá".
            Y una anécdota. En otro pasaje de mi "limiar" escribí: "Seguiremos parindo panfletos, boletíns, revistas de arte, de ciencia, de pensamento...pero non recuperaremos plenamente as nosas señas de identidade ata que, de novo, teñamos un xornal diario na rúa, coa ilusión quizais coa utopía de que ese futuro periódico quedará rexistrado no próximo apéndice da "Historia da prensa ferrola". Resulta curioso porque yo en ese momento, año 1993, pertenecía a la plantilla de La Voz de Galicia e invocar la necesidad de un rotativo local no dejaba de ser un riesgo por cuanto podía suponer de competencia con la empresa en la que yo trabajaba. Pero no pasó nada. Seis años después, en el 1999, el que fuera mi director en La Voz de Galicia, ya abanderando el Ideal Gallego y Grupo La Capital me llamó y me dijo ¿"tú no eras el que reclamabas un periódico para Ferrol"? Yo le contesté diciendo que sí, que era eso cierto (lo acabamos de ver en el prólogo) y le maticé "pero me parece que a ti no te gustaba mucho mi reivindicación". Mi interlocutor me invitó a que empezáramos a hablar de lo que en junio de 1999 resultó presentarse en sociedad como Diario de Ferrol
Más, a lo que íbamos. El Águila, primero y efímero periódico tirado en Ferrol, abría el desfile de un montón de cabeceras que le sucederían. Cumpliría 170 años, si sobreviviera. El único periódico decimonónico que sobrevive es El Correo Gallego. Y que sea por muchos años.

viernes, 13 de febrero de 2015

Manuel Barbeito Herrera, un histórico periodista "amante ferviente de su ferroliño", dixit Nores Castro

La necrológica de Barbeito Herrera
publicada en el ABC el 28-12-1968
Manuel Barbeito Herrera (1855-1968) es un periodista ferrolano, "amante ferviente de su ferroliño", escribió Ricardo Nores Castro, Cronista Oficial de la Ciudad, allá por los años setenta en Ferrol Diario. Colaboró en el Diario Ferrolano, El Ideal Gallego, El Noroeste, entre otros, antes de marcharse a Madrid en el año 1922. Andando el tiempo retornaría a Galicia para dirigir entre 1946 y 1948 La Voz de Galicia y tras, este período, volvió a fijar su residencia en la capital de España. Hizo incursiones en la poesía, fue premiado en los juegos florales de Santiago de Compostela en 1918 y en los de A Coruña en los años 1919 y 1920. También escribió la novela "El retorno".
Cuenta Raimundo García Domínguez "Borobó" ("Atando cabos. Homenaxe a Francisco Pillado Rivadulla" que coordina Xosé R. Pousa) que Barbeito Herrera era amigo de Franco y siendo director de La Voz acompañó al dictador en una jornada de pesca y al retornar a puerto, preguntado por los redactores qué tal había sido la experiencia dijo que muy bien "aunque- matizó- cada atún le saldrá al Tesoro por un millón de pesetas". Por lo visto lo traicionó la confianza con el General. El caso es que le formaron un expediente y cesó en La Voz de Galicia.

Pues bien, volviendo al inicio de estas líneas y al ferrolanismo de Barbeito Herrera, Nores Castro recuerda que pronunció una conferencia en el Centro Gallego de Madrid el 21 de junio de 1958 que tituló "Apuntes para la biografía de una generación ferrolana en relevo" en la que dibujaba  con gran barroquismo literario el Ferrol de su niñez y adolescencia. El Cronista Oficial de la Ciudad la transcribió íntegramente en su sección "Ferrol de ayer" que mantenía en Ferrol Diario. Es un documento interesante, costumbrista, en el que señala que "la gente jugaba al tresillo y a la lotería casera durante la Cuaresma...bailaba polcas y mazurcas, valses y rigodones por Carnaval e iba a misa de doce a San Julián...Se alumbraban las casas con quinqués de petróleo...los caballeros solo se quitaban el sombrero para saludar y los guantes para dar la mano...rara vez se aventuraba una señora a entrar con su marido en un café para tomar un sorbete...y jamás salía sola una señorita sin que fuese su sirvienta pisándole los talones". 
Hace referencia a diversos episodios como el periplo de la Nautilus y recuerda como cuando no había instituto en Ferrol los jóvenes tenían que desplazarse ala vecina ciudad coruñesa "a bordo del "Hercules", el viejo vapor de ruedas con una hora de mar que la peña de la marola hace tan inclemente como la travesía de América, o en diligencia hasta Betanzos y en el tren desde allí, viaje que dura todo un día  y parece que no acabará nunca". No faltan las referencias a las romerías, arsenales, personajes de la época, el periodismo ferrolano, en fin, una completa crónica retrospectiva, interesante, creo yo, para quienes gustan y disfrutan de las páginas de nuestra intrahistoria.