martes, 29 de abril de 2014

Periodistas y/o héroes

De izquierda a derecha, Javier Espinosa, García Vilanova y Marc Marginedas
Ferrol recibe hoy, miércoles, a los tres periodistas españoles liberados recientemente en Siria: Marc Marginedas, García Vilanova y Javier Espinosa. Hecho casual que este último estuvo en la edición anterior acompañando a Mónica García Prieto, que fue la distinguida en 2013. Hecho casual, aunque no tanto, porque existe una evidente interrelación, sobre todo en la particular situación de esta pareja, Mónica y Javier, ya que ambos ejercen ese periodismo de guerra, muy cerca cuando no en el propio campo de batalla, escuchando a diario el zumbido de las descargas mortíferas, asumiendo peligros de todo tipo, incluida la posibilidad del secuestro como está a la vista. Estos, me refiero a los tres premiados, y otros profesionales que están en sus mismas circunstancias, son el vivo ejemplo de un periodismo vocacional a prueba de bombas, nunca mejor dicho, que afrontan el riesgo como un elemento inherente al oficio y que no dudan en, maleta y cámara al hombro, marcharse a vivir allí en donde se masca la tragedia de los conflictos armados, en donde la vida de las personas se cosifica, en donde pagan justos por pecadores, en donde funciona la ley del más fuerte, en donde la emboscada surge en cualquier momento y los cinturones no sirven para sujetar la ropa sino para prender la carga de explosivos que deflagrará en el sitio y hora elegidos. Sin duda alguna, la crónica, bien sea gráfica, bien literaria, que escriben estos compañeros de profesión y que nos llega envuelta en alguna de las cabeceras periodísticas convencionales, o a través de agencias, o como sea, no es una crónica al uso, elaborada desde escenarios que no huelen a pólvora, ni se tiñen de sangre, sino que entraña un plus, que ni siquiera puede medirse en euros -paradójico que sea un trabajo tan mal remunerado- que tiene como soporte el valor, el coraje, el periodismo de raza. Marginedas, Vilanova y Espinosa y los que como ellos escriben o graban las informaciones bajo el olor de las bombas y el ruido de los tanques, llevan el listón muy alto no solo como periodistas sino como héroes. A ellos les dedicaremos hoy nuestro aplauso, nuestro reconocimiento y, por supuesto, nuestro afecto y hospitalidad.

domingo, 27 de abril de 2014

Manuel Pérez Grueiro: bibliotecario de bibliotecarios y referente humanista de compromiso con la cultura

Manuel Pérez Grueiro luciendo la placa de su homenaje, flanqueado por el
alcalde actual (izda) Ignacio Cabezón, y el anterior, Carlos Pita. La foto es
de
"Galicia Ártabra Digital"
Manuel Pérez Grueiro, un hombre que desdobló su compromiso personal volcándose no solo en el ejercicio profesional de bibliotecario sino como escritor y activo dinamizador cultural sin desatender su "vis" periodística, labores que desarrolló desde la vecina e histórica villa de Neda, acaba de recibir un homenaje ante la proximidad de su jubilación. Y hubo que pillarlo por sorpresa, en el marco de las jornadas literarias que acaban de celebrarse sobre la figura de Alessandro Manzoni. Y esto es así porque Pérez Grueiro rehúye de los protagonismos, se mueve en el perfil de los grandes humildes, de los que conciben el compromiso como una militancia, como un deber cívico, de entrega incondicional, esto es, sin esperar nada a cambio, actitud de honestidad que enaltece todavía más su rica y brillante trayectoria. Lo recuerdo recién retornado de Uruguay, es hijo de emigrantes, integrándose en el equipo de profesionales y colaboradores de La Voz de Galicia. Hablo de principios de la década de los ochenta. Manolo, siempre  atento a la vida cultural, social e intelectual del espacio en el que se movía, nos mandaba habitualmente sus crónicas por teléfono y nos visitaba a menudo para transmitirnos y comentar sus inquietudes e iniciativas, presidido su comportamiento por ese sello de discrecionalidad que lo caracteriza. A lo largo del desempeño profesional mantuvo en todo momento una estrecha relación con los medios de comunicación. Conocía bien el paño. Hoy un hijo, Marcos Pérez Pena,  le sigue los pasos y ejerce el periodismo digital en Praza Pública. Al resumir su curriculum y su trabajo como biliotecario, María Jesús Rico (M.J.R.) escribe en Diario de Ferrol "Con Grueiro á cabeza, cambiouse a concepción destes centros como almacéns de libros e convertéronse en focos da animación cultural das súas vilas, logo do páramo franquista, e nun lugar atractivo para os nenos e, a partir de aí, tamén do resto da familia. Comezou Neda e, tras dela, senlleiros exemplos en toda a comarca. Algún bibliotecario tense referido a Grueiro como “o pai de todos nós”. (Con Grueiro a la cabeza, se cambió la concepción de estos centros como almacenes de libros y se convirtieron en focos de animación cultural de sus villas, luego del páramo franquista, y en un lugar atractivo para los niños y, a partir de ahí, también del resto de la familia. Comenzó Neda y, tras de ella, singulares ejemplos en toda la comarca. Algún bibliotecario se tiene referido a Grueiro como "el padre de todos nosotros".) Manolo P.G. desplegó también su talla humanista como asesor cultural del Ayuntamiento de Neda desde cuyo puesto promovió numerosas actividades, entre ellas fue impulsor de la Revista de Neda, que recoge estudios históricos, ensayos e informaciones de interés sobre la citada villa, y paladín de la recuperación del Camino Inglés a Santiago de Compostela. Empezó con Carlos Pita de alcalde y ahora se jubila con Ignacio Cabezón, ambos, exregidor (PSOE) y primer edil actual (PP), estaban, cómo no, en el homenaje que se le rindió el pasado fin de semana, agasajo y honores a los que me uno desde estas líneas y estoy seguro que nos unimos muchos amigos y compañeros que tenemos el privilegio de gozar de su aprecio y amistad. 

viernes, 25 de abril de 2014

Noia recordó al médico, escritor y poeta Álvaro Paradela en las Letras Galegas del año 1980

La villa de Noia rindió honores a Álvaro Paradela a los cinco meses de haber fallecido
No dejo todavía al personaje sobre el que ya escribí y seguiré escribiendo. Se van a cumplir 34 años, fue el 17 de mayo de 1980, pocos meses después de su trágico fallecimiento en accidente de circulación, la villa de Noia tenía su particular figura para las Letras Galegas, Álvaro Paradela (A Coruña, 1911-Narón de Ferrolterra, 1979). La RAG se lo había dedicado a Alfonso X el Sabio. El Liceo de aquella localidad, de la que eran sus ascendientes -el escritor nació en A Coruña -organizó con tal motivo una muestra bibliográfica del 17 al 24 del mencionado mes. Para la ocasión, la dirección general de Correos concedió un matasellos especial para los días 19, 20 y 21 con la efigie de Paradela y unos motivos alusivos al "Día das Letras Galegas" y a la Medicina, según un proyecto del dibujante y filatélico pontevedrés Santiago Rosales Ardá. En la muestra bibliográfica colaboraron, entre otras entidades y editoriales, el Patronato Rosalía de Castro, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Ediciós do Castro, Galaxia y Akal Alianza Editorial. Como novedades interesantes -destacaba una reseña de prensa de la época- figuraban los libros "Escudos de Noya" y "El escultor Felipe de Castro", obtenidos con la colaboración del CSIC. Asimismo, la revista Encrucillada. En un sobre editado en aquellas fechas, al remite, se incluía una aportación de Manuel Fabeiro Gómez que explicaba los vínculos de Paradela Criado con la villa noiesa. Decía que sus antepasados, por parte de padre, procedían de la comarca de Santa Cristina de Barro, cerca de Noia. Su padre era "maestro de obra prima". Recordaba Fabeiro que A. Paradela se sentía noiés. En muchas cartas que escribió a sus amigos firmaba como "fillo de noiés". Traigo a colación este recordatorio de la villa de Noia precisamente porque la figura y obra del médico, escritor y poeta, además de columnista de prensa, ha quedado sumida en el olvido, dentro del mundo de la literatura gallega. No obstante, es de justicia citar algunas excepciones. La Asociación de Prensa de A Coruña lo incluyó en un libro catálogo de periodistas coruñeses a raíz de cuya mención, la corporación de la vecina ciudad decidió darle el nombre a una calle que ignoro si llegó a inaugurarse oficialmente. En Narón se le dió el nombre a una plaza y en Ferrol, la Sociedad Artística Ferrolana (SAF) le da el nombre a un concurso de relato corto. Un resumen de su obra y aspectos biográficos están contenidos en "Diálogos con Álvaro Paradela. Ensaio, poesía e xornalismo", de mi autoría, editado dentro del sello "Documentos FerrolAnalisis" del Club de Prensa de Ferrol (2002). 

miércoles, 23 de abril de 2014

La Hermandad de Donantes de Sangre, pionera en adoptar en el año 1978 el topónimo Ferrolterra

La unidad móvil de la "Hermandad Donantes de Sangre Ferrolterra". La foto data de los años ochenta y
pertenece al archivo gráfico de
Ferrol Diario, depositado en la sede del Club de Prensa de Ferrol.
Como muchos ferrolanos y naroneses saben, el médico, escritor y poeta Álvaro Paradela, (Coruña 1911- Narón 1979), que popularizó el pseudónimo Amaro Orzán, era un "fabricante" de neologismos. El tema merecería todo el espacio, pero lo pospongo para otro día. Hoy solo quería recordar, tirando de hemeroteca, un hito que honra a la Hermandad de Donantes de Sangre, ya que fue la primera entidad de Ferrol y comarca que adoptó el vocablo "Ferrolterra", que era precisamente de la "cosecha" de don "Amarus", como también firmaba aquel culto galeno. En una carta a su amigo César Michelena Rebellón, que luego me donaría todo su epistolario,  le comenta "veo que el topónimo cunde" al comprobar que la Hermandad de Donantes de Sangre se apropió del "apellido", hecho que data del año 1978. Quedaba ya lejos, la primera vez que el propio escritor lo había elevado a la categoría de letra impresa, allá por el año 1962 y dos años más tarde aparece en uno de los "Cuadernos de Amaro Orzán" que sacaba a la luz en sus cumpleaños, concretamente en el cuento titulado "Biografía de un don Nadie" en donde se podía leer "Ferrolterra. Freixeiro de Narón". Por cierto que también galleguizó Freixeiro hasta entonces Freijeiro de uso común. En adelante utilizaría lo de Ferrolterra sucesivamente e incluso llegó a escribirlo separado "Ferrol Terra". Asimismo usaba el gentilicio "ferrolterreño/a". Que conste que no todo fue liso y llano para el neologismo. En la histórica Hoja del Lunes coruñesa, un periodista que firmaba con el pseudónimo de "Marathon" sostenía que el vocablo era agresivo y áspero para una ciudad "que as súas fillas acariñan agarimosamente coa graza de Ferroliño". Fue cuando Paradela, en el "turno" de réplica definió el territorio que le asignaba al topónimo: "Umbilica cierta parte de Pontedeume, A Capela, San Sadurniño, Moeche, Cedeira, Valdoviño y toda la banda izquierda de la ría, incluso Ares y también Puentes de García Rodríguez, a 30 kilómetros casi lugués...Amigo Marathon -terminaba Álvaro Paradela con indisimulada ironía- si le parece áspero y agresivo por las erres fuertes y dobles erres, por mi puede decir y escribir "Feroltera". Andando el tiempo el vocablo se generalizó y fue adoptado por entidades, instituciones y administraciones. Que conste que actualmente se recurre menos al topónimo ya que se tiende, al menos en el papel prensa, a fragmentar la unidad territorial, cuyos límites marcó el propio Paradela, sustituyendo en no pocas ocasiones Ferrolterra por "comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal".

lunes, 21 de abril de 2014

Hace 39 años: homilía explosiva en Chamorro

Xosé Martinho Montero Santalha
Hace treinta y nueve años, esto es, corría el 1975, en vida todavía del dictador Francisco Franco, el entonces director de la Escuela de Teología de Mondoñedo, hoy profesor de Lengua y Literatura gallegas en el campus universitario de Vigo, Xosé Martinho Montero Santalha oficiaba la misa de Chamorro y pronunciaba una homilía de gran calado galleguista, planteamiento en el que se alineaban por aquel entonces no pocos sacerdotes gallegos y de manera singular ferrolanos o con ejercicio en Ferrol. Afirmaba que un gallego para ser buen cristiano tenía que ser antes buen gallego. "Un galego só saberá falar intimamente con Deus se o fai na súa lingua" (Un gallego solo sabrá hablar intimamente con Dios si lo hace en su lengua). En otro momento dijo que ser cristiano en Galicia significaba promover y defender los valores de la tierra, su lengua, su cultura, su manera de ser. Una homilía de este tenor unos años atrás hubiera dado lugar a algún tipo de sanción porque se asociaría a postulados separatistas. Pero con todo y con eso, el cura no dejó de echarle coraje, primero porque misó en gallego, segundo por lo que dijo y tercero porque estábamos todavía en la dictadura. Y un dato más, si se quiere anecdótico aunque tenía su carga política, era que el sermón fue pronunciado en un santuario que solía visitar el "Caudillo" todos los años con motivo de su estancia en el Pazo de Meirás. Esta liturgia a la que me refiero tenía lugar un lunes de Pascua, 31 de marzo, ante un alcalde y miembros de la corporación franquista, entre otras autoridades y "fuerzas vivas" de la ciudad, que supongo que se encontrarían incómodos ante lo que estaba diciendo aquel "cura rojo". Por si fuera poco el colorido galleguista de la ceremonia, relata la crónica (Ferrol Diario) que en un lateral del altar se instaló la bandera del Real Coro Toxos e Froles y "todos los cánticos se hicieron en gallego", apunta el periodista. Rememorando aquel día de Chamorro en el que se venera a Nosa Señora do Nordés, primer acontecimiento festivo que abre la temporada de romerías de la comarca, nos situamos en el presente en el que, una vez más, cumpliendo con la tradición, unos en plan lúdico, otros guiados por sus convicciones religiosas, el monte de Chamorro será punto de encuentro de numerosas personas, a no ser que la lluvia, que asomaba anoche, cuando escribía estas líneas, desbarate algunos planes.


sábado, 19 de abril de 2014

Matizaciones sobre el "ser" ferrolano

En cierta ocasión escribí ("O ferrolanismo: as nosas señas de identidade". FerrolAnalisis nº 2/1991) "Aos ferroláns xungueos a historia que os separa ideolóxicamente" traducido "a los ferrolanos los une la historia que los separa ideológicamente". Habiendo hecho relectura de algunos de aquellos ensayos cortos de los años noventa, cuando presentábamos en sociedad la revista, hoy prestigiosa publicación de pensamiento y cultura que edita el Club de Prensa, me percato de que, aunque puse algunos ejemplos -me refería a los personajes que ha dado Ferrol a lo largo de la historia- tal vez tendría que haber desbrozado un poco más el sentido de la afirmación. No obstante, nunca es tarde para volver sobre lo andado y explicar lo que quise decir cuando puntualmente abordaba el perfil del "ser" ferrolano. Lo que quise significar, que probablemente hubo lectores que lo entendieron, pero por si acaso, es que los ferrolanos estamos unidos por nuestra historia en términos genéricos, si bien al descender al detalle algunos episodios nos separan, y mucho, ideológicamente. Es que hemos dado a un dictador, Francisco Franco, a una figura emblemática en el terreno del liberalismo, José Canalejas y nada menos que al fundador del PSOE y la UGT, Pablo Iglesias, por fijarme en los casos más notorios y que representan modos de entender la vida absolutamente encontrados en el plano de las ideas. La historia no tiene vuelta atrás y por más que nos incomode a unos u otros, según el color, ha de convenirse que esta ciudad, que como tal tiene un recorrido muy corto en el tiempo, algo más de dos siglos, en tan breve período, para bien o para mal, ha sido la cuna de personas que han dejado huella en el devenir de España e incluso de Europa. Y no hemos de quedarnos en los tres personajes mencionados, porque en el campo penalista tenemos a Concepción Arenal y en tiempos más próximos, si nos detenemos en la literatura, añadiremos a Gonzalo Torrente Ballester y a Ricardo Carballo Calero para el que insistentemente se viene solicitando un año de las Letras Galegas, pero en vano, al menos hasta el momento, porque hay en la RAG quien no le perdona su tesis del reintegracionismo o acercamiento en las normas ortográficas al portugués. Pero esta es harina de otro costal. Simplemente, volviendo al nudo de la exposición, era mi intención recuperar aquel aserto, en el que el lenguaje se utiliza intencionadamente como artificio literario buscando la aparente contradicción para llamar la atención sobre un rasgo definitorio de nuestra intrahistoria. Naturalmente, aunque hablamos linealmente de tres o más personajes, sobra precisar que a uno de ellos, el dictador, no ha de concedérsele el pie de igualdad porque a quienes no respetan la vida de las personas, secuestran la libertad y violan los derechos humanos mejor es abrirles un espacio en las mazmorras de la memoria colectiva, dicho sea en clave metafórica, porque, lamentablemente, es inevitable mencionarlos.

miércoles, 16 de abril de 2014

Semana Santa ferrolana: entre la Pasión de Jesús y el calvario del desempleo, entre el rito y la realidad

Con 100.000 euros de presupuesto, salidos de la Diputación Provincial de A Coruña y del Ayuntamiento de Ferrol, estrenando la categoría de Fiesta de Interés Turístico Internacional, la Semana Santa ferrolana convoca a más de 200. 000 personas, que es casi la población de Ferrolterra. Es obvio que esta arraigada tradición se alza como un reclamo de interés económico, con independencia de fervores y pasiones. En el fenómeno, que se transmite de generación en generación, participan creyentes y laicos. Unos ven representado la agonía de Jesús y otros admiran el espectáculo de arte y cultura. Pero unos y otros se constituyen día tras día en público entregado, dinamizan el ambiente y movilizan las divisas de manera especial en el sector de la hostelería. Sin duda, es digno de subrayar el esplendor que la Semana Santa ferrolana, que hunde sus raíces en el siglo XVIII,  ha ido cobrando en las últimas décadas, tras el advenimiento de la democracia. Del año 1987 a esta parte, los desfiles procesionales pasaron de trece a veinticinco, doblaron también la afluencia de fieles y seguidores en las calles y plazas, entonces eran 100.000, según los cálculos que obran en las hemerotecas, y su presupuesto pasó de seis millones de pesetas, es decir, 36.000 euros a 100.000, casi diecisiete millones de las antiguas pesetas. Por aquellas fechas empezó siendo catalogada por la Junta Central de Cofradías  como la mejor del Norte de España hasta llegar al 1995 que es declarada de interés turístico nacional  y ahora internacional. El acontecimiento, del que se han puesto en circulación 25.000 programas de mano, está rodeado de otras actividades como es el ya tradicional salón del caballo "Equiocio", y la ruta de la construcción naval, con visitas guiadas.  Y si hemos de hablar de la Semana Santa ferrolana como un hecho cultural y religioso no debemos olvidar el contexto social en el que transcurre, marcado por el calvario del desempleo que sufre la población Ferrol y comarca a causa de la inactividad de sus astilleros. Pasión para vivirla según creencias y costumbres y vía crucis para miles de familias afectadas por la crisis del sector naval. Del esplendor de las procesiones que itineran por calles y plazas a la angustia de las manifestaciones populares que discurren por parecidos trayectos, en este caso envueltas en el grito de la desesperación porque no hay trabajo. Es lo que va del rito a la realidad.