lunes, 29 de abril de 2013

El tren de la alegría: recorrido triunfal



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El tren inaugurando el tramo Betanzos-Ferrol,
 a su paso por la estación de Pontedeume
 
Habíamos quedado en que los excursionistas ferrolanos se encontraron con una fría acogida en Betanzos a donde acudieron muy de mañana el día 5 de mayo de 1913 para hacer el viaje de regreso que sería el que oficialmente estrenaba la línea ferroviaria Ferrol-Betanzos o viceversa, que tanto monta. Pues bien, a las nueve horas se ponía en marcha el convoy en dirección a la ciudad departamental.

 Pontedeume: no hubo salutación

 Relata el cronista "tanto a la ida como al regreso del tren las comisiones que iban en éste no recibieron salutación alguna en Pontedeume, aunque los testimonios gráficos dan fe del númeroso público congregado en la estación, una de cuyas fotos reproducimos con este segundo post, que publico en el marco del centenario de la inauguración del tramo mencionado.

 Maniños: Palmas y vivas

 Sin embargo, al llegar a Maniños, los excursionistas ferrolanos expereimentaron una viva alegría al verla invadida por considerable número de personas. Cuando se detuvo el tren, "bellísimas señoritas arrojaron flores a los coches, sonaron palmas y vivas a Ferrol, al ferrocarril y a la Comisión Popular que viajaba en el convoy".

 Perlío: la más hermosa nota

 La llegada a Perlío, dice El Correo Gallego que constituyó "la más hemosa nota para todos los excursionistas. El pueblo hallábase aglomerado en la estación y sus cercanías, esperando con rostros rebosantes de contentamiento". Los vecinos al divisar el tren prorrumpieron en vivas a Ferrol, a Perlío y a la Comisión Popular, vivas que fueron contestados por los expedicionarios.

 Fene: agitación de gorras y pañuelos

 El convoy prosigue su itinerario "y al pasar el tren por el pintoresco Fene veiase en gran extensión de la vía considerable número de vecinos". Las campanas de la iglesia se hicieron oír prolongadamente. Las gentes no cesaban de agitar gorras y pañuelos.

 Neda: quema de gran número de fuegos

 En Neda, con el Ayuntamiento a la cabeza, veíase congregado en aquella estación a todo el pueblo. "Aquellos laboriosos, pacíficos habitantes, al ver el tren no cesaban de gritar viva Ferrol, viva el tren, viva Neda". Quemaron gran número dev fuegos, las campanas fueron echadas al vuelo, el Ayuntamiento cumplimentó a las comisiones popular y de festejos y estas lo invitaron a acompañarlas hasta Ferrol.

 O Couto: indecible número de campesinos

 En O Couto, los excursionistas vieron a gran número de personas, se oyeron las campanas y estruendosos fuegos. Hasta llega a Ferrol, a uno y otro lado de la vía,  "hallábanse indecible número de campesinos que no cesaban de dar vivas a Ferrol y al tren, aplaudiendo grandemente".

 

sábado, 27 de abril de 2013

Betanzos de los Caballeros no brilló por su caballerosidad


Ferrol es sede de los actos conmemorativos del centenario de la inauguración del ferrocarril Ferrol-Betanzos, acontecimiento que hace un siglo dio lugar a grandes fastos al hacerse coincidir también la botadura del acorazado Alfonso XIII y la inauguración de uno de los diques con que hoy cuenta la antigua Bazán (Navantia). He leído la crónica que obra en la hemeroteca de El Correo Gallego, a la sazón periódico ferrolano -fue comprado y pasó a tener su sede en Santiago en el año 1938- y a fe que contiene cosas curiosas. Recoge el relato que el día 5 de mayo, una comisión ciudadana partió de Ferrol hacia Betanzos, en tren, para desde allí hacer el recorrido a la inversa en tono triunfal y festivo. Según el relato, no todo fueron manifestaciones júbilosas y concentraciones multitudinarias. La comisión se encontró con una fría acogida en la ciudad de Betanzos. Leamos: "A las 8 de la mañana hizo alto el tren en aquella estación (Betanzos). Los excursionistas en número de 400, precedidos de la brillante banda (de música) de Marina, dirigiéronse a la ciudad. En la plaza Principal hízose oír la mencionada banda. En todos los viajeros originó impresión desagradable el que la llegada del primer tren a aquella ciudad fuera acogida friamente". Continúa el periodista su información para subrayar que Matías Usero, vicepresidente de la Comisión popular, "pronunció unas breves frases" tratando de justificar la ausencia de autoridades betanceiras con el hecho de que el alcalde no gozaba de buena salud y esto hubiera impedido que "iniciara un movimiento popular que pusiera de manifiesto el activado regocijo de Betanzos". No obstante, momentos antes de arrancar el convoy presentáronse dos concejales a los miembros de la comisión cívica y de festejos para disculparse de la frialdad de las autoridades de aquella ciudad y "ofreciéronse para venir a Ferrol con las nombradas comisiones, ofrecimiento que fue aceptado". Continuaré en los próximos días ocupándome de la inauguración de la línea ferroviaria Ferrol-Betanzos. El acontecimiento histórico y anecdotario creo que vale la pena recuperarlo. Por otro lado, con estas aportaciones no hago más que sumarme a las iniciativas que estos días se vienen llevando a cabo por los Amigos del Ferrocarril en colaboración con las instituciones locales.

jueves, 25 de abril de 2013

El Cura Cuco Ruíz de Cortázar (1931-1978)


Eliseo Ruíz de Cortázar
Se cumplen 35 años del fallecimiento del cura Cuco Ruíz de Cortázar, cuya labor pastoral dejó honda huella en la sociedad ferrolana. A su sepelio, celebrado el 24 de abril de 1978, acudió un gran contingente de personas, según consta en la hemeroteca de Ferrol Diario (1969-1981). "Una multitud acudió a rendir el último adiós, a quien supo en vida ser amigo de todos, por eso en las coronas de flores lucían lazos de asociaciones vecinales, organizaciones sindicales, entidades de todo tipo, así como ramos de flores portadas por numerosas personas de todas las clases sociales",  dice la crónica de los oficios fúnebres. El cura Cuco, su nombre real era Eliseo, que falleció prematuramente a los 47 años de edad, procedía de una familia de la pequeña burguesía ferrolana, condición social a la que renunció para preocuparse de los más necesitados, de los obreros explotados, de familias en exclusión social, etc. Era hombre de un carisma arrollador, de una simpatía y bonomía que resplandecían en su perfil de manera natural. En el año 2009 se editó un libro en el que se recogían gran cantidad de testimonios, todos los cuales tenían como denimador común los generosos adjetivos que merecía su trayectoria humana y sacerdotal. Yo mismo escribí para esa obra (Cuco Ruíz de Cortázar. Una voz para un Tiempo de Silencio) una modesta aportación que, traducido del gallego, decía entre otras cosas, "tenía un talante exquisitamente conciliador, de suma afabailidad y educación en el trato. Era un hombre culto, íntegro y bueno. Su gran preocupación, los más débiles. He ahí toda una doctrina de la vida o para la vida". Enmarqué la trayectoria de Cuco Ruíz de Cortázar en la doctrina del Vaticano II, que marcó a muchos curas que deseaban romper con el viejo concepto de la iglesia dogmática, arrimada al poder y a las clases dominantes. Este sacerdote ferrolano estuvo vinculado a las Juventudes Obreras Cristanas (JOC) y a las Hermandades Obreras de Acción Católica (HOAC). El teólogo Chao Rego escribió "joven de la burguesía ferrolana que se supo desclasar al revés, descendiendo al infierno de la lucha por las causas aparentemente perdidas". Hoy, tres décadas largas después de su muerte quede este reuerdo del cura Cuco.

martes, 23 de abril de 2013

Hace un siglo: aviador Piñeiro y el vuelo de la gaviota


En el próximo mes se cumplirá un siglo de la presentación en Ferrol como acróbata aéreo del piloto José Piñeiro González, conocido como el aviador Piñeiro. Mayo de 1913 era un mes de fiestas. Se botaba el acorazado Alfonso XIII y se inauguraba la línea de ferrolcarril Ferrol-Betanzos. Para dar realce a los grandes acontecimientos, que contaban con la asistencia de la Infanta Isabel, el aviador Piñeiro quiso mostrar ante los suyos (nacido en O Seixo, Mugardos, el 15 de diciembre de 1878) su pericia y valentía a bordo de un Bleriot de 50 Hp. Competía con el célebre piloto francés Poumet. Piñeiro invitó al aviador galo a que hiciese el vuelo de la gaviota, que consistía en rozar el agua con una de las alas. Poumet declinó, fue entonces cuando nuestro pundonoroso paisano quiso eclipsar al francés, con tan mala fortuna que pilló en su vuelo rasante un madero que flotaba y piloto y aparato se fueron al agua. Piñeiro fue rescatado ileso y alzado a hombros como si fuera un torero y todavía mojado y aturdido fue llevado en volandas ante la Infanta. Días después se emprendía en Ferrol una suscripción popular para comparle un nuevo motor. Treinta mil pesetas le había costado el aparato siniestrado. Piñeiro actuaba en los grandes festejos y se apodaba como el hombre-pájaro. Llegó a marcharse a América en donde se dio a conocer realizando acrobacias ante multitudes de personas. El osado piloto, con anterioridad a su lanzamiento como acróbata aéreo, se dedicó a la política llegando a ser alcalde de Sanxenxo (Pontevedra). Allí montó también una fábrica de gaseosas. Posteriormente, decidió hacerse piloto después de asistir a una exhibición del francés Garnier. Vendió el ingenio de las gaseosas y se marchó a Pau (Francia) para hacerse piloto, logrando el carné con fecha 19 de diciembre de 1912. Al regreso de América, al no tener recursos para adquirir un avión moderno, se instaló en Santiago para que sus hijos pudiesen cursar estudios universitarios y a los 48 años, muy joven aún, murió víctima de una pulmonía, según cuentan las crónicas de la época. Hace un siglo, un personaje de leyenda. El Club de Prensa de Ferrol dedicó uno de los cuadernos de FerrolAnalisis (Ferrol en la aviación, 1998) a los pilotos ferrolanos José Piñeiro, Ramón Franco e Iglesias Brage.

domingo, 21 de abril de 2013

Álvaro, amigo del alma de Manuel Patinha




Álvaro, en el centro de la foto, acompañó a
Manuel Patinha, a la izquierda, en numerosas
comparecencias del artista
(Foto del álbum de M. Patinha en facebook)
Anteayer, seis meses después de aquel 20 de octubre en que fue cálidamente homenajeado en el establecimiento Illas Gabeiras, Álvaro García Acción, amigo del alma del artista luso-español Manuel Patinha, dejaba de existir. Confieso que cuando empecé estas líneas estuve a punto de escribir Álvaro Patinha, pero los reflejos en esta ocasión funcionaron. No obstante, en el subconsciente debió de operar algún fenómeno, al menos por mi no identificado patológicamente, que me tentó a fundir en una sola a dos personas diferentes, aunque unidas en un destino común. Álvaro y su mujer Divina, fallecida hace ya algún tiempo, acogieron o adoptaron o como se quiera decir, a Manuel Patinha hace varias décadas, en un momento en el que el escultor y pintor atravesaba por serias dificultades. Allí empezó una hermosa historia humana, como la califiqué en el curso del propio homenaje,  que ya nunca se rompería. Una ejemplar convivencia marcaría la vida de estas tres personas. Cuando Patinha organizó aquel encuentro de octubre sabía que Álvaro podía tener los días contados por una dolencia que avanzaba irremediablemente. Por eso, sin que el enfermo lo supiese, impulsó aquel acto de reconocimiento, rodeando a Álvaro del cariño de todos sus amigos, que son muchos. Fue una emotiva jornada, cuyo recuerdo estamos seguros que acompañaría a Álvaro hasta sus últimos días. Hoy, como ayer, diré que la reacción de este matrimonio, curtido en la emigración y en las tareas del campo, no tiene otro calificativo que el de la grandeza de ánimo e incomensurable espíritu solidario. Nunca más abandonaron a Manuel Patinha ni éste quiso separarse de ellos, a los que colmó de todo tipo de atenciones. Aquel muchacho con el que la pareja quiso compartir techo, mesa y mantel era portador de un extraordinario talento creativo que hoy brilla en Galicia, España y en el extranjero, además de su país de origen, Portugal. La historia, como también dije y reitero, es para novelar, para pasarla al cine. Hay una expresión anónima que puede aplicarse en este caso: no es más grande quien ocupa más espacio sino quien deja más vacío cuando se va. Descanse en paz Álvaro, que falleció a los 76 años de edad. Y un abrazo de apoyo y aliento a Manuel Patinha.

viernes, 19 de abril de 2013

Un "Cartucho", que no un cartucho


Imagen retrospectiva del economato
de la antigua Bazán que ya cerró
en los años 90
El economato de la antigua Empresa Nacional Bazán -que cerró en los años 90 y en compensación los trabajadores generaron una paga de 300 euros anuales- y el "cartucho" de Navidad formaban parte de la tradición y de las señas de identidad de un tiempo y unas generaciones de "bazanistas". Así como el economato pasó página hace más de dos décadas, lo que no había sucumbido todavía era el tradicional "cartucho" de Navidad, ahora en capilla debido a la crisis, según un plan elaborado por la empresa. El "cartucho" o cesta navideña que el personal recibía cada año cerca de las fiestas tiene una carga en la que se mezcla lo social con lo emotivo, sentimental, nostalgico y, cómo no, lo económico. Lleva el sello de fechas festivas y entrañables, de reuniones hogareñas e incluso de cierta distinción interclasista porque en tiempos difíciles pocas empresas se podían permitir el lujo o no querían apencar con ese gasto a mayores, aunque otras pequeñas industrias aspirasen a la "prebenda". Es lo que diferencia, en este caso, lo público, que se pierde en lo impersonal y genérico, de lo privado que tiene nombre y apellidos. Ha de tenerse en cuenta que la antigua Bazán siempre fue un referente para la negociación colectiva de las empresas radicadas en la comarca. Si bien nunca se llegaba a los niveles de la factoría naval, lo cierto es que actuaba a modo de espejo al que se miraban otras plantillas laborales. Lo mismo ocurría y ocurre también en el ejercicio reivindicativo. De hecho, me tienen contado que había empresas que declinaban asentarse en territorio próximo a los astilleros por esta especie de simbiosis o contagio proletario que, fijando el listón de sus reivindicaciones muy alto, alertaba a inversores, que ponían pies en polvorosa. No sé hasta que punto este argumento tiene mucha o poca validez. Pero, volviendo a lo del "cartucho", aunque pueda parecer anecdótico, ha de tenerse en cuenta que de este aguinaldo se beneficiaban actualmente unas ocho mil personas: empleados en activo, prejubilados, jubilados, viudas y huérfanos, y la empresa se gastaba alrededor de 500.000 euros, cantidad que forma parte de la masa salarial y está recogida en convenio. En los últimos años, al no existir economato, se ponía en marcha un concurso que viene ganando la firma Eroski. De la importancia del susodicho agasajo da razón el hecho de que hace unos años el comité de empresa propuso eliminar el reparto y que el dinero pasase a los obreros  y en una asamblea, sometido el asunto a votación, prosperó con mayoría aplastante mantener el "regalo" navideño, ahora sentenciado.

miércoles, 17 de abril de 2013

El periodismo y sus riesgos


Mónica García Prieto (Efe)
Nunca fue una profesión debidamente remunerada, a pesar de que era y es una de las que exigen una entrega incondicional y de las notas más altas para el acceso a la carrera universitaria. Este es un oficio que tiene un factor vocacional determinante, de lo contrario a nadie o a muy pocos jóvenes se les ocurriría "engancharse" en este trabajo, en el que últimamente parece que más que  percibir un salario digno hay que pagar por ejercerlo, que ya es el colmo. Los periodistas, esos grandes resignados que sabiendo lo que les espera, como en el pasaje bíblico, se sienten llamados a la profesión y no solo eso sino que son capaces de arriesgar su vida a diario por buscar la verdad de los conflictos y denunciar la injusticia de las guerras. Solo así puede entenderse el caso de Mónica García Prieto, IX Premio José Couso, que acaba de fallarse y que mereció el reconocimiento de los periodistas, gallegos, en general, a través del Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia, y ferrolanos, en particular, canalizados por medio del Club de Prensa de Ferrol, entidades ambas que, junto con el mecenazgo de La Caixa, son impulsoras del citado galardón. No en vano este premio lleva el nombre del camarógrafo ferrolano que simboliza, precisamente, el peligro, hasta perder la vida, como es el caso, en un acción infame de los tanques estadounidenses que no repararon, hace ahora diez años, en disparar a los profesionales que se alojaban en el hotel Palestina para cubrir la invasión de Irak. Mataron a Couso -EEUU todavía no reparó lo irreparable, valga la contradición semántica- pero no la libertad de expresión. Por otro lado, García Prieto es la segunda mujer que recibe la distinción. La primera fue Rosa María Calaf. Trabajó durante años para El Mundo cubriendo conflictos en Chechenia, Afganistán, Gaza o Irak. Desde el 2007, vive en Beirut desde donde narra la realidad de Oriente Medio y las "primaveras árabes". No es el primer galardón que Prieto tiene en su haber ya que fue distinguida con el Ortega y Gasset, Darío D'Angelo (2005) y José María Porquet (2011). Actualmente informa para "Cuartopoder" y "Periodismohumano", medios independientes. Ayer, en conferencia por Skype denunció que muchos corresponsales extranjeros se sienten aislados y maltratados por los medios convencionales, que pireden interés por los conflictos internacionales. Ese es el panorama. Enhorabuena a esta profesional (que representa a otros muchos en las mismas condiciones)  a la que rodearemos de calor solidario y reconocimiento el 9 de mayo próximo, en Ferrol.