El temporal de lluvias deja
una trágica estela de diez muertos y dos desaparecidos en Andalucía y
Murcia. A la vista de este balance, uno se pregunta ¿cómo es que en estas zonas
en las que más o menos habitualmente, también Valencia, descarga la gota fría no se han tomado las pertinentes medidas para
evitar tanta desgracia? Es verdad que las fuerzas naturales y el cambio climático
son impredecibles en sus consecuencias, pero no es la primera vez vez, ni la
segunda que se dan estos fenómenos y, por tanto, las autoridades deberían de
tomar las debidas precauciones que, cuando menos, paliasen los efectos. Además
de los fallecidos y desaparecidos también hay incalculables daños que serán
evaluados y dados a conocer, supongo, en breves días. Leía yo ayer en un digital una especie de
autocrítica de un vecino que decía "la gente no varía la rutina habitual,
a pesar de las alertas y luego pasa lo que pasa". No obstante, las críticas
apuntaban más a la indolencia de los gobernantes o gestores políticos, que a
posibles negligencias de los ciudadanos. Hay recelo para invertir en la prevención de
inundaciones siendo que luego que se producen las catástrofes se gasta muchísimo
más. La impunidad de constructores y la laxitud de los políticos suman en
perjuicio de los administrados. No se respetan las zonas de desagüe, no se
gasta en canalizaciones, no se articulan las barreras de contención en las
inmediaciones de los ríos, etc. Junto a la que está cayendo, dicho sea en tono
metafórico referido a la crisis, en Andalucía y Murcia tiene que hablarse en
sentido literal. Diez muertos y dos desaparecidos, con independencia de los
perjuicios materiales, es una cifra abultada de víctimas que hacen pensar que
algo falla, sin dejar de tener en cuenta la dureza con que en ocasiones se
muestran estos fenómenos meteorológicos. Solidaridad con los afectados.
domingo, 30 de septiembre de 2012
sábado, 29 de septiembre de 2012
En el 120 aniversario de la varada del Hower: las consecuencias del capricho de un almirante inglés
Estamos en el año del 120 aniversario del percance ocurrido el
3 de noviembre de 1892, en la costa ferrolana del acorazado inglés Hower. Me
voy a quedar con las anécdotas, más que con la película de los hechos. El caso
era que la escuadra inglesa del Canal visitaba la ciudad coruñesa. Al abandonar
el puerto, inicialmente estaba previsto que las unidades navales pusiesen rumbo
a Arousa, que fue lugar predilecto durante años para las maniobras de la Royal
Navy, pero en esto que, como decimos los gallegos, el almirante Fraifax, que
mandaba la escuadra, tuvo un "trasacordo" y decidió poner rumbo a
Ferrol porque quería saludar al capitán general, José de Carranza, antiguo
compañero suyo. Total que uno de lo buques, el Hower tocó unas rocas del
Pereiro, a unos setenta metros de la ensenada de San Felipe y allí quedó "clavado".
Los demás barcos siguieron su ruta hacia Ferrol como si nada hubiese pasado. Más
tarde se ocuparían de preparar el rescate. Desde entonces, las rocas del
Pereiro pasaron a llamarse los bajos del inglés. El caso es que Ferrol, de
improviso se encontró con una población flotante eventual de 4.000 hombres que
revolucionaron el abastecimiento de la ciudad. Consumían diariamente 3.500
libras de vacuno llegando a pagarse por cada res 40 pesetas. Otro problema que
se generó fue el del franqueo de 3.000 cartas diarias. Resulta que se agotaron
los sellos y tuvo el Ayuntamiento que autorizar el franqueo. Otra curiosidad es
que los ingleses estaban preocupados porque en las guías de navegación, Ferrol
figuraba como un pueblo insano a causa del foso que rodeaba la muralla del
Arsenal. Durante la estancia de las tripulaciones de la escuadra inglesa se
organizaron numerosas actividades y entre ellas un partido de fútbol. El
Cronista Oficial de la Ciudad, Ricardo Nores, en un trabajo reproducido en el
desaparecido Ferrol Diario, señalaba
que "probablemente fue la primera vez que aquí se celebraron partidos de
fútbol", en un campo de la Gándara. Entre el rescate y las reparaciones, el
Hower estuvo en Ferrol desde el 3 de noviembre hasta el 18 de junio de 1893. El
capricho del almirante inglés de venir a saludar a su antiguo colega, dio como
resultado toda una historia tejida alrededor del buque varado muy cerca de
San Felipe.
viernes, 28 de septiembre de 2012
Tibiedad política
He de volver sobre el asunto de Cataluña, porque estoy viendo cierta tibiedad en algunas formaciones políticas a la hora de pronunciarse sobre las ansias soberanistas de Mas. Da la impresión de que hubiera cierto miedo a situarse en una u otra posición. Por ejemplo, Cayo Lara, líder de IU ha repetido la misma respuesta en dos entrevistas que yo le he visto, una en "Al Rojo Vivo" y la otra en el programa "24 horas" de TVE. Y la respuesta, a pesar de que se le emplazó para que concretara fue criticar a Mas por envolver el fracaso de su gestión en lo del referendum. Es decir, Lara se fue en ambas ocasiones por las ramas. Ayer mismo veíamos también que los socialistas catalanes se abstenían en el Parlament de Cataluña a la hora de votar la idoneidad de la consulta en la próxima legislatura. Al parecer están internamente divididos, mientras que Patxi López rechazaba el planteamiento utilizando el sarcasmo de que la independencia no es negocio. Y yo me pregunto ¿no hay nada que decir si el presidente de la Generalitat manifiesta que hará la consulta con o sin la ley? A Ibarretxe se le había rechazado su plan en las Cortes ¿es este un caso diferente? Decir que está dispuesto a transgredir y que los partidos, a excepción del PP, hagan mutis por el foro no me encaja. O respetamos el Estado de Derecho y las leyes que nos hemos dado o este país se convertirá -ya no anda muy lejos- en un país de pandereta y castañuela. Lo que me preocupa de esta ambigüedad y temor a tratar el asunto con firmeza es que se está transmitiendo una imagen de debilidad de cara a los ciudadanos que se viene a sumar, por si fuera poco, a la percepción que reina en la calle de que el Gobierno está muy desgastado, a pesar de haber transcurrido tan solo diez meses desde las elecciones del 20-N, con tanta medida impopular, con tanto recorte y sacrificio como está imponiendo.
jueves, 27 de septiembre de 2012
La operación Pokémon
Decía ayer en twitter, medio en broma medio en serio, que la
operación Pokémon tenía ciertos paralelismos con la Gurtel valenciana, aunque
en el caso de la gallega se "respetaba" la pluralidad ideológica a la
hora de repartir "dividendos". Así como en la Gurtel aparecen solo
las siglas del PP, en la Pokémon son imputados cargos públicos del PP, PSOE y
BNG. Sin duda alguna, estamos ante un salto cualitativo en la espiral de
corrupciones que cual rosario de cuentas inacabadas se vienen registrando por
la geografía española, si es que, al final a estos que ahora son solo imputados
se les prueban los delitos de los que se les acusa. Menuda tostada para los
partidos aludidos que afrontan unas elecciones a la vuelta de la esquina, a menos
de un mes de distancia. Seguro que los dirigentes de esas siglas estarán que
trinan contra la jueza que tiene el caso en sus manos. Bien podría destapar el
asunto después del 21-O, pensarán muchos de ellos. De hecho ya hubo
declaraciones en las que se insinuaba intencionalidad. Es tal la ola de sobornos,
prevaricaciones, cohechos entre otras figuras delictivas, que resulta muy difícil
hacer ver a los electores que estos son casos excepcionales. Al contrario, lo
que se tiende a pensar es que habrá muchos casos más sin descubrir y que esto
solo es la punta del iceberg. Incluso hay personas que creían y creen que esta
práctica por habitual es legal. Si eres empresario y quieres una adjudicación
se paga el correspondiente "peaje" al sujeto que decide y también
ingresas unos dinerillos en las arcas del partido correspondiente y aquí paz y
después gloria. La picaresca, la ambición ilimitada, la escasez de valores como
la ética y la honestidad están tan interiorizados por la sociedad que lógicamente
este tipo de conductas se manifiestan como margaritas en primavera. No somos únicos.
La corrupción es un fenómeno generalizado, aunque más en unos países que en
otros. Pero el mal de muchos no consuela, ni justifica. En realidad, no sé muy bien si el poder corrompe o si el candidato va al poder con ánimo de corromperse.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
Lo de Cataluña
Lo de Cataluña: elecciones anticipadas y anhelos
independentistas. Si se mira de un lado se puede decir que es de lo más
inoportuno plantearse el debate soberanista ahora con la que está cayendo. Éramos
pocos y parió la abuelita. Si se trata de meter uno en la piel de Mas,
partiendo del hecho de que los políticos piensan más en clave partidaria que en
los intereses generales, parece que es el momento idóneo para anticipar los
comicios ya que su gestión está muy agotada o fracasada y al pelo le vino esa
manifestación tan numerosa de la Diada a la que no fue pero que ahora intenta
capitalizar para recuperar imagen y, lo que es más importante para él, los
votos lanzando el mensaje de que la culpa de todo el descontento social lo
tiene España. A mi modesto entender, Mas ha emprendido una huída hacia adelante
de sumo riesgo porque introducir ese debate incita a la fractura social en circunstancias de gran desazón. Habrá
mucha gente que quiere la independencia pero habrá mucha otra que no. Falta por
ver cual sería el resultado final, aunque las encuestas apuntan a que las
ansias secesionistas se han multiplicado en los últimos años. Sin lugar a
dudas, habrá que esperar a ver los programas electorales, pero las elecciones
anunciadas para Noviembre podrían ser un plebiscito sobre la cuestión
soberanista. Cayo Lara decía ayer que Mas quería pescar en el río revuelto de
la crisis levantando la bandera de la autodeterminación e independencia. Está
claro, todo el mundo lo ve. En este contexto, estoy con quienes exigen a los
partidos, sobre todo a las dos grandes formaciones, una actitud inequívoca. Llega
el momento en que medias tintas o nadar entre aguas no es recurso
aconsejable. La sociedad tiene que saber qué ocurre con este asunto que, con
gran megafonía, se está sometiendo a debate en los medios. Tiene que saber a qué juega cada
cual. Por supuesto, condena y reprobación a quienes quieren hacer saltar las
alarmas y mandar los tanques a Barcelona. Ayer, la AUME, asociación que integra
a militares en activo, lo dejó absolutamente claro. Su portavoz Casado cree que
"nadie debe hablar en nombre de las Fuerzas Armadas, ya que éstas no
pueden apartarse de su mandato constitucional de estar al servicio del pueblo a
través del Gobierno y las Cortes Generales". Decía también que es un tema
político que tiene que sustanciarse en las instancias pertinentes y se
reafirmaba en la neutralidad que deben de observar las Fuerzas Armadas. Como
tiene que ser.
martes, 25 de septiembre de 2012
Irrita el silencio del Gobierno ante las amenazas de algunos militares
Es la tercera vez, en breve plazo de tiempo que vuelvo sobre
este asunto. Y si lo hago es porque me suscita una preocupación especial. Los
militares siguen haciéndose oír. Ahora a través de la AME amenazan con consejo
de guerra a los secesionistas. Obviamente la dirección de tiro -es una metáfora-
apunta a Cataluña. Recordaréis conmigo que hace unas semanas lo hacía el
coronel Alamán que amenazaba poco menos que con llevar los tanques a Barcelona.
Quitan hierro algunas opiniones señalando que se trata en ambos casos, en el
particular y en el de la asociación, de militares retirados. Es que solo
faltaban que lo hicieran los que están en activo. Pero aun así ¿podrían los
retirados estar canalizando el sentir de sectores de los Ejércitos? Lo que me
causa perplejidad, ya lo dije en ocasiones anteriores, es el silencio del
Gobierno, que está propiciando que se reiteren y/o multipliquen este tipo de
declaraciones. Incluso, las manifestaciones y artículos de Alamán, publicados
en un diario digital de la extrema derecha, fueron jaleadas por una diputada
del PP y, por otro lado, el ministro de Defensa del que se mofaba con escarnio este
coronel dijo que pasaba de tomar decisión alguna. ¿Está el Partido Popular
alimentando por acción u omisión esta especie de bravuconadas que parten de
algunos militares? ¿Podrían interesarles estas amenazas como elemento coercitivo
ante los planteamientos independentistas de una parte de los catalanes? El que
calla otorga, dice el sabio refranero popular y desde luego, la actitud del
Ejecutivo da lugar a que se formulen todo tipo de especulaciones. La unidad de
la patria es el argumento y la posible vulneración de la Constitución, el
detonante. Pero estos son asuntos que tienen que resolverse políticamente. Los
Ejércitos están al servicio del pueblo. Ya bastaron cuarenta años de dictadura.
El Gobierno tiene el deber de reprimir estos excesos.
lunes, 24 de septiembre de 2012
La falta de espíritu tribal
La persona que quiere a otra ensalza los valores de ésta y
disculpa, justifica, perdona, comprende sus defectos. Muchas veces se ha
escrito, yo entre ellos, que en la sociedad ferrolana anida un hipercriticismo,
que se traduce en un descontento permanente, que nada o casi nada de lo que
ocurre en nuestro entorno parece agradar a los propios, que muchas veces los
foráneos tienen mejor imagen de Ferrol que los ferrolanos. Se dice también que
esta sociedad tiene vocación saturniana, es decir, devora a sus propios hijos.
He tratado en algún trabajo anterior de analizar el perfil del ferrolano/a y así como encontré valores tales como un
magnífico nivel cultural e intelectual, un dinamismo ejemplar en los diversos
frentes y aspectos productivos, muestra sin embargo un acusado desarraigo con
lo propio. Por establecer paralelismos, no existe un ferrolanismo como, por el
contrario, existe y existió un pujante
coruñesismo. La razón estriba, creo yo, en que Ferrol es una ciudad de
aluvión en la que confluyeron, en función
del binomio Marina-Bazán, más tarde Astano, numerosos ciudadanos que procedían
de diversos lugares geográficos, por tierra, mar y aire. Se integraron, pero no
llegó a cuajar el espiritu de tribu, necesario para retroalimentar la
autoestima como colectivo e interiorizar los necesarios elementos identitarios.
Soy consciente de que rozo el concepto del chovinismo, pero no van por ahí los
tiros. Tan malo es caer en la paranoia de creerse que lo de uno es lo mejor (ombliguismo,
narcisismo) como situarse en el extremo opuesto, o sea, despotricar contra todo
lo que se mueve, banalizar y frivolizar sobre personas, actividades,
movimientos, etc. Quedémonos cuando menos en el punto medio. Hay que dar valor
a lo que tenemos con una óptica amplia, generosa y saber hacer de la necesidad
la virtud, evitando que sistemáticamente lo negativo prepondere sobre lo
positivo. Esto da para todo un tratado o ensayo. Es tema que me gusta. Se me
ocurrió reflexionar sobre esta cuestión al ver ayer en twitter la pasión de los
incondicionales del Racing: se recrean en las victorias, sufren con las
derrotas, pero hay siempre un valor intocable que es la defensa de los colores.
Por cierto, el club ferrolano lleva cinco partidos con otras tantas victorias.
Va a todo filispín rumbo a la Segunda B.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)